Este caso de David Hignett del Reino Unido muestra un vínculo muy claro entre el SII y los problemas emocionales no resueltos. Podría interesarte el mostrarle este artículo a tu médico. Por favor, consulta con tu doctor en todas las cuestiones médicas.
Por David Hignett
Hola Gary,
Para mí fue muy interesante esta exploración y la resolución de situaciones enterradas en un caso de Síndrome de Intestino Irritable o SII y la adquisición de libertad emocional en una serie de aspectos que habían durado toda la vida. Fue también una valiosa experiencia de aprendizaje. Para mí, los principales puntos que destacó, fueron: el uso del lenguaje, el énfasis emocional, el inmediato alivio físico, sin tener que establecer la causa subyacente antes de empezar y la (muy suave) «Me pregunto…» Como trabajador social en el Reino Unido durante muchos años, he utilizado ampliamente este último en la terapia hablada, como una invitación a explorar y parece que se transfiere muy bien a las frases preparatorias de EFT.
Hace poco estuve en una reunión de un día completo, que tenía un propósito diferente, aunque conseguí mencionar EFT (como lo he hecho frecuentemente, desde que me llegó el otoño pasado). Estoy profundamente agradecido a Gwyneth Moss, Master en EFT, por haberme dado este regalo, apoyarme y guiarme en su desarrollo.
Durante la hora del almuerzo Lorena, un miembro del grupo, se me acercó y me preguntó si creía que hacer tapping podría ser eficaz con el SII: ella había estado bastante mal la semana anterior en el trabajo, con obstrucciones intestinales y en el mejor de los casos, luchando para administrar su día. Ella había sufrido de SII durante tres años, habiendo superado la bulimia que había padecido por veintitrés años. Ella tiene treinta y siete años, está divorciada, no tiene niños y su trabajo es muy exigente.
Tuvimos un total de cuatro sesiones con intervalos aproximados de dos semanas y todos excepto la primera, por teléfono. Creo que ninguna de ellas, individualmente, duró más de veinte minutos. Durante la primera sesión empecé – con su permiso – haciendo tapping en ella: parecía asustada y necesitada de contacto. Nos concentramos en las sensaciones físicas como ella las describía (por ejemplo: «taponeada»). Luego hizo tapping continuamente en ella misma y yo haciendo tapping con ella y las cosas que surgían, como «Tengo que retenerlo en mi interior» y «da miedo dejarlo ir». A continuación, hicimos la frase preparatoria, «Y yo me pregunto si también da miedo retenerlo y me pregunto si podría ser seguro dejarlo ir». Después de dos rondas la cara de Lorena lucía menos contraída, sus hombros relajados y dijo que necesitaba ir al baño.
Dos semanas después me reporté a un mensaje de texto que dejaron, mientras mi teléfono estaba apagado: habían enviado a Lorena (acompañada) del trabajo a casa, con fuertes calambres en el estómago. Dijo que le dolía el abdomen, la hacía doblarse, sentía debilidad en su lado izquierdo, le dolían los ojos y tenía miedo de lo que podría suceder ya que iba en aumento. Así que hicimos, «Aunque (los síntomas y el temor) y no sé de que se trata, me pregunto si es seguro saberlo y dejarlo ir». Nuevamente hicimos tapping continuamente e hicimos frases preparatorias conforme los aspectos surgieron, como: «se siente como que he sido apuñalada en el corazón y la daga empujada hacia abajo», «Mamá estaba demasiado ocupada comiendo su helado para hablar cuando llamé por teléfono», «Siempre he estado en segundo lugar y tengo que mantener todo adentro».
A continuación, surgió un gran problema familiar que acordé no divulgar, pero que varios aspectos explican los sentimientos de Lorena respecto a estar en segundo lugar y nos preguntamos si ahora está bien dejarlos ir y permitirle la entrada a la Luz, ya que ni ella ni su madre podían haber cambiado la situación. Concluimos con Lorena diciendo alegremente mientras hacía tapping, «Me siento muy bien dejándolo ir: se termina ahora». Ella dijo sentirse relajada y sin dolor.
De nuevo una llamada, Lorena enviada a casa desde el trabajo, diciendo que se sentía muy mal y estaba escribiendo en su cama, con calambres en el estómago y la sensación de tener alfileres y agujas clavados. Mientras hacíamos tapping respecto a los síntomas el dolor disminuyó, pero la angustia no tanto y ella lloraba diciendo «tengo tanto miedo de comer» y “no ser culpable». Hacer tapping al respecto trajo avances limitados (creo que eran demasiado vagos). Entonces se me ocurrió (con retraso) que ella suele decir «me importa una mierda», así lo hicimos «Aunque me importa una mierda, me pregunto si puedo amarme, aceptarme y perdonarme y también a los demás». Seguimos haciendo tapping con Lorena gritando, «A mi realmente, realmente me importa una (¡diferentes variaciones!) mierda», hasta que comenzó a reír. Entonces sugerí, «¿Me pregunto si realmente me importa una mierda y puedo dejar ir que me importe una mierda?», así que hicimos una ronda de tapping a ese respecto, Lorena diciendo, «¡Sí, yo lo hago y yo puedo y yo lo escojo!» (Gracias, Patricia Carrington, por Elecciones)
Ella se calló y, a continuación, dijo en un tono de sorpresa que se sentía como si estuviera cocinando una cena para ella misma. Un momento después dijo, de manera casual, que recordó que su ex marido había telefoneado por la mañana temprano y que sentía que era la causa del problema. Le pregunté si necesitábamos hacer tapping al respecto y ella dijo, no, no hay una carga asociada con esto.
En el último período de sesiones, Lorena llamó diciendo que tenía miedo (que una obstrucción intestinal) se estuviera generando nuevamente y no sabía por qué y que hacer su propio tapping no arrojaba luz alguna. Así que hicimos, «No entiendo… e invito y abrazo la claridad del conocimiento de esto». (Gracias, Carol Look, por este planteamiento.) Sólo puedo decir que Lorena entonces lo recogió y corrió con el dejándome atrás y que maravilloso fue (!!!) Conforme hicimos una ronda de tapping, el tema de ser controlado surgió: el dinero, la libertad, la Madre, dos hombres «mierdas arrogantes» que no mostraban respeto. Lorena llegó a la percepción de que había sustituido en primer lugar la bulimia y, a continuación, el SII como opciones a los controles externos. Llegamos a la conclusión con su decir, «No es mi culpa y regreso todo y me perdono a mí misma y a ellos».
Entiendo que después de utilizar EFT, ella tiene un movimiento intestinal diario sin esfuerzo. Ya no experimenta los agudos calambres y ha dejado de tomar las bebidas de fibra que su médico le recomendó originalmente. Si tiene hambre, come lo que elige en lugar de temer las consecuencias de adicionar contenido a sus intestinos. Mi sentir es que el factor más importante aquí es una reducción sustancial y estable en su nivel de ansiedad e intensidad acerca del posible estreñimiento. Ella confía en que puede manejar la situación con EFT y es una persona más feliz sintiendo que su vida no está regida por el SII.
Lo anterior podría haberle tomado a Lorena siglos (al menos) eliminarlo y un montón de agonía, si sólo hablara de ello. Graves impulsos suicidas podrían haber ocurrido también. Como posdata, más recientemente Lorena tuvo la preocupación por una sensación de hinchazón y de que SII pudiera volver: hacer tapping le permitió descubrir por sí misma que la situación era puramente hormonal y transitoria. Asimismo, en breve tomará una capacitación en EFT con el fin de ayudar a otros.
Luminosas Bendiciones
David Hignett
Traducido por Rosario Cortes