Este artículo escrito por Nancy Morris, trata de un tema franco y atrevido. Para aquellos lectores interesados, ya que dirige su atención al tema de reencontrar el “placer perdido”.
Por Nancy A. Morris, EFT-ADV
Tengo 60, ya he pasado la menopausia y se han terminado mis bochornos. Así que hice un montón de cosas ricas. La Sexualidad siempre me ha interesado, tanto intelectual como físicamente. Si quieren saber los hechos, lean lo siguiente, si no sáltense al siguiente párrafo.
En 1988 comencé a asistir a “Talleres de Sexo, Amor e Intimidad” a través del Instituto de la Conciencia Humana. En 1992 comencé a hacer prácticas con ellos y a ayudar en los Talleres, labor que hago hasta la fecha. Después en 1993, aprendí de la Universidad de More y de sus conocimientos y dedicación hacia las cosas que otorgan placer, tomé varias de sus clases las cuales culminaron cuando asistí a su clase de “La Expansión del Potencial Sexual” la cual requirió de un gran compromiso a largo plazo, mucho dinero (miles), y sesiones semanales entre TRES maestros y yo (¡qué proporción de maestros por estudiante!)
Al mismo tiempo, un notable maestro de Tantra me propuso que enseñáramos juntos los principios del Tantra y las propuestas más modernas de la Universidad More, para complementar así una y otra. Enseñamos talleres dirigidos a mujeres, llamados “Auto Encenderse”, talleres para parejas acerca de cómo darse placer entre ellos y experimentar más placer personal y enseñamos un Taller de Tantra a través del Instituto de Conciencia Humana, al cual asistieron 100 personas que recibieron estudios hilarantes. Como ven, el Sexo ha sido importante en mi vida.
Incluso, durante los años que duró mi menopausia cuando estaba padeciendo bochornos frecuentes y brutales, mi libido permaneció constante. Pero, hace como 9 meses, las cosas realmente comenzaron a cambiar. Ya no pensaba más en sexo todos los días, mi interés había decaído. El placer sensual ya no me sonaba tan seductor. Mi amor y yo seguíamos sintiéndonos cercanos y queríamos el contacto físico, pero nos dimos cuenta que ahora el leer en la cama tenía más atractivo que anteriormente.
Cuando hacíamos el esfuerzo de sobreponernos al letargo y acercarnos sexualmente, se sentía como que era un trabajo. Y hace como 6 meses, para mí se volvió difícil, y rápidamente imposible el tener un orgasmo en la relación sexual (lo cual en el pasado me sucedía el 95% de las veces y era mi preferido). Bueno, llegamos a la conclusión de que estábamos envejeciendo y que era lógico que las cosas cambiaran. Mientras lográramos tener sexo placentero, no importaba el cómo y lo aceptábamos. Siempre disfrutábamos el sexo oral y para mí era una fuente confiable de tener un orgasmo. Eso estaba muy bien.
Bueno, aquello sólo duró pocas semanas y luego, ya no hubo orgasmos de ninguna forma. Tal vez esto sea común para alguien que haya pasado por la menopausia y no use hormonas, aunque sean hormonas bio-idénticas, ya que tuve cáncer de pecho. Platicamos acerca de está pérdida. Lloraba frecuentemente y sentía que llorar esta parte de mi vida era lo apropiado, ya que era increíblemente triste para mí.
Lo lloraba con mi pareja, con amigas que estaban pasando por cambios similares. Sentía como si fuera el fin de mi vida tal y cual la conocía. Era muy duro de aceptar, y aun así trataba. Mi pareja y yo, ocasionalmente, hacíamos el amor dulce y lentamente, pero siempre terminaba frustrada y él también, ya que sentía que no me podía ayudar. ¿Cómo, entre toda la gente, me había pasado esto a mí?
Luego pensé –yo sé como hacer EFT. Lo he estudiado, he tomado talleres, obtenido mi Certificado Avanzado y he visto resultados asombrosos en muchas áreas. Su fundador, Gary Craig, dice, “pruébenlo en todo”. Así que comencé a estudiar mis creencias acerca de la sexualidad y a hacer tapping todas las mañanas, cerca de 4 a 5 minutos, en Aunque ya he pasado por la menopausia y ya no siento más el ímpetu sexual…
Después de algunos días de estar haciendo tapping, fui capaz de definir mejor que estaba pasando conmigo y encontrar mi lenguaje interno (las palabras que realmente utilizo cuando hablo conmigo misma) y ajusté el tapping a,
Aunque ya no soy caliente…
Aunque ya no me puedo venir…
Exploré los posibles beneficios secundarios que pudiera tener. ¿Sentía, de alguna forma descanso, ya que el camino de mi sexualidad se había acabado? ¿Me permitía esto demostrarle algo a mi pareja acerca de las ocasiones en que él no mostró interés y yo sí? (solía decirle que debíamos disfrutar cada momento mientras pudiéramos “hacerlo”), ¿Me gustaba pertenecer al club de las mujeres menopáusicas, las cuales parecía que tenían experiencias similares? Si esto me sonaba cierto en alguna forma, hacía tapping en ello.
Después de andar en esto durante una semana, decidí añadir una afirmación de “elección”. De nuevo me tomó algunos días encontrar el lenguaje correcto y honesto para mi frase: Elijo sentirme hermosa, sexy y cachonda.
Después, siguiendo el consejo del manual de Lindsay Kenny, decidí preguntarle a mi cuerpo qué es lo que en realidad quería y añadí, Le pido a mi cuerpo que tenga orgasmos deliciosos y satisfactorios.
En la mañana, antes de levantarme de la cama, hago lo siguiente:
Una ronda de Aunque he pasado la menopausia y ya no puedo venirme…
Después una ronda de Elijo sentirme hermosa, sexy y caliente.
Después una ronda final de Le pido a mi cuerpo que tenga orgasmos deliciosos y satisfactorios.
Hice tapping en los puntos usuales y añadí uno arriba de mi hueso púbico, en el centro del bajo abdomen. Cuando hago tapping en esa zona siento la vibración en mi vagina lo más profundo que puedo.
Durante el día hago de 3 a 5 minutos, mientras estoy sentada y haciendo los ejercicios Kegel. Digo las mismas frases que en la mañana, pero siento la sensación de las contracciones en mi vagina mientras hago el tapping. Esto parece ayudar a que se conecten los puntos de tapping con la sensación placentera de los ejercicios Kegel.
Algunas veces lo hago mientras manejo. Otras mientras estoy sentada durante la meditación. Al acostarme, hago un set final de respiraciones (2 minutos).
Después de hacer esto por menos de un mes (en total 10 veces al día), sentí suficiente confianza para intentar hacer el amor de nuevo (aunque tenía miedo de frustrarme y desilusionarme). En esta ocasión, hacer el amor fue fácil y relajado y tuve (fácilmente) un gran orgasmo con sexo oral.
Cuatro días después, animada por mi éxito, me di un baño y me puse un pequeño brasier de satín blanco y pantaletas tipo tanga (para respaldar aquella afirmación de “elijo sentirme sexy, hermosa y caliente”). Cuando mi pareja llegó a casa yo estaba en la cama con unas velas encendidas. Nuevamente me sentí relajada y más confiada, hicimos el amor y tuve un orgasmo increíblemente delicioso sólo con la relación sexual. Guau. Estoy realmente emocionada con las habilidades que EFT tiene para ayudar a la libido y al orgasmo y quiero compartirlo. Ahora estoy formando un pequeño grupo de “estudio” para trabajar durante un mes, y haré un reporte de los resultados en ese tiempo.
Nancy
Traducido por Laty Naime