Hola a todos /as

Trabajar con niños a menudo presenta oportunidades para trabajar con padres y otros hermanos también. Sugerir que los padres y otros miembros de la familia aprenden lo esencial de EFT, les permite ayudar a sus hijos a resolver sus asuntos, y usualmente acaban beneficiándose a sí mismos. Tapping familiar… podría ser una nueva moda.

Por Michael Carr-Jones

Hola Gary,

Hasta ahora he utilizado EFT con diversos niños. El primero y más importante fue un chico de diez años, que tenía miedo de ir a la escuela porque sufría acoso por ser aplicado. Utilizamos EFT para mejorar su confianza hasta el punto en que fue capaz de hacer caso omiso de los acosos y pasar de largo sin implicarse. Es capaz de ir a la escuela y siente que puede hacer frente a la mayoría de situaciones. Su hermana mayor, de 16 años, lo acompañó a la sesión y ahora los dos, junto con su madre, hacen tapping cada vez que lo necesitan, con lo que logramos tres por el precio de uno (compre uno y llévese dos gratis).

Entonces un antiguo compañero de trabajo de mi mujer se puso en contacto conmigo porque su hijo no podía dormir sin la luz encendida o bien acababa en su cama. También presentaba un miedo patológico a las arañas. Vino con su madre, que también tenía miedo a las arañas (al igual que su padre) e hicimos una sesión estupenda. La madre también perdió el miedo mientras el chico joven hacía tapping, se apuntó al final de la sesión. Al día siguiente, la madre me llamó para contarme que el chico había dormido con la luz apagada y que se había encontrado una araña en el baño; la madre la había quitado y él se había sentido bien. La mujer volvió a llamarme el fin de semana para confirmar que todo iba bien.

Personalmente, me encanta trabajar con niños porque son mucho más receptivos al tratamiento que se les ofrece, por curiosidad natural supongo, aunque debo confesar que tuve una niña de 8/9 años, acompañada de su madre, y que no había forma humana de que cooperara para hacerme feliz a mí o a su madre.

Con mis mejores deseos,

Michael Carr-Jones

Traducido por Eva Llobet Martí

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