Este relato poco común de Lindsay Kenny nos muestra cómo EFT a veces puede proporcionar resultados espectaculares cuando se aplica en las ansias inmediatas en grupos. Yo estoy acostumbrado a obtener resultados en porcentajes elevados con grupos, pero normalmente existen grados diferentes de reducción de las ansias; sin embargo, en este caso, todas las participantes con ansias de tabaco bajaron a cero y de hecho se resistieron a fumar un cigarrillo. He de admitir que, aunque he tenido este tipo de experiencia, es inusual; incluso sorprendió a Lindsay.
Este caso me hace preguntarme qué puede haber de diferente en este uso de EFT para que lograse resultados tan atípicamente sólidos. Puede que la respuesta nos lleve a un nuevo nivel de aptitud.
De Lindsay Kenny
Hola Gary
Me gustaría contarte una sesión interesante que tuve esta semana en un taller que di en un centro de rehabilitación de drogas y alcohol para mujeres. Trabajo de voluntaria con grupos de mujeres cada semana o cada dos semanas. Esta semana tuve 8 pacientes externas nuevas y sólo tenía una hora para trabajar con ellas (ya habían hecho el programa de 30 días de desintoxicación).
Normalmente comienzo los talleres haciendo algún test muscular para demostrarles el poder que tienen las emociones negativas en el sistema energético del cuerpo, lo cual suele crear un enlace fácil con EFT y su funcionamiento. Como tenía tan poquito tiempo y este grupo de mujeres parecía muy deprimido, escéptico y con mucha dependencia, quise probar algo diferente, a pesar de que me parecía muy arriesgado.
Pregunté cuántas fumaban y siete de las ocho fumaban. Las siete querían dejar de fumar y todas lo habían intentado pero habían fracasado. La que era no-fumadora quería quitarse las ansias de chocolate, así que utilicé la técnica de los Beneficios Compartidos e hice que hiciese tapping junto con el resto mientras repetía las mismas frases que nosotras. Sus niveles de intensidad de 0 a 10 variaban entre 6 y 10. Hice que la que tenía «10» se pusiese de pie a mi lado como “ejemplo” mientras que las demás hacían tapping desde sus asientos.
Dado que los adictos suelen tener contradicciones psicológicas quise demostrárselo con la prueba del músculo e hice que la “señora ejemplo” declarase que verdaderamente quería dejar de fumar. Como era de esperar, estuvo débil en el test con esa afirmación, lo cual las sorprendió a todas. Entonces hice que trabajasen en el punto de kárate mientras decían:
«Aunque en realidad no quiero dejar de fumar, me amo y me acepto a mí misma profundamente». Todas soltaron unas risitas al decirlo.
En esta ocasión la señora que hacía de ejemplo estuvo fuerte en el test. Les expliqué lo de las contradicciones y parece que les gustó como explicación de por qué parecía que constantemente volvían a sus “malas” costumbres.
A continuación hicimos el Enunciado Preparatorio tres veces con:
“Aunque la verdad es que quiero fumarme un cigarrillo ahora mismo, me acepto a mí misma plena y profundamente.»
Como enunciado recordatorio usamos:
«Estas ansias de fumar» y «Ciertamente quiero este cigarrillo» mientras hacíamos tapping en los puntos desde las cejas a bajo los brazos dos veces.
Eso es todo. Entonces le pregunté a la señora que hacía de ejemplo cuál era su deseo de fumar y me dijo que «Cero».
Eso me sorprendió. Dije: «De acuerdo. Entonces dale una calada a este cigarrillo apagado”, pero ella me contestó que no podía y no quería, que tan sólo la idea le daba nauseas. Tengo que admitir que yo tenía un poco de escepticismo, pero entonces el resto me dijo lo mismo; ¡todas estaban a cero! Intenté que oliesen o tomasen una calada del cigarrillo apagado pero ninguna quiso hacerlo. La señora más escéptica dijo: «Pásame el mechero y el cigarrillo que yo lo enciendo». Sus compañeras se lo pasaron pero no pudo hacerlo. Admitió que en realidad lo que quería era hacerme quedar mal y demostrar que EFT no funcionaba, pero que no podía encenderlo porque sencillamente no podía soportar la idea de fumar.
Para serte sincera, me quedé atónita y algo escéptica de que todas lograsen un resultado tan rápido y drástico, así que pasé con el cigarrillo por el grupo e intenté ponérselo bajo las narices, y casi me llevó un puñetazo. Una incluso me dijo: «¿Por qué no nos crees cuando te decimos que no queremos fumar?». No les dije que estaba asombrada del resultado, pero les expliqué que no habían superado aún la adicción a la nicotina, que sólo habíamos trabajado con las ansias. Les dije que ahora podían usar esta herramienta para trabajar en sus ansias, de cualquier tipo, hasta que su cuerpo se librase de la adicción física. Estaban encantadas, como si acabasen de recibir su regalo de Navidad más deseado. También fue un regalo bonito para mí el ver a estas mujeres, que antes se mostraban infelices, negativas y abatidas, con un destello de esperanza en los ojos y sonrisas en los labios.
Os animo a todos los que leéis esto a que hagáis voluntariado y enseñéis EFT en las organizaciones caritativas de vuestra zona. Os garantizo que seréis vosotros quienes recibiréis el mayor beneficio, y además promoveréis EFT de una forma generosa, eficaz y llena de amor.
Un saludo.
Lindsay Kenny
Traducido por Ana Saval-Badía – Escribir a Ana
InEnglish.gif