Es de admirar cómo Roseanna Ellis se dirige a este jovencito y cómo prueba lo bien que funcionó EFT. Después de recibir EFT, el chico le dijo a su madre:»Mamá, toqué la tierra y ni siquiera me quiero lavar las manos. ¿Puede venir Roseanna otra vez la semana que viene?”.
Por Roseanna Ellis
Mientras trabajaba con una mujer que tenía un dolor en el pie derecho con un nivel de intensidad de 10 en una escala de 10, me contó que tenía un miedo inmenso a estar sola. Tenía cinco hijos. Me dijo: “Cuando mi marido se tiene que marchar por viaje de negocios, lloro durante semanas antes de su partida porque estoy aterrorizada de estar a solas”.
Su hijo de once años entró en la habitación saltando y quejándose que su pie derecho lo estaba matando. Ella le dijo que se marchase y me contó que su hijo tenía un sinfín de miedos. Dijo que estaba preocupada por él, porque se iba de campamento y le temía a todo. Todo tenía que estar limpio y aseado o le entraba el pánico.
Ya había usado EFT por el dolor de su pie y me preguntó si podría volver al día siguiente para trabajara con los temores de su hijo. Le preocupaba que no me dejase trabajar con él, así que le pedí que le dijese que vendría a trabajar en su pie, y así lo hizo.
Al llegar saludé a Jimmy (no es su nombre verdadero). Él se mostró tímido y muy nervioso, pero muy educado. Le dije que había venido a curarle el pie como hice con su madre y él aceptó. Mientras trabajaba en su pie decidí explicarle que EFT era una técnica para controlar el dolor. Tenía un poco de aprensión a que le tocara la cara pero los resultados le impresionaron mucho: el dolor pasó de 8 en una escala de 0 a 10, a 2 de 10 en 10 minutos.
Esto abrió las puertas para trabajar con EFT en algunos de sus temores. Le pregunté a qué le tenía miedo y me dijo: “a todo”. Cuando le pregunté si tenía miedo de ir al campamento, comenzó a inquietarse y contestó todo nervioso: “Sí, porque me temo que todo estará asqueroso, habrá suciedad e insectos por todos lados, tendré telas de araña en la cara por la mañana, las abejas me perseguirán y me picarán”. Durante mucho rato siguió contándome nervioso todas las cosas que le producirían estrés en el campamento. Le pregunté si tenía miedo de estar solo; se puso triste y admitió que sí. Indicó que todos los asuntos eran de intensidad 10 en una escala de 0 a 10. Empezamos a hacer EFT con los siguientes asuntos:
Aunque todo en ese campamento está sucio asqueroso…
Aunque los insectos me caminarán por encima…
Aunque tendré telas de araña en la cara cuando me despierte cada mañana…
Aunque las abejas me perseguirán y me picarán…
Aunque tengo miedo de estar a solas, con tres docenas de niños a mi alrededor… Se rió.
Trabajamos con cada asunto hasta que todos se redujeron a un nivel de intensidad de 0 en una escala de 10. Hicimos un descanso para que me mostrase fotos familiares que tenía en su teléfono móvil porque sentí que eso es lo que necesitaba. Normalmente me dejo llevar cuando se trata de niños. Se subió a la mesa y trabajamos de nuevo en su pie. Esta vez el dolor se redujo a 0 de 10. Caminó un poco y comprobó cómo estaba el pie. Estaba muy contento con los resultados.
Yo quería hacer una prueba con su tema de la suciedad para comprobar si de verdad estaban a cero, así que le dije que necesitaba que caminase descalzo por fuera para comprobar su pie, y él aceptó. Caminó por la hierba, por el camino de entrada y por la tierra. Cuando le hice darse cuenta dónde estaba parado se echó a reír. Cogí un poco de tierra y se la enseñé. Él la miró con curiosidad, la cogió de mis manos y dijo: “Tiene una sensación agradable”.
Corrió hacia la casa entusiasmado para contarle a su madre su aventura en el exterior. Le dijo: “Mamá, he cogido la tierra y ni siquiera me quiero lavar las manos. ¿Puede venir Roseanna otra vez la semana que viene?” El dolor de pie de la madre se había reducido el día anterior a 2 de 10 en una escala de 10. Aceptó que volviese a la semana siguiente para hacer tapping en su temor a estar a solas.
Roseanna Ellis
Traducido por Ana Saval-Badía – Escribir a Ana
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