por Christine Blanchet
Strasbourg, France
Esto me ocurrió en un momento en que había estado estudiando EFT y ya llevaba unos pocos años. Había tenido dificultades para convencer a los franceses, que son muy escépticos, y estaba a punto de renunciar a la idea de ser un practicante de EFT. Desde entonces, afortunadamente, los franceses son cada vez más abiertos con las técnicas como EFT.
Esta experiencia con Elaine, el gato de mi amigo, me dio una razón para seguir mi objetivo, y es por eso que lo llamo el regalo de Elaine. Al final de esta historia verán que ¡yo no era la única persona en recibir un regalo!
Tenía una cita para ir a tomar el té con un amigo de Susan un día.
Cuando llegué allí, Susan me dijo que Elaine, su gato estaba muriendo y que probablemente eran sus últimas horas. Su marido había llegado a la casa del trabajo ya que Elaine había tenido un ataque esa mañana. Ella no podía respirar ya que el cáncer había invadido la mayor parte de su cuerpo (vi los rayos x – impresionante). Corrieron para llevarla al veterinario para que esa mañana la pusiera a dormir pero ella había puesto tanta resistencia y armado tal alboroto en el coche que cuando llegaron al veterinario, quien ya había accedido con respecto a la eutanasia, no tuvieron el corazón para ponerla a dormir y la trajeron de vuelta a su casa.
John y Susan estaban sonrientes y amables, pero podía sentir su tensión y el dolor. Me dijeron que estaban preocupados porque su actuación fuera de egoísmo y no podían decir si ella estaba realmente teniendo dolores intolerables o si era el momento adecuado para ponerla a dormir, así que estaban en una confusión total.
Automáticamente pensé en EFT, pero dudé. Ya había tocado sobre el tema en una fecha anterior y realmente no había encontrado una apertura. Pero esta vez pensé, «¿qué?, esto es una crisis, ¡vamos por ello!» Así que les dije que había estado trabajando con esta energía en la que realizas tapping llamada EFT y que acababa de leer un artículo en el que explicaba cómo podría funcionar en animales también.
Por lo tanto, Susan dijo «OK, ¿por qué no intentarlo?
«Le dije que no tendría que tocar a Elaine o incluso verla. Ella no había estado en su lugar favorito, el sofá en la sala de estar, por más de una semana y había permanecido principalmente en un cojín bajo el radiador porque siempre tenía frío. Pero durante dos días ella había permanecido escondida bajo la cama detrás de algunos cuadros. Susan tuvo que agacharse y arrullarla para confortarla, pero ella parecía que quería estar sola. Susan dijo que esto le recordaba que los animales saben que van a morir.
Por lo tanto, nos fuimos a la sala de estar, justo enfrente del dormitorio, atravesando el pasillo. Nos sentamos en el sofá y le pedí a Susan que me ayudara a hacer una lista de las cosas que Elaine estuviera experimentando (todos los dolores, incomodidades, temores, las tensiones y las emociones). Le expliqué a ella que iba a imaginar que era Elaine y que haría tapping sobre mí misma por todo lo que ella podría estar sintiendo.
Imagen relacionadaAsí que Susan me dijo todas las cosas que podría estar sintiendo Elaine, así como el hecho de que odiaba ir en el coche y que realmente odiaba tener que tragar las píldoras que el veterinario había prescrito. También le sugerí cosas que le preocupan a John y Susan tales como:
A pesar de «Mamá» y «Papá» tienen miedo de que tenga mucho dolor…
A pesar de que tienen dificultades para dejarme ir…
Aunque están muy tristes porque estoy muriendo…
Aunque no saben si sería buena idea ponerme a dormir o no…
soy un gato bueno y mamá y papá me quieren mucho.
Mientras estábamos escribiendo esta lista, Frieda, su otro gato llegó y se mantuvo en maullidos y rozándose ella misma con nosotras, deseando atención. Ella nunca había llegado hasta mí en mis visitas anteriores ya que a ella le gusta permanecer sola, ¡pero hoy era extremadamente sociable!
Cuando terminamos nuestra lista, comencé realmente a centrar mi atención en Elaine y ver algunas fotos de gatos en la pared, pensé que tal vez me pudiera concentrar en uno de ellos y que me ayudara a conectar. Mientras utilizaba la frase de inicio, le pregunté a Susan si uno de esos gatos era de Elaine.
Había apenas terminado mi frase cuando Elaine caminó y se estableció en mis pies, casi acostada, como si estuviera diciendo, “Ok señorita, ¡estoy lista para que me hagas tus cosas!» Susan y yo estábamos ambas admiradas ya que nunca habíamos visto un gato moribundo acercarse a un extraño antes, ¡y sobre todo tumbarse a los pies de ese extraño!
Inmediatamente comencé a hacer tapping en mí misma y algunas veces simplemente tocando los puntos de EFT, pasando por cada elemento de la lista. La atmósfera en la sala volvió más y más pacífica mientras realizaba el tapping. Susan se sentó junto a Elaine y la estuvo acariciando suavemente y amorosamente durante todo el procedimiento. Realmente estuvo participando plenamente y sonriendo suavemente todo el tiempo. Toda la tristeza y angustia que ella había mostrado previamente había desaparecido.
Cuando hice tapping en Elaine sobre el tema de que no le gustan las píldoras, sentí una sensación apasionante en mi garganta y el pecho, por lo que empecé a decir «¡realmente detesto las píldoras!» y «me duele mi garganta y el pecho», hasta que esa sensación se fue.
Al principio, Frieda estaba sentada viendo la situación, observando atentamente mi cara, incluso cuando yo no estaba haciendo tapping en mi cara. Después se mantuvo frotando contra mí y Susan, exigiendo cariño y maullando y terminó metiéndose en mi regazo mientras continuaba con el tapping.
Durante el procedimiento, Elaine me miró de vez en cuando. Cuando había terminado con el tapping le dije a Susan, «OK terminamos ahora.» Justo en ese momento Elaine se levantó y se estiró y se quiso subir al sofá junto a mí, pero ella no pudo porque estaba demasiado débil, por lo que Susan la levantó y la situó junto a mí. Ella se acomodó y se quedó dormida pacíficamente.
Finalmente la dejamos allí para dormir y nos fuimos a la cocina por una taza de té. La atmósfera era mucho más pacífica e incluso John, que no había participado porque tenía trabajo, se veía más relajado. ¡Conversamos e incluso hubo unas buenas risas!!
Antes de que me fuera, entramos para comprobar cómo estaba Elaine. Ella todavía estaba durmiendo tranquilamente en el sofá y su respiración era mucho más relajada (¡John, el escéptico, fue quien señaló esto!)
Al día siguiente, Elaine había tenido otro episodio así que Susan y John decidieron una vez más llevarla al veterinario, pero esta vez decidieron que era realmente el momento para ponerla a dormir. Pero nunca tuvieron que tomar la decisión de hacerlo o no, porque esta vez Elaine murió pacíficamente en brazos de Susan en el coche camino al veterinario.
Mi más profundo agradecimiento a Elaine. Siempre que me siento desalentada, puedo sentirla dándome fuerzas y aliento para continuar.
Christine Blanchet
www.eft-liberation.com
Strasbourg, France
Traducido por Angélica Abascal