Javier Gómez nos relata cómo ayudó a una clienta a liberarse de 17 años de migrañas mensuales.
Por Francisco Javier Gómez Solorio
Este caso es de migraña de una persona de 49 años de edad. Tenía 17 años con migrañas recurrentes cada mes, poco antes de su periodo menstrual, en los últimos años ya era realmente intenso e insoportable el dolor. Tratándola sacamos la conclusión que había empezado esta afección cuando nació uno de sus hijos. Ella quería descansar y estar sola después de la cesárea de su hijo, recibió visitas de sus hermanas y sus cuñadas y se vio obligada a recibirlas. A partir de ese momento en su siguiente periodo menstrual empezaron las migrañas, así cada mes hasta que llegó EFT.
Todas las rondas fueron tratando su malestar y disgusto por sentirse obligada a recibir a su familia cuando ella deseaba sólo descansar y no saber de nada. La atendí en la cúspide de la migraña, cuando tenía en toda intensidad el dolor.
“Aunque me sentí obligada a recibir a mi familia, me amo y me acepto… etc., etc.”
“Aunque no quería recibir a nadie. me amo… etc.”
“Aunque estaba muy presionada por recibir a mis hermanas y cuñadas y eso me molestó, me amo y me acepto…”
“Aunque estoy enojada porque no deseo ver a nadie, me amo y me acepto…”
“Aunque me molesta, me molesta demasiado no estar en paz, me amo y me acepto…”
Cuando fue estas últimas rondas, empezó a vomitar de manera muy fuerte… hasta me asusté. Luego hicimos varias rondas de perdón a ella misma hasta que desapareció por completo la migraña.
Pasaron varios meses y volvió a tener migrañas, según su testimonio muy fuertes, de tal modo que su dolor le impedía trabajar y no salía hasta la tarde/ noche.
Como estaba ya enterado con los antecedentes del nacimiento de su hijo, deduje que tal vez sería algo relacionado con el área genital.
Resultó que sus migrañas sólo se presentaban nuevamente cerca de su periodo menstrual, uno o dos días antes de su ovulación. Cuando la atendí eran las 3:40 de la mañana; estaba realmente mal, muy mal. Deduje que tenía un miedo muy profundo, como ya no quería tener más hijos y no deseaba tomar ningún anticonceptivo por miedo a efectos secundarios, su miedo era a quedar preñada por estar en periodo de fertilidad. Cuando trabajamos este miedo, se fue la migraña de 10 a 4; para esto fueron sólo unas tres rondas de
“aunque tengo mucho miedo a quedar embarazada, me amo y me acepto completa y profundamente.”
Para esto, quiso descansar y ya no seguimos haciendo más rondas de tapping. Me retiré y regresé a las 8 de la mañana. Ya estaba en mejor disposición y trabajamos más miedos:
Miedo al rechazo de su esposo y miedo a la falta de comprensión de él, y un tema que me llamó la atención: miedo a ella misma, que tal vez no pudiera contenerse de tener relaciones sabiendo que estaba fértil. Todos estos miedos se eliminaron y la migraña desapareció; le quedó una sensación rara y la miré como estamos cuando decimos que estamos “modorros” como aletargada y muy relajada.
Hasta hoy no ha recurrido la migraña, espero que así siga.
Francisco Javier Gomez Solorio