Pilar López es naturópata y entre sus muchas habilidades figura haber realizado toda su formación en EFT y ser valiente para aplicarla con sus pacientes. Cuando fue invitada a una escuela de Almería, al sur de España, a impartir formación de tapping en las aulas, tanto a alumnos como a profesores, no se lo pensó dos veces. Aunque a nivel personal y de consulta EFT es muy conocido en España, en niveles organizacionales no es así, como en otros países de nuestro entorno donde se enseña en colegios y hospitales.

Por Pilar Martín, de Valdepeñas-Ciudad Real-(España)

Escribe a Pilar

1ª PARADA

Esta aventura, este viaje, toda una hazaña por mi parte, comenzó el 17 de Octubre de 2014 en  el aula de Primaria de 5º y 6º de Alcolea, Almería. Fue una mañana muy interesante y mi primer contacto con un grupo de chicas y chicos y no os puedo negar mi expectación ante aquel reto. Pero, como todo en la vida, cuando se le pone pasión y empeño, fluye. Para realizar la práctica nos colocamos en círculo para vernos y así poder acompañarnos mejor. Ante la pregunta de ¿Qué os preocupa? Salieron varias propuestas: “ME PREOCUPA NO ATENDER AL MAESTRO, PORQUE LUEGO NO SÉ CONTESTAR” fue la más votada y por ello el motor para practicar la técnica de EFT. El experimento les gustó y lo disfrutaron. Pero lo mejor de aquello fue que semanas después una niña seguía repitiendo la técnica, de forma disimulada, en momentos puntuales y ante la pregunta del profesor ¿Por qué te haces EFT? La niña contestó: “Porque cuando me siento nerviosa hacer esto me tranquiliza”. Este puede ser un buen testimonio que avala esta técnica sencilla y amable que puede ayudar, incluso a niñas y niños, a sentirse más en calma ante cualquier incidencia que les preocupe, les cause temor…

2ª PARADA

El viaje con EFT continuó su andadura estando presente en la II Semana Cultural del IES CARMEN DE BURGOS, Huércal de Almería, del 23 al 25 de febrero de 2015, con el taller ‘VENCE MIEDOS Y PREOCUPACIONES’, en él participaron alumnas y alumnos de 1º, 2º y 4º ESO. Mañana intensa de trabajo, dar la oportunidad de que ellas y ellos manifiesten sus preocupaciones, sus miedos y puedan descubrir después de trabajar que, aunque el problema, la circunstancia continua…, su intensidad de malestar baja y experimentan la oportunidad de gestionarlo de otra manera, con menos sufrimiento… Los tres grupos tuvieron un eje común, la preocupación que producen los exámenes, con sus miedos, como: suspender, sacar mala nota, no estar a la altura de lo que espero de mí, comunicar notas…, suspensos a los padres Todo ello puede producir en el cuerpo: nervios, cambios en la alimentación, como más o no me entra nada, inquietud, tics nerviosos, pies y manos que vibran, se altera el sueño, cuesta coger el sueño, me despierto temprano y no me puedo volver a dormir, aumenta el sudor, me pongo roja, cambia la temperatura… A más inseguridad más miedo…

Ejemplo de una práctica concreta con uno de los grupos.

El grupo elige la frase: LA PREOCUPACIÓN POR MIS EXÁMENES ES TAN FUERTE QUE ME ALTERA… Fue valorada con un 8, en una escala de 0 a 10, ¿qué intensidad tiene ese problema en mí? Después de varias rondas de práctica, disminuye la preocupación, están más relajadas y relajados…, se sienten con más capacidad para resolver el conflicto con menos tensión. Baja el valor, ahora es de 4-5.

De este trabajo común sale una preocupación personal, un alumno expone: “Y cómo le digo a mis padres que he suspendido química con 4,55”. Invito al alumno a trabajar su problema y que el resto del grupo le acompañe, todas y todos otorgan y hacemos un trabajo de beneficios compartidos… Caso particular: afrontar, con responsabilidad, la comunicación con mis padres… El problema me inquieta, me altera. El examen estaba superado, ese día yo pensaba que sacaría un 7 y me dieron el papel con suspenso: 4,55, que me descompuso. A la pregunta ¿Qué sentiste?, responde que “Contradicción, frustración, impotencia. Me dieron ganas de llorar”. Valora su problema con 9, en una escala de 0 a 9. La frase que elige es: ‘Aunque no sé cómo decirle a mis padres que he suspendido química con un 4,55, sé que soy un buen chico y he estudiado. Aunque en estos momentos siento una gran preocupación…’ Después de varias rondas la valoración baja a 5. El alumno se muestra sorprendido de cómo esa preocupación, comunicarle a sus padres ese suspenso, ha bajado su intensidad y ve con más claridad y seguridad su capacidad para afrontarla.