¿Qué había realmente detrás de esos antojos?
Hola a todos,
Disfrutarán de este artículo de Shelley Malka. Ella ayudó a su cliente a llegar a las verdaderas cuestiones emocionales detrás de los antojos que no terminaban de irse. Por favor tenga en cuenta cómo ella maneja esto, aun cuando ella no sabía realmente cuál era el asunto. Ella dice, «le dije, «Así que ahora que usted sabe de qué se trata, puede hacer tapping para eso sin mí, y ya no tiene que comer para olvidar.» Ella se rió de nuevo. «Me siento muy aliviada. Siempre me asombra como nunca se trata del pastel o el chocolate, ¿no?» Le dije adiós a Odette y miré mi reloj. La sesión completa había tomado aproximadamente 15 minutos. Y yo nunca llegué a saber cual era el “asunto”.”
Hola Gary,
La siguiente historia demuestra claramente lo que usted ha dicho siempre: que cualquier deseo o adicción no tiene que ver con el objeto que deseamos en absoluto. Por el contrario, el objeto deseado es el sustituto de la sensación de ansiedad que se encuentra por debajo de la adicción. Una vez que tenemos acceso al sentimiento rechazado o prohibido, el ansia desaparece como por arte de magia. Y Ud, terapeuta o ayudante no tiene que saber lo que realmente pasa para que este proceso funcione de maravillas. (Tenga en cuenta que he usado un acercamiento un tanto informal aquí, lo que permite que mi intuición me guíe.)
Odette era una clienta que yo conocía bien. Ella me llamó por teléfono un día pidiéndome por favor ayuda para trabajar con su ansia de chocolate y pastel que había sentido en los últimos días. La intensidad de esto había aumentado mucho y ella sabía que no podría aguantar mucho tiempo por sí misma sin hacer volar su dieta. Ella había hecho tapping constantemente, pero no lograba llegar hasta aquello que estaba claramente sosteniendo su antojo.
«¿Qué fue lo que desencadenó esto?» Le pregunté. «Usted ha estado mucho mejor con el chocolate y las tortas recientemente». «Lo sé», dijo. «Por eso estoy tan frustrada. Simplemente no logro manejar esto y las ansias están aumentando» «Ok», le dije. «Sólo vayamos al punto karate y comencemos».
Aunque no sé lo que desencadenó esto… yo lo estaba haciendo bien… haciéndolo mucho mejor… y entonces en los últimos días no he sido capaz de sacar la torta de mi mente… y el chocolate… no sé por qué…
Nada emergía y buscando una puerta para entrar, le pregunté si sentía antojo justo entonces. Ella dijo, «No, ahora no, pero sé que si yo no estuviera en el teléfono con usted, me iría directo al chocolate».
No tienes el ansia ahora, tal vez porque yo estoy aquí y tu te sientes segura». La dejé hacer su tapping en esa toma de conciencia por un momento. «¿Cuándo tuviste esta ansia? ¿Podrías permitir que tu mente interior vaya a donde estabas, a lo que estaba ocurriendo la primera vez que te percataste de ese sentimiento de necesidad de pastel?» Tapping.
«Bueno creo que la primera vez que empecé con este deseo de pastel yo estaba en el coche. Si hubiera habido un lugar donde comprar chocolate, creo que hubiera parado ahí mismo.» «Ve a ese momento,» le sugerí: «simplemente estar en el auto y permitir que aflore ese sentimiento… estoy en el coche… solo haz tapping en todos los puntos en el coche y de repente quiero pastel… de repente estoy buscando alrededor un lugar para comprar chocolate. «Su nivel de intensidad estaba entre 5 y 6 en una escala de 0 a 10.
A pesar de que estoy en un 5 o 6 en este momento… Y no sé de qué se trata…
Aunque se esta intensificando, sé que es bueno, que es por eso que la llamé por teléfono – para averiguar qué es esto…
En ese momento, ella irrumpió en llanto. «Creo que sé», dijo. «No puedo creer que sea esto… Yo no tenía idea. No puedo creer que sea esto… pero eso es lo que viene». Hicimos algunas rondas de tapping en «esta toma de conciencia… este darse cuenta». Luego dijo, «¡y es una situación de pérdida!» De inmediato la refiero de vuelta al punto de Karate.
Aunque es una situación perdida…
Aunque no importa lo que haga, voy a perder…
Hicimos un poco de esto. Yo no añadí nada. Quería que lo que fuera que necesitaba saliera a la superficie, aflorara hasta la conciencia. Hicimos tapping sobre los sentimientos que surgieron. Aunque estoy asustada…
Siempre que hay un temor, tenemos miedo de afrontarlo – el miedo del miedo como esto es llamado con frecuencia – por lo general sostenemos una creencia subyacente de que si sabemos que es ese miedo, no seremos capaces de hacerle frente… Así que lancé esto en:
Aunque estoy asustada, y no sé si puedo manejarlo… Y que me hace anhelar chocolate y pastel
«Así es, ¡NO LO HAGO!» Más sollozos. Aquí yo retrocedí para dejarla procesar los pasos e integrar las partes cuando viajamos en redondo por los puntos:
Es una situación perdida y estoy asustada porque no sé si puedo manejarla… no importa lo que haga, voy a perder y no sé si puedo manejar eso… eso me hace anhelar chocolate y pastel porque estoy tan preocupada por esta pérdida… quiero llenarme con chocolate y torta.
«¡Cualquier cosa!» lloró. «¡Incluso pollo y patatas!» Bueno, este era un nuevo aspecto que no había comprendido antes, por lo que la llevé de vuelta al punto Karate:
Aunque esta pérdida me hace anhelar cualquier cosa, incluso pollo y patatas y es todo para mantener baja mi ansiedad…
Esta ansiedad que no puedo manejar mis sentimientos acerca de esta pérdida… calmar esta ansiedad con cualquier alimento para que pueda obsesionarme acerca de la alimentación y de mi peso en lugar de hacer frente a esta pérdida ansiedad. (Recuerde, yo conocía los asuntos de Odette y habíamos hecho muchas cosas de este tipo antes).
«Sí, eso es lo que hago, bien.» Pero ella estaba definitivamente más tranquila después de haber comprobado la cuestión que sustentaba su antojo. Así que me lancé en una declaración de opciones. Yo no estaba seguro de si era el momento correcto, pero tomé la oportunidad.
A pesar de que hago esto, ¡yo elijo sorprenderme al encontrar una forma creativa de resolver este problema!… Elijo permitir que esto sea fácil.
Chequeamos su antojo. Ella estaba todavía en un 4 o 5 en una escala de 0 a 10, aunque había dejado de llorar. «Es porque no he encontrado todavía el núcleo», dijo. «Y yo estoy ansiosa al no encontrarlo.» Hicimos mucho más tapping en esto – para calmarla, para volver su ansiedad ok, para impugnar la hipótesis en su mente inconsciente de que no podía manejar la pérdida (independientemente de que no se me había dado ninguna pista). Le pregunté como estaba el ansia y ella dijo que todavía estaba en 4 o 5 de cada 10… «porque no sé cómo lo tomará él.» Aquí estaba otro aspecto que se deslizó fuera, de manera aparentemente inocua como para hacernos creer que ella lo había conocido desde el principio.
Aunque no sé cómo lo tomará él… Sus lágrimas y sollozos comenzaron de nuevo.
Aunque no tengo ni idea de cómo se lo tome él… y esa es la verdadera preocupación, la ansiedad real… hasta ahora no me he permitido saber cuán ansiosa estoy respecto de esto… yo tenía miedo de no ser capaz de manejarlo… yo realmente tenía miedo a saber esto, porque parece demasiado grande para mí… Y yo agregué: Y elijo sorprenderme a mí misma. ¡Y A EL!
«¡Oh, eso sería agradable!» Entonces ella rió. «Sabe», dijo, «Cuando usted lo dijo, yo vi una forma de hacerlo más fácil». Ahora su voz era suave y más flexible. Las cosas habían cambiado. Por lo tanto, chequeamos su ansia una vez más. «¡Está mucho mejor!» dijo. «¡Ya no necesito más el chocolate!»
Le pregunté que podría hacer ella para volver atrás ese deseo, ya fuera por chocolate, o torta o de pollo y patatas o por cualquier cosa. Le hice hacer las imágenes más grandes y más brillante y oler el chocolate en su mente… pero el ansia se había ido. Por otra parte, Odette no sólo sabía que ahora podría manejar sus sentimientos acerca de cómo él tomaría esto, sino también la pérdida. Ella había encontrado una manera de que fuera más fácil.
Le dije, «Así que ahora que usted sabe de que se trata, puede hacer tapping para eso sin mí, y ya no tiene que comer para olvidar.» Ella se rió de nuevo. «Me siento muy aliviada. Siempre me asombra como nunca se trataba del pastel o el chocolate, ¿no?» Le dije adiós a Odette y miré mi reloj. La sesión completa había tomado aproximadamente 15 minutos. Y yo nunca llegué a saber cual era el “asunto”.
Gracias, Gary
Shelley Malka
Traducido por Ana Maria León – Escribir a Ana Maria
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