Un serio dolor en la vesícula biliar erradicado – AHEFT

AHEFT

Publicado: febrero 22, 2021

Andrea Allen ofrece este primer caso de un estudio de tres historiales mostrando cómo pudo ayudar a su clienta a encontrar la causa raíz por su grave problema de vesícula biliar que tenía desde hacía tiempo. EFT no habí podido aliviar el problema anteriormente. Por medio de buenas preguntas y permitiendo que su intuición la guiara, Andrea pudo guiar a su clienta y resolver la causa subyacente. Su clienta por fin se da cuenta de quién está al mando aquí. «¡Soy yo y no mi vesícula biliar!»

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Por Andrea Allen

Una mujer de mediana edad, vamos a llamarla Nina a los efectos de este caso de estudio, se había acercado a mí para pedir ayuda en la identificación de formas para disminuir sus niveles de estrés que tendían a precipitar un serio dolor de la vesícula biliar. Al parecer, aunque sufría de episodios de inflamación de la vesícula biliar con bastante frecuencia, quizás una vez cada mes o así, no había encontrado un tratamiento que se ocupara de ello de manera satisfactoria.

Las visitas al hospital tendían a ser cortas e infructuosas – «Sólo tienes unos pocos y pequeños cálculos biliares. Hay otros en una situación peor que usted y estos son los que los tratamos con cirugía. Váyase a casa y siga tomando las pastillas.»

Los tratamientos alopáticos (modernos) de pastillas anti-inflamatorias no le sentaban bien a ella, su estómago los rechazó provocando episodios de vómito que acompañaban cada aparición de la enfermedad de la vesícula biliar. A menudo, esto significaba que ella también tenía que tomar una serie de otras pastillas para contrarrestar este desafortunado efecto, incluyendo una tableta para tranquilizar su estomago y así poder retener el anti-inflamatorio, y otra tableta para contrarrestar los efectos de la droga para tranquilizar el estómago. En total, tenía una bolsa con 6 tipos diferentes de pastillas para tratar su dolor de la vesícula biliar, y había estado buscando un método alternativo de control del dolor durante casi dos años.

Fuimos capaces de trabajar en este asunto en un momento en que pasaba por una recurrencia muy prolongada y dolorosa de su enfermedad. Estaba inquieta en su asiento, y de vez en cuando frotaba suavemente los costados como su área del abdomen y éste estaba hinchado y doloroso al tacto.

“He estado despierta desde la medianoche con el dolor. Han pasado casi doce horas y difícilmente he dormido. Sé que mi estómago está luchando para digerir la comida que comí ayer por la tarde, y eso fue hace casi 24 horas. Y en este momento estoy tan sedienta. Estoy deshidratada pues este episodio es tan malo que incluso he estado vomitando cada 4 horas el agua que trato de tomar. Simplemente no puedo soportar más este dolor.”

La clienta estaba familiarizada con el protocolo de EFT y durante los dos años anteriores había hecho tapping con frecuencia en «este ardor,» este “terrible dolor de estómago” “mi vesícula biliar inflamada” y otras frases. Sin embargo, nunca había sido capaz de deshacerse de las molestias a pesar de haber experimentado muchos éxitos con EFT en otras áreas.

“Por alguna razón, EFT no funciona en mis problemas de la vesícula biliar. Tal vez no es lo suficientemente fuerte.”

Establecimos que su intensidad estaba en un nivel de 10, y lo había estado por algunas horas. En un principio, tal como lo había experimentado en el pasado, el tapping no cambió nada en absoluto su intensidad de dolor de la vesícula biliar.

De hecho, en un momento se quejó de que la acción de tapping parecía aumentar el nivel de dolor – su intensidad se salió de control – y tuvo que ir al baño debido a una ola de náuseas particularmente mala.

Por lo tanto, ¡parecía que EFT en realidad la hacía sentir peor!

Fue en este punto que intuitivamente decidí explorar los motivos por los que su nivel de dolor subía y no bajaba al tratar de eliminarlo. Quería explorar las raíces de esta resistencia.

Entonces hice una serie de preguntas sobre las actividades y los sentimientos que estaba experimentando en otras áreas de su vida, y que ella podría haber sentido anteriormente en su vida cuando su vesícula biliar había estado mal.

Continuamos haciendo tapping a través de los Puntos de Atajo mientras hablábamos, cambiando el patrón sólo para invertir la polaridad de sus pensamientos que «tal vez EFT no tiene la fuerza» suficiente, y también para completar en el punto Gama-9 donde «la ansiedad» se identificó como uno de los factores que sentía.

Sé que tu estómago te duele, pero ¿hay otra área de tu vida donde se siente algo de dolor también? ¿Algo difícil en tu casa o en el trabajo, tal vez?

“Bueno, esta semana tengo en el trabajo mi reunión de evaluación anual y mi jefe probablemente, va a considerar promocionarme. Él dice que lo he estado haciendo realmente bien.”

Vale, estoy un poco confundida. Eso no es lo que generalmente se describe como una situación difícil. ¿Cómo te hace sentir en realidad? ¿Qué palabra usarías TU para describir cómo te sientes sobre lo que sucederá en el trabajo esta semana?

“No sé – es algo muy importante, así que estoy muy concentrada en ello en este momento de mi vida.”

¿La evaluación te tiene algo preocupada?

“No, no preocupada exactamente. Estoy segura de que va a decir cosas buenas porque he estado haciéndolo bastante bien. Mejor de lo que habían esperado. Pero me siento ansiosa.»

¿Ansiosa? ¿Alguna vez has estado en este tipo de situación antes, donde estás llegando a un punto culminante en tu trabajo o vida personal y has sentido este tipo de ansiedad?

“En realidad sí lo he estado.”

¿Alguna vez te sentiste enferma en esos momentos también?

Había una luz en sus ojos que delataba comprensión sobre esta cuestión.

“Sí, me ha pasado. Si pienso en ello, han habido bastantes momentos en que he pensado lo frustrante que es que este problema de la estúpida vesícula siempre aparece en los momentos peores de mi vida. Como justo antes de que voy a dar una presentación al equipo, o hacer una venta importante, o lanzar un nuevo proyecto. Me vuelve loca porque tengo que llamar antes diciendo que estoy enferma o salir temprano para ir al médico o el hospital para recibir tratamiento.”

Por lo tanto, ¿Qué parte de este tipo de situación crees es la que te hace sentir ansiosa?

«No estoy realmente segura. En este momento hay una gran reorganización de nuestro equipo. Se están deshaciendo de un montón de gente. Pero ya se que están decididos a que yo me quede. Él ya me lo dijo en privado. Y podrían promocionarme a mi y mi puesto a un nivel superior.»

Pero eso suena maravilloso! Te estás moviendo hacia una vida laboral nueva y más gratificante en la que serás capaz de hacer más, y otros te admirarán.

«Algunos de ellos ya me admiran. Eso es lo que me preocupa.»

¿Así que no es una cosa tan buena que los demás te admiren? ¿Puedes decirme por qué?

En este punto, pasamos un buen tiempo desmenuzando los detalles de una infancia que había estado plagada de críticas de los padres y acoso escolar.

«Odio cuando la gente me mira – cuando estoy «visible» ante otros. Siempre me siento como si estuvieran buscando cosas para empezar a criticarme o que van a usar para molestarme. La única vez que me sentí segura cuando yo era una niña era cuando estaba enferma, porque entonces todos en casa y en la escuela eran muy simpáticos y me dejaban en paz. Incluso si no me cuidaban muy bien, por lo menos dejaban de intimidarme.»

Entonces, ¿crees que podrías estar evitando «tener éxito,» debido a la aclamación que podría acompañarlo?

Esta pregunta en particular resonó con Nina y de forma destacada.

«¡Sí! No puedo soportar la idea de que todo el mundo me estará mirando y señalando y observando lo que estoy haciendo – aunque sea de una manera muy positiva en la que estén diciendo «Mira lo buena que es» o «Lo hace bien, ¿no?» Me da miedo que de repente podrían irse contra mí y criticar mi … no sé, mi trabajo, mis esfuerzos. ¡Podrían criticarme a mí! Así que prefiero seguir siendo invisible.»

¿Y cómo crees que estar enferma te permite ser invisible?

“Bueno, supongo que me da la excusa perfecta para desaparecer del foco ¿no? Quiero decir, sin ser criticado por abandonar el barco o no trabajar lo suficientemente duro, eso es. Nadie en el equipo puede culparme si no estoy allí porque no es como si yo eligiera enfermarme?»

No, no, por supuesto. ¿Por qué elegir estar enferma? A menos que, tal vez, tu subconsciente puede decidir de tu parte enfermarse?

«Tal vez.»

Y si así fuera, ¿cuál sería el motivo de hacer eso por ti?

«Bueno, supongo que sería la manera perfecta para mantenerme a salvo de algo que realmente odio – estar frente a una multitud que me señala. Sería una buena manera de «protegerme.» Por lo menos temporalmente. ¿Crees que eso es lo que está pasando? «

Revisé su escala de intensidad en este punto y había bajado a alrededor de un 9 durante esta realización (recuerden, ¡en cierto momento la intensidad se había salido más allá del 10!).

Decidí seguir adelante con el tema de su subconsciente usando la ansiedad para iniciar o empeorar su enfermedad, utilizando sus palabras «proteger» y «seguridad.» Por lo tanto, hicimos tapping en todos los puntos superiores del cuerpo de 20 a 30 minutos con las siguientes frases:

«A pesar de que mi cuerpo ha sido tan útil en mantenerme a salvo y protegida de los posibles intimidadores…

A pesar de que mi mente ha trabajado tan duro para protegerme de la crítica y la intimidación todo este tiempo…

Aunque mi vesícula biliar está tan hinchada y caliente que me obliga a dejar de trabajar y quedarme en la cama, donde estoy a salvo…

A pesar de que me he estado protegiendo de tener que enfrentarme a situaciones en las que voy a tener éxito y «estar expuesta» a un escrutinio arriesgado…»

«Yo me amo y me acepto profunda y completamente a mi misma y mis miedos, simplemente porque son una parte de mí…

Yo elijo aceptar que ya no soy una niña que no puede protegerse de aquellos que desean cuestionarme o criticarme …

Estoy dispuesto a reconocer que puedo defenderme yo misma y soy una adulta con derecho a responder…

Yo elijo soltar la necesidad de estar enferma y doy la bienvenida a mi bien ganado éxito con los brazos abiertos porque estoy preparada para ello ahora…

Yo elijo estar sana y sé que voy a estar a salvo porque soy una adulta y puedo hacer frente a cualquier cosa que me lancen…»

A los 30 minutos de haber descubierto la causa de su dolor, su estómago se había calmado, el dolor ‘feroz’ se había enfriado, y ella ya no estaba inquieta en su asiento. Su escala de intensidad bajó a 4 y luego a 2 y luego a 1. La sensación de náuseas había pasado y ella era capaz de hablar sin tener que inclinarse hacia atrás para facilitar el hinchazón abdominal.

Fue en este punto que finalmente pudimos buscar la forma para que ella controlara los factores de estrés en el trabajo que le causaron ansiedad y trabajar en llevarlos a una intensidad de cero.

Un punto interesante para finalizar; en un momento, en medio de este tapping continuo, el cliente experimentó una sensación de «luchar para dejar ir» de la ansiedad. Ella lo describió como «casi como estar en una lucha forcejeando con una parte de mí que decía «no, todavía no!» Y una última ola de náuseas (un síntoma de la enfermedad de la vesícula biliar) la recorrió antes de que su estómago se calmara y tranquilizara. No hay forma de juzgar objetivamente la razón de esto, pues EFT no se presta fácilmente para una medición precisa. Pero ¿tal vez era parte de la lucha inconsciente para «protegerla» antes de que finalmente le permitiera seguir adelante?

Desde ese momento, ella no ha tenido una recaída de la enfermedad de la vesícula biliar, pero reconoce que esto es en parte porque está teniendo mucho cuidado con lo que come y cuándo lo come. Ella también ha descubierto que sus niveles de productividad han aumentado, y concluye que esto es porque se siente menos «miedosa» de hacer las cosas bien y, posteriormente, destacar por hacerlo bien.

Seguimiento – 4 años después

Tuve la suerte de poder hablar con esta clienta y obtener un comentario más largo cuatro años más tarde. Me dejó saber que estaba encantada todavía con los resultados de su sesión de EFT.

Ella había tenido una recaída más de problemas de la vesícula biliar casi 18 meses después de nuestra sesión. Sin embargo, ella sentía que no era un problema ya que era obviamente causada por una noche de grandes excesos. Ella había descubierto recientemente el almacén de productos de panadería «Cinnabon” durante un viaje a los Estados Unidos y se excedió con los pasteles que ofrecen. Su comentario fue: «Hombre, yo realmente, comí más de la cuenta, pero sin pensar en las cosas primero. Tiene que haber por lo menos medio kilo de grasa pura en cada uno de los Bollos de Canela, por lo que me merecí absolutamente haber tenido una mala reacción.»

Se rió cuando dijo: «Creo que cualquiera se habría sentido mal si se hubiera comido cuatro de esas cosas seguidas!»

Aparte de este lapso no había tenido ningún problema más con su vesícula biliar en absoluto, que a su juicio rayaba en lo milagroso, teniendo en cuenta que antes de nuestra sesión de EFT había estado postrada en la cama y/o hospitalizada de forma casi semanal.

Sentía que su cuerpo había, según sus propias palabras, «por fin resuelto quién diablos estaba a cargo aquí. Y soy yo! No es mi vesícula biliar …»

Andrea L. Allen

Coach de Manejo del Estrés

Londres, Reino Unido

Traducido por Camilo Buitrago – Escribe a Camilo

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