Roseanna Ellis ayuda creativamente a un señor no angloparlante con sus síntomas de Parkinson. Por favor consulte con los especialistas para los temas médicos.
Por Roseanna Ellis
Querido Gary,
Estaba en el malecón sobre la playa cuando pasó por mi lado un señor que tenía dificultades al caminar. Se sujetaba de la baranda con una mano y agarraba fuertemente su bastón con el otro. Su amigo también lo sujetaba firmemente por seguridad.
Pasé de largo, pero algo me hizo voltear y acercarme a ellos. Rápidamente me di cuenta que ninguno de los dos hablaba inglés. Unas cuantas palabras que pude captar, me hicieron pensar que eran polacos. Pregunté al caballero: “¿Están ustedes bien?” El dijo “Parkinson.” Noté que cuando soltaba la baranda, su mano izquierda oscilaba incontrolablemente en cualquier dirección sin ningún propósito. Sólo había visto este tipo de conducta una vez en una terapia física con un paciente que sufría del mal de Huntington (una enfermedad degenerativa en la corteza cerebral del cerebro). Esta situación con el Parkinson era penosa, y no podía dejarlos.
Lo llamaré Ben puesto que nunca supe su nombre.
Volví su mano a la baranda y empecé a hacer tapping por…
“Esta enfermedad de Parkinson” El repitió “Parkinson.” Grandioso, pensé.
Hice tapping nuevamente y dije “Parkinson… relájate”. El repitió. Hice tapping por lo menos tres rondas hasta que le escuché un profundo suspiro. Luego saqué su mano de la baranda y lo volteé de manera que su espalda estaba soportándose contra la baranda. Luego hice tapping y dije…
“Aun cuando mi cuerpo no hace lo que yo quiero que haga, elijo relajarme y estar calmo.”
“Aunque mi brazo izquierdo se va donde quiere, elijo tener control.”
Repetí estas frases hasta que lo escuché suspirar. Se le veía más relajado. Le tomé de la mano y le hice dar un paso apartándolo de la baranda. En este punto, no había movimiento de su mano izquierda, simplemente colgaba a su costado. Pudo pararse por sí solo sin ayuda, y estaba respirando calmadamente. Nuevamente empecé a hacer tapping por…
“Aunque tengo este miedo a moverme, elijo que mi cuerpo se relaje.”
Luego del siguiente suspiro, le mostré un movimiento girando mi torso de derecha a izquierda. El lo repitió sin ninguna ayuda. Estaba sonriendo ahora, y su amigo estaba boquiabierto.
Luego le tomé de la mano y caminamos un poquito. Arrastraba un poco los pies, así que hice tapping nuevamente.
“Aun cuando mis pies se están arrastrando, elijo caminar con facilidad y gracia.”
Hice otra vez unas tres rondas hasta que sentí que era tiempo de volver a probar.
Esta vez caminó cerca de metro y medio solo sosteniendo mi mano. Pero su cabeza estaba ligeramente hacia delante. Dije REY y le pedí que me mostrara cómo caminaba como un rey. Su amigo lo captó y le dijo algo en polaco. Ben se mantuvo erguido y sonrió.
Hice tapping por… “Aunque mi cabeza está hacia delante, elijo caminar como un rey.”
Esta vez caminó solo aunque me mantuve cerca de él por seguridad. El caminó y yo hice tapping en su rostro y bajo su brazo. Caminó con seguridad, cierta rapidez y sin miedo.
Hasta ese momento, habían pasado 20 minutos, y estaba adquiriendo un bonito bronceado. Hizo el ademán preguntando por mi número y se lo di. Vi cómo los dos señores se alejaban caminando por el malecón cogidos de la mano como si fuese un paseo agradable. El amigo sostenía el bastón de Ben. Todo esto en un malecón muy concurrido y con poco o ningún inglés…
Roseanna Ellis
Traducido por Rocío Hoshi