De Baerbel Froehlin, CHt., EFT-ADV
¡Hola Gary!
Tengo un gato, Noodle, al que tenían que operar para quitarle una masa grande, localizada en su lado derecho. Puesto que Noodle tiene 14 años y padece artritis severa – véase mi artículo «Ayudando a mi gato Noodle a andar otra vez» – el veterinario me dijo que podría ser arriesgado hacerle la operación, a causa del plazo de tiempo y la cantidad de anestesia necesaria. Noodle se ha convertido en una querida amiga; es sumamente intuitiva y cariñosa, y al mismo tiempo lista, independiente y fuerte. Fue una cazadora activa mientras podía salir afuera, antes de que empezara a padecer artritis. También enseñó a los otros gatos, jóvenes y nuevos, que iban y venían, mientras que ella siempre se quedó. Una vez la observé con incredulidad «dirigiendo» a un gatito a bajar de un árbol muy alto donde estaba atrapado, llorando.
La noche antes de la operación pasé más tiempo con ella, haciéndole tapping y diciéndole lo muy fácil y rápido que iba a ser toda la operación, sin ningún tipo de complicaciones. Todo el tiempo me miró directamente a los ojos, ronroneando, haciendo ruiditos, contestándome. ¡Le encanta que le hagan tapping! Le recordé lo muy fuerte que era, lo muy protegida que estaba siempre porque le había dado varios angelitos de gatos que cuidarían de ella siempre.
Yo tenía una sensación de peligro; Esta claro que tenía miedo de que tuviera complicaciones. Advertí lo mal que me sentía. Sentía que tenía un peso en el lado izquierdo del pecho que parecía empeorar y que me afectaba al estómago.
La mañana siguiente, después de que le sacaran una muestra de sangre, el veterinario me llamó, y me dijo que uno de sus riñones parecía tener un problema. Sugirió esperar unas semanas y hacerle más pruebas. El miedo me volvió a invadir porque en el pasado Noodle había vomitado con demasiada frecuencia, a veces tosía y me asustaba. Finalmente me decidí, pensando en el inmenso tumor que tenía y que debía desaparecer, por lo que hicieron la operación.
Todo el día me sentí mal con mi dolor de pecho. Aún más preocupante, no tenía apetito, mi estómago estaba en alerta. Así que hice tapping:
Aunque tenga este dolor de pecho… Aunque parece que tenga a Noodle en el pecho…
Aunque este dolor da miedo… justo junto a mi corazón… podría ser peligroso… podría ser un problema serio…
Tengo miedo… por Noodle… y por mi misma… las dos tenemos un problema… no sé lo que sucederá… tengo miedo…
Noodle está en mi pecho… escojo superar esto… ambas…
Escojo confiar en que no me ha llegado el momento de irme todavía… puedo ser fuerte para ambas… ¡mañana tendremos un mejor día!
El dolor remitió por un momento y regresó. Cuando tomaba una respiración más profunda era más fuerte, así que me negué a seguir pensando en ello. Seguí mandando EFT en sustitución a Noodle, y le decía lo buena que sería la vida para ambas después de la operación. Le prometí comidas abundantes tan pronto como pudiera volver a comer.
Noodle es una glotona; insistió en que la alimentara en cuanto la llevé a casa. Tenía un incisión de 3 pulgadas con un tubo de drenaje que supuraba y todavía estaba muy débil. Sus patas no la sostenían, sin embargo, fue hasta donde comía, cayéndose dos veces y se sentó allí, temblando, esperando la comida que le había prometido, que se comió con avidez.
Hicimos unas vueltas para reducir la supuración de la herida… para una curación rápida; hicimos tapping en ser capaz de relajarse y permitir que el cuerpo hiciera el trabajo ahora, utilizando el alimento para recobrar energías. Hicimos tapping en lo afortunadas que éramos de haber pasado esto, sintiéndonos bien y fuertes, listas para la cama y un sueño profundo y reparador. Le dije que no tirara de la herida y se rascara, no se tenía que tocar para que pudiera quitarle ese horrible collarín de plástico.
¡De repente me di cuenta de que el peso en el pecho y el dolor habían desaparecido; podía respirar y me sentía tan bien como de costumbre! Obviamente, el hacer todo ese tapping para Noodle lo había hecho para mí también. El hecho de que estuviera fuera de peligro inmediatamente ayudó, por lo que pude relajarme. A la mañana siguiente me di cuenta de que la supuración casi se había parado. ¡Noodle se tomó dos desayunos abundantes, se dio la vuelta y se recuperó rápidamente durmiendo!
¡Las maravillas de EFT!
Baerbel Froehlin, CHt. /HypnoCoach, EFT-ADV
Traducido por EZ