Mi emotiva experiencia con los Niños con cáncer de Oaxaca – AHEFT

AHEFT

Publicado: febrero 23, 2021

Este es el primer artículo sobre la visita de Vera Malbaski a la unidad de oncología pediátrica del hospital General Aurelio Valdivieso de Oaxaca, México. Acompañó a Deborah Miller durante unos días viendo cómo trabaja con los niños con cáncer. Una experiencia realmente impactante.

Por Vera Malbaski

Durante mi reciente viaje a México, tuve el privilegio de pasar unos días en Oaxaca con Deborah Miller y acompañarla en sus visitas a la unidad de oncología pediátrica en el hospital General Aurelio Valdivieso. Fue una experiencia emocionalmente impactante y de contrastes extremos. Me resultó muy duro ver a estos preciosos niños sufriendo tanto, y a la vez alentador ver cómo después de hacer tapping salía su alegría innata y volvían a tener ganas de jugar y reír.

Desde septiembre del 2007, Deborah ha estado utilizando EFT con niños con cáncer con resultados significativos e incluso sorprendentes. Ayuda a los niños a superar sus miedos a las agujas, a las enfermeras, alivia las náuseas causadas por los tratamientos de quimioterapia, el miedo a estar lejos de casa y mucho más. También se benefician los padres y familiares permitiéndoles liberar sus preocupaciones, tristeza, miedo a las consecuencias de una enfermedad tan seria, la impotencia, etc. Las enfermeras utilizan EFT para el estrés que sienten por trabajar con niños tan pequeños con esta grave enfermedad, para mejorar las relaciones laborales e incluso en sus propias casas con su familia. Hasta los médicos están utilizando EFT para sus propios temas de estrés, ansiedad, frustraciones, etc.

Para poder hacer justicia a lo que vi, tendré que contarles la historia desde varias perspectivas. Este es el primero de varios artículos que tratarán el tema en detalle para poder darles una mayor comprensión de los efectos que está teniendo EFT y las otras técnicas que utiliza Deborah en tan extremas condiciones. Aunque en muchas ocasiones tuve que ausentarme para hacer tapping sobre mi misma por las emociones que provocaba cuanto estaba viendo, quiero intentar relatar mi experiencia desde una perspectiva objetiva sin centrarme excesivamente en las fuertes emociones que sentí. Sin embargo, es imposible hablar de este tema sin emocionarme. Espero poder encontrar un término medio.

Es difícil relatar con palabras toda la gama de experiencias y emociones que viví en los pocos días que estuve allí. Vi niños llorando de dolor, de miedo cuando las enfermeras se acercaban para ponerles inyecciones o canalizar para los goteros y transfusiones de sangre, la angustia, impotencia y preocupaciones de los padres – todo ello combinado con alegría, risas y juegos, que al fin y al cabo es el estado natural de un niño. Es como subirse a una montaña rusa de emociones, pasando de estar jugando y riendo con un niño, a la angustia de ver el pánico y terror absoluto de un niño que intentaba evitar que le hicieran una punción intratecal (lumbar), y tener que adaptar de una situación a otra en cuestión de segundos.

Quiero dejar claro que aunque EFT tiene unos efectos realmente útiles, no es una cura milagrosa. Los niños siguen sufriendo dolores, miedos e incluso siguen muriendo. Hay que aceptar la realidad de lo que podemos conseguir – que es mucho – sin pretender que vamos a aplicar EFT y todo se resuelve instantáneamente. La medicina energética – en todas sus modalidades – es un complemento inestimable a los tratamientos alopáticos y estamos convencidas que la comunidad médica llegará a aceptar la validez de EFT y otras técnicas como imprescindibles en la prevención y sanación incluso de estas enfermedades tan desoladoras.

La labor que hace Deborah está abriendo las puertas para ver y tratar enfermedades serias de una nueva forma más holística y gentil. Su trabajo posibilita despertar a la gente y abrir sus ojos a otras posibilidades. Creo que entre todos podemos hacer mucho por ayudar a expandir este enfoque a otros hospitales y centros para mejorar la calidad de vida de quienes se enfrentan a tan duras situaciones.

Mi primera impresión al entrar al hospital fue bastante impactante. No sabía qué me esperaba y reconozco que me chocó ver las condiciones en las que se encuentran los niños y en las que tiene que trabajar el personal sanitario. Me sentí como quien sufre un shock y la adrenalina sube para protegerse y mantener la sangre fría como reacción de supervivencia, dejando las emociones escondidas hasta que pase la emergencia. Intenté poner buena cara mientras estaba allí, pero al salir noté hasta qué punto me había afectado esa primera impresión.

Hay tan solo 11 camas en la unidad. Una habitación con 6 camas, otra con 3 y una con 2. Durante la semana en la que estuve allí, ingresaron 4 niños más que tenían que ser alojados en la unidad de pediatría pues no había sitio para ellos en la unidad de oncología. Comparten espacio adolescentes de ambos sexos con niños muy pequeños, sin privacidad ni espacio personal.

Las camas están prácticamente juntas, lo que imposibilita intimidad. Cuando se trabaja con un niño, a menudo ocurre que es obvio que hay algo que contar sobre traumas o abusos, pero no es posible dar voz a sus experiencias porque todos pueden oír. Esto hace que Deborah tiene que ser muy creativa en el uso de EFT, sustituyendo la descripción de los hechos con colores o símbolos para trabajarlos.

No hay sitio apenas al lado de cada cama para los padres, quienes tienen que dormir (o intentarlo) en sillas incómodas que caben justito entre una cama y otra.

Nada más entrar en el centro oncológico, conocí a Brenda. Una preciosa adolescente que acababa de ser sometida a una punción intratecal (lumbar). Estaba muy dolorida por el procedimiento – le habían tenido que pinchar 4 o 5 veces hasta poder insertar la aguja – y sin demora Deborah inmediatamente empezó a trabajar con ella para reducir su dolor. Su madre estaba sentada junto a su cama con cara de preocupación (como es lógico) y a la vez que Deborah hacía tapping con Brenda, yo empecé a hacerlo con su mamá. Después Deborah me contó que había surgido una tristeza ‘vieja’ de cuando Brenda tenía tan solo 11 o 12 años. Temas que normalmente serían tratados en privado, tienen que ser hablados en presencia de todos, enmascarados con palabras ‘código’ o hay que dejarlos para otro momento.

En unos pocos minutos, Brenda sintió alivio total de su dolor hasta el punto de quedarse dormida tranquilamente. Su mamá se quedó muy sorprendida por el alivio que sintió sobre su propio estrés, tristeza y preocupación y también se quedó tranquila viendo a su hija dormir.

Al día siguiente cuando volvimos, Brenda estaba sonriente y de buen humor y nos contó que había estado tranquila toda la tarde y hasta había hecho tapping con su mamá. Ese día no estaba su madre y al preguntarle dónde estaba me contó que vivía a unas 6 horas de viaje del hospital y que tenía otros hermanos que su madre tenía que cuidar. Se había ido a casa para ocuparse de ellos y poder regresar al día siguiente para pasar unos días con Brenda. Esto supone un gasto que a duras penas pueden permitirse, pues la mayoría de las familias con niños en este hospital son de medios económicos muy limitados y les supone mucho esfuerzo poder viajar entre casa y el hospital. Incluso muchos de ellos no tienen ni siquiera para comer mientras están ahí. Vi un día cómo la señora que llevaba la comida a los niños ofrecía lo que sobraba a las madres que de otra manera seguramente no habrían comido ese día. Preocupaciones realmente extremas que manejar encima del dolor emocional de ver a sus hijos tan enfermos.

Pasamos el resto del poco tiempo que estuvimos esa primera tarde saludando a otros niños y viendo si alguno necesitaba atención. Deborah entregó un par de Ositos Tappy a aquellos niños que no tenían uno en su cama. La mayoría de los niños ya conocen a Tappy y saben que pueden ‘hablar’ con él cuando están tristes o doloridos y les da una sensación de tener un amigo con ellos que les cuida.

Les dejo con este primer esbozo de mis experiencias hasta la próxima entrega en la que relataré cómo Deborah trabajó con varios de los niños por una variedad de situaciones.

Es admirable el trabajo y la dedicación tan cariñosa con la que Deborah afronta esta misión personal. Sin recursos económicos y sin cobrar por su labor, trabaja incansablemente día a día para mejorar la calidad de vida y situación de estos niños tan enfermos.

Deborah ha creado una serie de Teleseminarios en formato de entrevista en la que comparte sus conocimientos y consejos sobre cómo utilizar EFT para aliviar la situación física y emocional de los niños, sus familiares y el personal del hospital. Este material también resulta útil para los que tienen niños que no están enfermos, enseñándoles técnicas para ayudarles con los miedos y problemas cotidianos. Pueden adquirirlo en este enlace: http://www.elproyectooaxaca.com/

En esta página también podrán hacer tapping con unos vídeos que ha creado Deborah titulados “Los Niños son la Llave” – Dice Deborah: “Creo firmemente que los niños son la llave a la sanación verdadera. Niños sanos, emocional y físicamente, así como “niños interiores” saludables en el interior de los adultos, ayudará a este mundo a ser un lugar más cariñoso y sano en dónde vivir.”

Gracias Deborah por compartir conmigo tu labor de amor. Ha sido un verdadero honor.

Hasta la próxima entrega, les envío un abrazo cariñoso a todos.

Vera C Malbaski

Vera es Terapeuta Avanzada EFT y Reflexóloga. Es co-editora del Boletín EFT y miembro del Consejo Directivo de la Asociación Hispana de EFT. Creadora del blog de Compañeros de Tapping, siente pasión por su trabajo como facilitadora de sanación. Su profundo respeto por todos cuanto buscan su ayuda la permite ayudar a clientes sin juicio y de manera compasiva y gentil. Vera está basada en España y atiende a clientes en persona y a través del internet tanto en español como inglés e imparte cursos EFT. Pueden contactar a Vera por email o visitar su sitio web: http://www.veraeft.com

Deborah Miller es una experta experimentada de EFT con un doctorado en biología celular y molecular. Aplicando EFT en los niños ha llevado a la reducción de la ansiedad producida por la enfermedad misma, las agujas, el ambiente del hospital, el color blanco, así como los diversos tratamientos y cirugía. El uso de la EFT ha dado como resultado la reducción del dolor físico y emocional, dándoles una actitud más saludable y una mejor aceptación, su respuesta inmunológica ha mejorado, creándoles la esperanza de sanar y trayéndoles risas y alegría. La matriz que ha creado puede guiar a otros a utilizar de mejor manera estas técnicas en situaciones similares. Para aprender más del proyecto Oaxaca visita: http://www.proyectooaxaca.com/. Puedes contactar a Deborah por email o visitar su sitio web: http://www.laluzinterior.com

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