Muchas gracias a Sandra Rosano por enviar este útil artículo. Deberá motivarnos para ayudar con EFT a aquellos escépticos difíciles de convencer.
Por Sandra Rosano
¡Buenos días Gary!
Sólo quise compartir un maravilloso milagro al minuto. He estado usando EFT ya por muchos años, tanto para mí como para mis amigos. Sólo he estudiado lo básico en algunos talleres. Hoy, tuve una de mis más excitantes experiencias.
Trabajo en una compañía mediana de electrónica, rodeada de ingenieros, técnicos y otras varias personas no particularmente interesadas ni involucradas en medicina alternativa o complementaria. Vi a uno de mis compañeros de trabajo, quien parecía haber sido golpeado en la cara. Su rostro estaba un poco hinchado, sus ojos rojos y llorosos, por lo que no podía caminar erguido ya que no podía ver bien. Se veía fatal.
Aparentemente tenía una alergia que, dada la estación del año, me tomó por sorpresa. Pero también sé que sufre de alergia en primavera. Nunca lo había visto a él, o en realidad a ninguna otra persona, reaccionar tan drásticamente. Los medicamentos no le han ayudado, y los que toma son sedantes. ¡Dormirte en el escritorio no es una gran manera de impresionar al jefe!
Dijo estar suficientemente desesperado como para intentar cualquier cosa en este momento (¿no te encanta cuando dicen eso?). Nunca en el pasado había aceptado mi oferta para hacer EFT, así que me lancé ante esta franca invitación. Lo conduje a otra parte, más calmada, de la oficina y le pedí que imitara lo que yo hacía.
Le pregunté cuál cosa era la que lo enloquecía precisamente en ese momento. Dijo que la irritación en los ojos. No había cesado de tallarse los ojos desde que inició nuestra conversación. Hicimos tapping una ronda completa por “esos ojos irritados”. Una ronda completa y su rostro regresó a un tono rosado normal, y sus ojos dejaron de llorar y no estaban tan enrojecidos.
Le pregunte ¿en una escala del 0 al 10, qué tan mala es la irritación ahora? (supe que estaba al tope en la escala al iniciar, y no quise perder tiempo). Dijo, con gran sorpresa, que estaba alrededor de un 5. Hicimos otra ronda, y se veía mucho mejor. Sus ojos todavía se veían un poco cansados pero notablemente mejorados. Hicimos la rotación de ojos del piso al techo, y terminamos ahí.
Me esforcé en no mostrar mi excitación, ya que estaba insegura de cuánto podría durar, pero estaba muy contenta de que él ya pudiera funcionar de nuevo. Tres días después, todavía estaba bien.
Es un hombre totalmente desinteresado en cualquier cosa como EFT, y aun así, estaba tan impresionado con los resultados que me preguntó dónde podría aprender a hacer eso él mismo. Te aseguro que éste es el verdadero milagro al minuto.
Saludos,
Sandra Rosano
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Traducido por Sandra Figueroa Sosa