El practicante de EFT alemán Horst Benesch no podía hacer superar a una mujer su ansia por las galletas (esto es habitualmente fácil de hacer) hasta que persistió con preguntas y descubrió el núcleo del problema. Una vez que el núcleo del problema se derrumbó con EFT, el ansia por las galletas desapareció. Este es un concepto importante que todos los EFTeros necesitan entender.
Por Horst Benesch (EFT Avanzado, Psicoterapeuta)
En un reciente taller de EFT, puse galletas en medio de las mesas y pregunté si había alguien que tuviera que comer irresistiblemente una de ellas. Una mujer de 42 años dijo que no se podía imaginar no comer esta galleta cubierta de azúcar hasta el final de esta mañana. Le dejé olerla y probarla un poco: calificación, un siete.
Hicimos tapping para el ansia, sin cambio, otra vez un siete. Usamos el punto del dolor, más énfasis: sin cambio. Le dejé morder un pedacito otra vez y le pedí que me describiera qué siente. Ella dijo que sentía una cierta sensación placentera de deshacerse en su boca. Hicimos tapping en “aunque sienta esta sensación de deshacerse en mi boca…”. Sin cambios, todavía un siete.
Luego le pedí que describiera este deshacerse más exactamente, cómo se sentía para ella. Ella dijo: “suave, cálido y dulce”. Y añadió: “esto es porque mi madre nunca me amamantó”. Quise engancharme a este argumento, pero ella lo rechazó diciendo que no era más que una broma. Sin embargo, le pregunté si era o no verdad. Ella asintió, su madre nunca la había amamantado.
Le dije que tomaba esta broma en serio porque tal vez ese es el camino por el que su subconsciente le engañaba. Así, hicimos tapping en “aunque mi madre nunca me amamantó y aunque por tanto hecho de menos esta cálida, suave y dulce sensación en mi boca…”
Después de una ronda de la receta básica, le dejé probar otra vez. Se quedó sorprendida e informó que esta galleta tenía un gusto más dulce pero que de todas formas se la comería.
Otra ronda de tapping y de nuevo a probar. Ahora informó que tenía un gusto desagradablemente dulce, y ya no quería más comerse la galleta. Como desafío, puse galletas directamente delante de ella toda la tarde. Ni siquiera sintió el más pequeño deseo por ellas.
Al final de este grupo, le pedí que probara un poquito. No le gustó: era demasiado dulce. Todavía debe hacerse un seguimiento.
Horst Benesch (EFT Avanzado, Psicoterapeuta)
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Traducido por Juan Carlos Vega – Escribir a Juan Carlos
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