Curtis Steele, Doctor en Medicina, Psiquiatra de Canadá, nos provee de esta fascinante “maravilla de un minuto” para un caso serio y prolongado de exhibicionismo sexual.
En esencia, una aplicación muy breve de EFT desenterró un “asunto central escondido” y resolvió por completo esta conducta inapropiada. El resultado fue tan completo que, después de 4 años, el cliente todavía sigue sin presentar compulsión alguna por actuar de esta forma.
Este es un caso perfecto para ser usado cuando alguien dice: “¿pero es duradero?” También resulta útil para ilustrar cómo EFT puede ser sorprendentemente efectiva incluso para asuntos muy difíciles.
Por Curtis A. Steele, DM
Un hombre profesional cercano a los cincuenta años de edad tenía un problema con una masturbación compulsiva que había persistido por más de 20 años. Él hacía esto furtivamente en lugares públicos donde podría ser visto, por ejemplo en tiendas departamentales, entre las filas de ropa. Su caso era muy complejo, con muchos asuntos emocionales adicionales a su exhibicionismo. Tenía un alto grado de motivación por resolver este problema en particular, debido a que amenazaba su carrera, había arruinado un matrimonio, y ahora amenazaba con arruinar otro.
Él había sido arrestado en los inicios de los años 80, y había sido sentenciado por la corte a someterse a terapia de condicionamiento de aversión, tal como ser expuesto a imágenes eróticas y posteriormente sufrir un choque de dolor. (Este tipo de tratamiento ha sido profundamente desacreditado desde entonces). Él recayó varios años después de eso, y llegó a mi cuidado cuando fue arrestado nuevamente. Empecé a tratar de ayudarlo, trabajando con él durante los ocho años siguientes.
Primero tratamos Depo-Provera (medroxyprogesterona), que estaba de moda para ofensas sexuales en ese entonces. “Funcionó” por un breve período, y después reportó estar exhibiéndose nuevamente.
Entonces hubo varios intentos con psicoterapia, aunada con el uso de medicamentos antidepresivos tales como los SSRI (Inhibidores Selectivos de Serotonina). Cada nuevo método parecía funcionar brevemente –el efecto placebo, sin duda. Estuvo en terapia grupal por algún tiempo, sin embargo, no manifestó tener una perspectiva mental psicológica en absoluto.
No pudimos encontrar ningún patrón discernible con respecto a su problemática conducta: la hacía cuando estaba deprimido, cuando estaba jubiloso, cuando estaba aburrido. La única constante parecía ser una recaída tarde o temprano.
Finalmente en 1999, le dije que me gustaría probar esta nueva terapia que había estado utilizando, y procedí a introducirlo a EFT. Una mueca de cinismo apareció en su rostro, pero accedió a cooperar con el procedimiento. La frase de preparación fue “Aunque tengo este problema, me acepto completa y profundamente”.
Su cínica sonrisa continuó hasta que llegamos al punto de la clavícula, donde apareció una expresión alarmada en su rostro y exclamó: “¡Se ha ido!”
“¿Qué se ha ido?” le pregunté. Él respondió que había tenido un sentimiento peculiar de congoja, profundamente en su pecho, desde los 12 años de edad, cuando su madre lo había sorprendido masturbándose y ¡había amenazado con cortarle el pene con un hacha!
Entonces hicimos tapping para esa experiencia traumática y no tenía congoja alguna restante. No fue necesario repetir el tratamiento de EFT después de eso, ni se requirió de otra terapia. Regresó un mes más tarde y dijo que ya no había sentido más la compulsión. Incluso había ido a uno de sus antiguos lugares preferidos y había tratado de masturbarse, pero la emoción había desaparecido, por lo que se abstuvo y regresó a casa.
Continué viéndolo ocasionalmente después de eso, y aún cuando tuvo varias crisis mayores de vida las manejó exitosamente. En los cuatro años desde el tratamiento con EFT él ha estado asintomático por completo.
Resulta interesante que él había reportado la amenaza hecha por su madre años antes en terapia, pero en ese entonces su afectividad había estado disociada, y él se presentaba con una sorprendente negación ante el esfuerzo de efectuar la exploración psicológica. El uso de EFT en 1999 descubrió la experiencia emocional en su intensidad completa, misma que pudo disolverse, finalizando así el problema.
Curtis A. Steele, DM
Traducido por Ana Paula Aguirre Hall Escribir a Ana Paula