Steve Wells nos relata una historia sumamente personal de pena y dolor sobre la muerte de su padre. A través de muchas lágrimas y tapping aprende cómo su dolor fue un regalo.
El día de Navidad hace dos años atrás mi padre falleció de un infarto cardiaco. Debido al feriado, su funeral tuvo que ser postergado por aproximadamente una semana y yo debía dar el panegírico en representación de mi familia. El problema era que cada vez que pensaba sobre lo que podía decir, yo comenzaba a llorar. Al haber hecho mucho EFT en mi vida hasta ese momento, ya no tenía temor de sufrir emociones o de mostrarlas, y no me importaba si otros me veían llorar.
Sin embargo, deseaba ser capaz de decir lo que quería decir y ofrecerle tributo a la vida y los logros de mi padre de una manera apropiada. Debido a la intensidad de las emociones que me provocaba aun el pensar en hacer el panegírico, me empecé a preocupar porque no iba a poder hacer mucho más que quedarme parado allí balbuceando entre lágrimas.
Cada día, cuando salía a hacer mi caminata matutina, pensaba en lo que podía decir en el panegírico. Mientras tanto, hacía tapping en los puntos de EFT continuamente al mismo tiempo que caminaba sollozando por la calle con lágrimas rodando por mis mejillas. Mayormente me encontraba ajeno a quien pudiera estar pasando o no, y me mantenía concentrado en mis propios pensamientos y sentimientos. No había necesidad de repetir una frase recordatoria o concentrarme en qué decir, yo estaba bien y verdaderamente “sintonizado” en mis tristes e intensos sentimientos todo el tiempo.
Resultado de imagen para dueloUn día, mientras caminaba haciendo tapping, sentí una pena y tristeza enorme que se movía a través de mi cuerpo como una ola. A medida que pasaba, algunos recuerdos increíbles y visiones reveladoras vinieron a mi mente, y recibí el impacto de un torrente de muchos sentimientos diferentes simultáneamente. Con la pena y la tristeza también vinieron la alegría, el orgullo, el asombro y hasta el entusiasmo.
La mejor forma de describirlo es así: lo mejor y lo peor, juntos. De repente me di cuenta que mi pena era un regalo, y a medida que el tapping ayudaba a la aflicción a moverse como una ola a través de mi cuerpo, el paquete de energía emocional, onda, o lo que fuere que era, me estaba informando, ayudándome a aceptar a la persona que era, donde estaba y de donde venía. A medida que mi mente se movía fácilmente a través de los varios recuerdos de mi vida, súbitamente tuve algunas nuevas revelaciones increíbles sobre mi rol y la relación de mi padre conmigo, y la vida de mi padre en general. Comencé a verlo a él y a mí mismo en una nueva luz. En cierta forma, cuando ahora miro hacia atrás, me doy cuenta que finalmente empecé a crecer. Es increíble que haya sido la muerte de mi padre lo que me ayudó a lograrlo.
Mientras caminaba y hacía tapping, y en el mismo instante en que recibía el impacto de esa mezcla emocional múltiple, me di cuenta de algo más: iba a estar bien cuando hiciera el panegírico. Si yo lo permitía y no trataba de detenerlas, las ondas de pena y dolor que surgieran pasarían como esta. Lo único que yo debía hacer era quedarme allí y dejarlas pasar, y luego podía continuar con mi homenaje. Y eso es exactamente lo que ocurrió.
En los próximos días de caminata y tapping preparé un tributo a la vida de mi padre muy adecuado, y cuando llegó el momento de darlo, fui capaz de hacerlo como yo lo había deseado, reconociendo la vida maravillosa de mi padre y su contribución. Sé que él hubiera estado orgulloso de lo que dije y de quien yo era mientras lo decía. El día que estuve en el podio y enfrenté la emoción y la situación que surgió, dejé que fluyera y me cubriera, y no tuve temor. Más que nunca, sentí que mi padre estaba conmigo ese día, y que finalmente estábamos de acuerdo.
Desde entonces he tenido experiencias similares (casi todas como resultado de un periodo de tapping) que me han enseñado el valor real de nuestras emociones negativas. De hecho, ahora creo que este es uno de los significados verdaderos de libertad emocional. No me refiero a libertad que puede surgir de reprimir emociones sino a la libertad de dejar que las emociones nos conmuevan, fluyan y nos informen – sin tener que tratar de evitar que lo hagan.
La emoción puede ser considerada como un paquete de energía, información que necesitamos procesar para manejar las situaciones que se nos presentan y que nos permiten ir hacia delante en nuestra vida. Cuando el paquete de energía emocional se mueve a través de nosotros y lo procesamos con éxito, entonces estamos informados, iluminados y tenemos el poder de tratar con lo que es. Cuando se bloquea o rehusamos aceptarlo, enfrentarlo o manejarlo, nuestras perspectivas y estado de conciencia se congelan también.
Al rehusar atravesar el portal emocional nos relegamos al nivel de tener miedo de nuestra propia experiencia. El gran poder de las maravillosas Técnicas de Energía como EFT es que pueden ayudar a facilitar este procesamiento emocional y llevarnos a nuevos niveles de entendimiento y desarrollo personal.
Steve Wells
Traducido al castellano por Laura Livov Escribir a Laura
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