Un cariñoso relato de Martín Zepeda compartiendo su experiencia con EFT para ayudar a su hijo tranquilizarse en condiciones difíciles durante una crisis de depresión. Martin muestra cómo incluso sin una formación o experiencia extensa en el uso de EFT se pueden lograr resultados sorprendentes. Gracias por compartir, Martín. Escribir a Martin.
Por Martin Zepeda López
Quiero compartir la siguiente experiencia acerca del uso de EFT en otras personas. No es algo nuevo seguramente pero me tocó vivirlo y experimentarlo de primera mano.
Tengo un hijo de 22 años que padece de cierto grado de depresión y aunque está tomando medicamentos bajo prescripción médica, tuvo una crisis sin saber las causas que la generaron. Revisé si había tomado sus medicamentos en sus horarios y cantidades y fue correcto, no había razón aparente para esta situación.
Cuando me presenté a verlo, luego de llegar de viaje, lo noté mal e inclusive su caminar y actitudes, indicaban un familiadesajuste emocional característico de una crisis de su depresión.
Su mamá y yo hablamos con él, lo tratamos de tranquilizar y razonar con él mediante charla y explicaciones a sus cuestionamientos acerca de cuestiones de la vida y acerca del comportamiento de las personas.
Ante la nula respuesta a nuestras peticiones de calmarse y relajarse, su mamá lo intentó tranquilizar de diferentes maneras, con palabras, abrazos y luego de consultar al especialista le dimos medicamentos para dormirlo y tranquilizarlo.
No hubo respuesta favorable a los medicamentos o palabras que le expresamos inclusive la crisis se agravó poniendo en riesgo su integridad física y estuvimos a punto de llevarlo al hospital a petición mía.
Su doctor nos pidió esperar a que las medicinas hicieran efecto pero la verdad, no fue así y solo empeoraba al grado de no poder controlarlo; en verdad fue una escena que no quiero repetir ni deseo le pase a nadie.
Lo subimos a la planta alta para tratar que descansara pero no lo logramos, inclusive su doctor le incrementó los calmantes y en verdad les digo, no le hacían efecto, fue una situación muy complicada para todos.
Luego de un rato y solo escucharlo hablar pero continuar muy agitado y exasperado, su mamá lo abrazaba y hablaba para calmarlo sin lograr resultado alguno.
Subí a ayudarla pero lo que vi, me preocupó mucho más, imagínense un muchacho de 22 años, fuerte y en crisis tratando de sujetarlo y calmarlo…!!! Me costó mucho trabajo que me escuchara y que no se agitara, de hecho nunca me escuchó ni se calmó; fue cuando decidí aplicarle la técnica de EFT para liberarlo de las emociones negativas que tenía y sentía y que lo estaban lastimando.
Como pude, aunque no se dejaba fácilmente, inmediatamente le apliqué el tapping en los puntos ya conocidos: en la ceja, a un lado del ojo y abajo del ojo, bajo la nariz y barbilla, clavícula y costado, no lo pude hacer en la coronilla de la cabeza.
Lo inicié y aunque no había resultados continué haciéndolo con fe y paciencia, fue hasta el 4º intento en que noté cierta mejora, al no poder hacerle que repitiera las frases necesarias, acompañé esta actividad haciéndole algunos susurros arrullándolo y diciendo las frases en mi mente y en algunas ocasiones con voz suave.
“este sentimiento que tengo, lo suelto y lo dejo ir”
“esta molestia que siento, la suelto y la dejo ir”
“estas emociones que siento, las libero y las dejo ir”
“este enojo que tengo, lo suelto y lo dejo ir”
“esta energía negativa que me está afectando, la suelto y la dejo ir”
“quiero estar bien, quiero sentirme bien y me acepto como soy”.
Mantuve el ejercicio por varios minutos. Ante la gravedad de la situación no supe cuantas rondas le hice, pero como a la cuarta ronda, que no fue fácil porque no se dejaba tocar, empezó a tranquilizarse, a relajarse de manera lenta pero avanzaba en ello; pero en menos de un minuto volvía a inquietarse a lo que le repetía el ciclo y nuevamente se volvía a relajar; su intranquilidad fue disminuyendo hasta que finalmente y por increíble que parezca se durmió.
Al notar que ya no gritaba o se agitaba, su mamá entró en la recámara y se sorprendió mucho de lo que vio: un muchacho tranquilo y relajado intentando dormir. Su sorpresa se debía a que ella no pudo tranquilizarlo en las dos horas criticas que estuvimos con él. Me preguntó qué fue lo que le dije o hice: le expliqué la técnica de EFT mediante el tapping y quedó sorprendida por los resultados y claro, yo también.
Le expliqué los puntos meridianos energéticos del cuerpo y cómo son puntos que ayudan a nivelar la energía del cuerpo e inclusive a liberar la energía negativa como válvulas de escape. También cómo funciona y se aplica la técnica del tapping.
Quiero decir que, como lo indiqué en párrafos anteriores, he estado aplicando algunos ejercicios de manera regular para autoestima, negocios, tapping faster para emociones o sentimientos negativos, pero hasta que viví esta aplicación de forma clara y directa es que tengo una confirmación de su efectividad sobre un sentimiento real que fue desalojado mediante esta práctica.
No sé cuándo y espero que no se repita esta experiencia, pero si sé que la aplicación del tapping para trabajar la liberación emocional en cualquiera de sus manifestaciones, es una gran e invaluable ayuda.
Agradezco por el momento en que lo encontré y contacté con ustedes, así como el conocimiento que tengo de ello y por la información que continuamente recibo.
Aunque conozco el tapping y EFT desde hace algunas semanas , lo he estado practicando de manera regular apenas algunos días atrás, por la mañana antes de iniciar mis actividades. De hecho llevo conmigo siempre el mini-manual de EFT y una hoja con la receta básica.
“hombre prevenido vale por dos”.
Espero que esta experiencia les sea de utilidad para la difusión y validación de esta técnica entre la comunidad.
Reciban un cordial saludo. Atentamente
Martin Zepeda López.