Gracias a Linda Compton por compartir estos tres casos sobre EFT con niños. Pon especial atención al tercer caso en donde Linda da un excelente ejemplo de lograr rapport con un niño que podría haber sido realmente difícil. Hemos encontrado que tener rapport es uno de los factores más importantes para EFT exitoso en niños, y no siempre es fácil.
Por Linda Compton
Querido Gary:
1.- He tenido un maravilloso ejemplo de lo que hace EFT con mi nieta Miah de 9 años y nueve meses. Ella cumplirá 10 en Febrero. El papá de Miah, mi hijo, le compró a Miah un cachorro Cobrador Dorado Purasangre de solo 7 semanas, la noche del martes, justo antes del día de Acción de Gracias. Fueron juntos a recoger el perro. Miah ha tenido unos 9 o 10 perros en su vida.
Cada perro que ha tenido, sus papás han hecho algo para que les pase algo. O bien huyen o por alguna razón lo tiene que dar a alguien. Miah vive con su mamá, no puede tener perros, por lo que mi hijo cada vez que le da un perro sabe que no tendrá un lugar para tenerlo.
La mañana del día de Acción de Gracias, me llamó mi hijo y dijo que el perro estaba enfermo en el hospital con una enfermedad propia de esas mascotas. Miah se traumó, lloró y se sintió muy triste. Eso me hizo sentir mal a mí. La abracé y le dije lo afligida que estaba y la vi llorar. Entonces pensé en EFT. Le pregunté como se sentía y me dijo: “tengo mucho miedo de que muera mi perro”. Le pregunté, en una escala del uno al diez, cuanto miedo sentía. Una vez que expliqué lo que eso quería decir, me dijo que diez. Le expliqué lo que era EFT y le pregunté si querría hacerlo para disminuir su enojo y miedo a que su perro muera. Me contestó que sí. Comencé el tapping.
Hicimos tapping así: “A pesar de que tengo miedo de que mi perro se muera, yo me acepto profunda y completamente”. Comenzó en 10. En la primera ronda, bajó a 5, en la segunda a 2 y en ese momento, dejó de llorar y me dijo: “Abuela, ya no tengo tanto miedo”. Le pregunté si quería seguir teniendo miedo y me dijo que no, por lo que hicimos otra ronda de tapping. Esta vez llegó a cero y me dijo: “Abuela, ya no tengo miedo”.
Aunque hago esto con mis clientes, yo todavía me sorprendo de que EFT haya trabajado tan a fondo con Miah, mi nieta. Esta es una herramienta increíble.
2.- Estoy también trabajando con un niño de 11 años que me corta el pasto. Tuvo problemas con las matemáticas y reprobó esa materia. Me dijo que estaba enojado porque sus compañeros se burlaban y usaban nombres despectivos. Pensó que sabía como hacerlo, dijo que sentía miedo y estaba asustado. Su escuela está cerca de mi casa.
Comenzó con un 10 así: “A pesar de que estoy enojado por las matemáticas, yo me acepto profunda y completamente”. Bajó a un 3 y luego a cero. Agregué algo de BSFF (Libérese Rápido) a este caso y él escogió una “palabra secreta” Sinmiedo. Entonces decidimos que cada vez que diera la vuelta a la esquina y viera mi casa, él diría su palabra clave contra el miedo. Cuando viera la escuela, el diría de nuevo la palabra sinmiedo, cuando viera a sus compañeros que lo molestaban, cuando fuera el momento de entrar a matemáticas y desde luego cuando le pidieran que pasara al pizarrón, frente a todos los de su clase.
Su mama me llamó para decirme que siguiera haciendo lo que había hecho a su hijo, ya que su actitud había cambiado y que llegaba a casa a hacer su tarea por sí solo. Cuando venía a mi, me decía que se sentía mucho mejor.
Ayer, su mamá vino a mi casa y me dijo que ya había dejado a su maestro. El maestro le dijo que su hijo estaba mucho mejor en la clase. Ella se preguntaba qué era lo que le había pasado a él. Su actitud era diferente cada día, cuando era la hora de matemáticas, el comenzaba a hacer algo con sus dedos. Le dijo que estaba trabajando con esta señora y que eso le estaba ayudando a mejorar en matemáticas. Entonces el maestro le dijo que quería ver a su mamá. Buenas noticias.
Su mama dijo que traería su reporte de progreso para enseñármelo. Después de que vea el papel escrito de como está mejorando, veré a su maestro y luego al director de la escuela, para comenzar con un grupo pequeño de niños (4 a 6 niños) y ver si esto puede suceder a gran escala. No se puede saber hasta donde puede llegar esto.
Gracias una vez más. Por cierto su mamá te lo agradece a ti también.
3.- El tercer niño con el que trabajé EFT, era un niño desconocido del parque que se la pasaba maldiciendo como marinero a los demás niños. Al principio creí que padecía del Síndrome Tourette*. Cada frase que decía, llevaba una maldición, aunque solo estuvieran jugando. Esperé hasta que estuviera listo para irse para llamarlo y preguntarle su nombre. Me dijo el suyo y yo le dije el mío y noté algo interesante en él. Preguntó qué. Le dije que era en verdad un muy buen maldiciente. Que era el mejor maldiciente que jamás había oído para un niño de su edad. También le dije que aunque me impresionaba, estaba un poco consternada ya que generalmente, maldecir significa que alguien esta un poco enojado.
*El síndorme de Tourette es un trastorno que causa a la gente que lo padece movimientos involuntarios y tics incontrolables, como por ejemplo, ponerse a saltar a la pata coja, comenzar a gritar de repente sin motivo, o decir todo tipo de palabrotas. Nota del traductor.
Le pregunté si estaba enojado, me dijo que sí, que estaba enojado con todos. Dijo con toda la gente. Cuando le pregunté más sobre esto, me dijo que la gente le pegaba. Ahora sabía que tenía sólo unos minutos con él y no le pregunté quien le pegaba. Le pregunté si le gustaba sentirse tan enojado. Me dijo que no, no todo el tiempo. Le pregunté si quería aprender una manera de solamente enojarse cuando él quisiera y no todo el tiempo. Me contestó que si.
Así que para hacer este relato breve, le pedí que me dijera cuán enojado estaba en escala del uno al diez. Me contestó que diez (con voz muy fuerte). Le dije lo que haríamos y le pregunté de nuevo si lo quería hacer. Dijo que sí. Comenzamos el tapping así: “ A pesar de estar realmente enojado, yo me acepto profunda y completamente”. Bajó de diez a 5 y luego a 2. Le pregunté si estaba todavía enojado y me dijo que un poquito. Entonces miró a lo lejos y vio que su autobús se acercaba. Me dijo que se tenía que ir en ese autobús. De este chico enojado que ni siquiera conocía, recibí una sonrisa después de haberlo escuchado maldiciendo. Me habló un poco de tener muchos nombres y que no sabía realmente su apellido, o sencillamente nunca haberlo dicho. Me dijo que su papá también tenía muchos nombres. Una mamá en el parque me dijo que ella tenía miedo de decirle algo a los niños (él tenía 11 años) y que yo estaba loca de hacer lo que hacía.
Yo sé que no necesitaba más tiempo para trabajar con ese niño, no hubiera logrado nada más. Generalmente no pienso que quiero trabajar con niños, sin embargo EFT es divertido y en verdad disfruto enseñarles como hacerlo.
Una y otra vez, muchas gracias.
Linda Compton
Traducido por: Dres. Carlos y Bety Rubio
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