Leed este encantador relato de Barb St. Dennis. Estaba enferma, arruinada y aprendió EFT por su cuenta. Nos dice: «Entré en la página Web y me descargué el manual, pedí los DVD de formación e hice tapping en las manos y el cuerpo hasta quedarme dolorida. Hice tapping sobre cada síntoma concreto de la hepatitis C, incluyendo el miedo a morir, la vergüenza de tener una enfermedad tan horrible y la culpabilidad de que tal vez se la había transmitido a alguien. Hice tapping sobre la rabia que sentía hacia mi infancia sufriendo maltratos…» Por favor, consulta con un médico en todos los asuntos médicos.
De Barb St. Dennis
Hola Gary.
Hace seis años, a pesar de que había estado sintiéndome mal durante muchos años, me pareció que mis síntomas empeoraban con rapidez; tenía dolores de cabeza graves, nauseas casi constantemente, dolores musculares y en las articulaciones, era incapaz de concentrarme adecuadamente y dormía fatal y de forma interrumpida. Además estaba destrozada emocionalmente, gravemente estresada, muy reactiva y enfadada. Algunos días me sentía un poquitín mejor, por lo que podía hacer la compra o las tareas de casa, y a menudo estaba molida después durante días. Rara vez podía hacer planes puesto que nunca sabía cómo me sentiría ese día. Divorciada y sola, vivía de las ayudas de mis amigos y familia, tumbada en el sofá y llorando muchísimo.
Al final tenía tanto dolor en la parte superior derecha de mi abdomen que me imaginé que tenía cáncer de colon y me asusté de verdad. Recé fervorosamente pidiendo descubrir lo que estaba pasando de veras para poder comenzar a tratarlo cuando sonó el teléfono literalmente a mitad de mi oración. Era mi hijo con algunas preguntas y para charlar. Al final de la conversación hizo un comentario sobre su padre: “Por cierto, mamá, ¿sabías que papá tiene hepatitis C?” Yo había acudido a médicos y sanadores durante años y nadie me pudo decir nunca qué era lo que me pasaba, y he ahí la respuesta.
¡Eureka! Me levanté y fue a hacerme las pruebas; efectivamente tenía hepatitis C. Además tenía una de las formas más virulentas del virus, por lo que intuía que sería uno de los casos en los que no funcionaría la terapia habitual con interferonas. Para entonces ya había padecido dos ataques al corazón que mi médico consideraba que estuvieron causados por un virus y aquí lo tenía. También tenía síntomas de esclerosis múltiple. Seguí rezando pidiendo ayuda y en unos meses estaba en un taller de Donna Eden, aprendiendo sus técnicas. Durante el taller de cinco días, su marido, David Feinstein (doctorado), hizo demostraciones de EFT. En unos minutos derrumbó una fobia grave a las serpientes de una mujer y yo me quedé alucinada. Me pareció tan extravagante que no me lo creí.
Pero unos meses después, en un almuerzo de mujeres, la oradora, Jan Noyes, demostró de nuevo EFT por lo que esta vez pude ver dónde hacía tapping y comprendí que eran puntos de acupuntura. Por mis muchos años estudiando medicina china, sabía que los meridianos contenían o estaban relacionados con las emociones y que al equilibrar la energía del meridiano se podían equilibrar también las dificultades emocionales.
Sabía que una enfermedad grave como la hepatitis C tenía un componente emocional traumático y, a causa de mi historia, sabía que era viejo y profundo. La primera vez que enfermé debido a la hepatitis C fue en 1974, poco después del nacimiento de mi primer hijo, aunque ya había batallado con el dolor emocional y la enfermedad en mi difícil infancia durante muchos años antes de esto. Mi historia me llevó a estudiar sobre sanación, psicología, tratamiento corporal y finalmente a tener una consulta holística que incorporaba el cuerpo, la mente y el alma. Por este motivo sabía con lo que me enfrentaba y que necesitaría una sanación verdaderamente holística para resolverlo.
Desde el mismísimo día de mi segunda exposición a EFT, me puse manos a la obra. Entré en la página Web y me descargué el manual, pedí los DVD de formación e hice tapping en las manos y el cuerpo hasta quedarme dolorida. Hice tapping sobre cada síntoma concreto de la hepatitis C, incluyendo el miedo a morir, la vergüenza de tener una enfermedad tan horrible y la culpabilidad de que tal vez se la había transmitido a alguien. Hice tapping sobre la rabia que sentía hacia mi infancia sufriendo maltratos y también en cada aspecto de cada cosa que identificaba como posible contribuyente a mi enfermedad. Sabía que el virus sólo habitaba en tejidos que ya estaban inflamados con alguna emoción negativa.
La medicina china relaciona la rabia con el hígado y cerebros más inteligentes que el mío sugieren que la rabia, además de dirigirse contra el abuso que experimenté, se dirigía a la vez hacia mí misma. La herida central parecía ser el odio o la repugnancia hacia mí misma, la sensación de que estaba profundamente sucia, defectuosa o mal, indigna de amor y mala.
No tenía ningún terapeuta de EFT con el que tratarme, estaba arruinada y no sabía de nadie en mi zona que hiciese EFT. Hice el trabajo sola, haciendo tapping con cada DVD que Gary creó, una y otra vez. Aunque EFT fue la terapia principal diaria que utilicé, a veces se incrementaba con tratamientos amorosos para mis síntomas por parte de mis amigos y con la maravillosa rutina diaria de energía que enseña Donna Eden. EFT me ayudó a elevar mi nivel de consciencia hacia un estado de auto-aceptación, feliz y lleno de amor en el que mi hígado y mi sistema inmunológico eran capaces de sanar completamente tal y como es su propósito.
Parte del tapping más potente que realicé se dirigió hacia las capas de vergüenza y desprecio a mí misma que pasaban casi constantemente por mi cabeza. Hacía la preparación así:
Aunque me he odiado a mí misma durante todos estos años y me he menospreciado sin clemencia, ahora me amo y acepto totalmente.
Aunque he sido muy dura conmigo misma y me estoy machacando por ponerme enferma, me amo y me acepto a mí misma de todas formas, tal y como soy en estos momentos.
Aunque me siento tan idiota de que siendo una sanadora no haya sabido descubrirlo antes, me amo y me acepto a mí misma y estoy muy agradecida de estar aprendiendo estas lecciones.
Las secuencias solían ser:
Ce: Odiarme durante tanto tiempo
LO: Menospreciarme
BO: Me siento tan idiota
BN: No me puedo creer que dejase que sucediese
BL: Me lo he creado yo
Cl: Es todo culpa mía, siempre lo ha sido
BB: He sido tan cruel conmigo misma
Co: Me siento tan mal conmigo misma
Este tipo de tapping solía producir un mar de lágrimas y entonces finalmente me di cuenta de que ya no tenía esas ideas negativas. De hecho, algo tan tonto como darme un golpe en el dedo del pie fue la prueba; descubrí que ya no me reprochaba a mí misma, sino que era capaz de perdonarme inmediatamente cuando algo salía mal. Por fin mi mente estaba de mi parte y no en contra mía.
Fue una verificación total de mis estudios anteriores sobre el hecho de que EFT funcionaba holísticamente de verdad: mejoré físicamente así como emocionalmente. Logré aceptarme y amarme en lugar de juzgarme y rechazarme. Mi andadura espiritual se desarrolló y fortaleció a medida que la compasión hacia mí misma y los demás se convirtió en una realidad.
El año pasado dejé el subsidio de minusvalía, me apunté a un gimnasio, recuperé la fuerza física y ahora trabajo casi a tiempo completo. Mis análisis de sangre son totalmente normales y no tengo dolor, ni confusión ni angustia emocional. Me serví de una serie de refuerzos simples para el hígado, pero mi terapia principal fue EFT, la cual sigo enseñando y usando en mi consulta. No puedo expresar lo suficiente mi gratitud e intensa apreciación: EFT me salvó la vida literalmente.
Barb St. Dennis
Traducido por Ana Saval-Badía – Escribir a Ana