Este artículo instructivo por un mismo alcohólico nos habla de su lucha contra el alcohol y sus intentos sin éxito con EFT sobre este asunto. Sin embargo, la perseverancia por fin lo llevó al enfrentamiento que permitió que EFT por completo le resolviera sus ansias. El dice, “Perdí tanto tiempo concentrando en los negativos y los aspectos del alcoholismo, que no me daba cuenta que la llave era el “estado” que quería lograr en mi deseo. No he tomado un trago desde entonces, ni siquiera lo deseo. Tomo cada día como viene pero sin el temor.”

Por Colin Larcombe

Gary,

He decidido compartir esta experiencia contigo y tus lectores. Yo he practicado EFT durante casi dos años y me ha llevado a interesantes mejoramientos en mi vida y me ha ayudado a recuperar sobre los efectos mentales del cáncer. A pesar de esto, y el trabajo del Palacio de Posibilidades, no he podido superar ciertos pensamientos negativos. Aquí está mi historia.

He tenido éxito usando EFT en mis propios problemas personales desde que tuve cáncer testicular a la joven edad de 35. Para todos los efectos secundarios y pensamientos negativos que van asociados con el cáncer he tenido éxito en aplicar las técnicas y eliminar todos los pensamientos negativos cuando regresaban.

He meditado y practicado yoga durante varios años y por fin sentí la necesidad de eliminar el alcohol porque no integraba bien con mi estilo de vida. Hago ejercicio diario a las 6 de la mañana ¡y tratar de ponerme en la posición del Loto con una cruda no es la cosa más fácil!

Yo diría que soy un alcohólico. Casi todos los días tomo un vaso de vino o una cerveza y un poco más cuando bebo socialmente o me junto con las amistades. Nunca me he embriagado severamente, y a la vez no puedo parar de tomar. Mi primera bebida fue a la edad de 13 años y combiné vino blanco con rojo en una fiesta. Y la persona que me dio mi primer trago de alcohol fue mi padre. El es otro alcohólico que consume una botella por día.

Ya llevo dos años intentando y tratando de eliminar el alcohol de mi vida.

Primero intenté trabajar con los negativos asociados con el alcohol.

“Aunque me siento horrible después de tomar,” “Aunque esto reduce mi capacidad de ser un buen esposo, padre, etc.,” Aunque fue la culpa de mi padre.” Después trabajé con cada trago, “Aunque gozo el sabor de una cerveza fría,” “Aunque gozo el sabor de un vaso de vino blanco helado.”

Nada de esto funcionó. Después me puse a pensar que yo tomaba por razones sociables y el deseo de ser aceptado en….

“Aunque me siento como una paria si no tomo.” “Aunque no tendré amigos si no tomo.”

En cada ocasión que salía, me la pasaba pensando, “¿Podré rechazar esta bebida?” y cada vez cedía sin la menor lucha. Dos o tres vasos de champán más adelante y comenzaba a sentirme con sueño, y yo sabía que el ciclo había comenzado de nuevo. Otro vaso y unas pocas horas después tenía la cruda y ese sentir horrible me abatía.

Había intentado en varias ocasiones sólo concentrarme en los aspectos negativos del alcohol, pero realicé un gran avance cuando pensé en comprar una cerveza mientras caminaba de mi oficina al tren para ir a casa.

“Aunque tapping es una verdadera pérdida de tiempo para los deseos,” y vagamente esta idea me consoló en pensar que quizás tapping no funcionaría en esto y de esa manera podría siempre “echarle la culpa a tapping” si yo quería tomar. No hace falta decir que no compré una cerveza en la ida a casa en tren.

La epifanía final ocurrió unos días después cuando estaba haciendo algo totalmente sin relación. Tuve una visión de lo que quería que el alcohol lograra para mí, como por ejemplo, poder sentarme en el sofá con mi esposa, en frente de la fogata con un vaso frió de vino blanco, y relajarme totalmente. Sólo que JAMAS ha sucedido de esta manera.

“Aunque jamás he podido lograr ese sueño que deseo”

¡Y eso fue el final! El deseo se evaporó. Me pellizco una y otra vez y sigo haciendo tapping en mí mismo.

“Aunque no lo puedo creer, yo nunca volveré a tomar alcohol.”

Perdí tanto tiempo concentrando en los negativos y los aspectos asociados con el alcohol, que no me daba cuenta que la clave era el “estado” que quería lograr en mi deseo.

No he tomado un trago desde entonces, ni siquiera lo deseo. Tomo cada día como viene pero sin el temor.”

Saludos

Colin Larcombe

Traducido por MMc

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