Sócrates, afirmaba: «El temor a la muerte, señores, no es otra cosa que considerarse sabio sin serlo, ya que es creer saber sobre aquello que no se sabe. Quizá la muerte sea la mayor bendición del ser humano, nadie lo sabe, y sin embargo todo el mundo le teme como si supiera con absoluta certeza que es el peor de los males».

De entre los misterios que nos rodean, tal vez sea la muerte el más difícil de entender y manejar de manera positiva. Muchos enfermos en fase terminal se inhiben y ocultan sus sentimientos con lo que dificultan todo tipo de apoyo y se aíslan, esto algunas veces es consecuencia de las actitudes y comportamientos de las personas que los rodean.