Pam Powers nos trajo este fascinante efecto secundario de EFT. Ella dice. “Entonces, aquí estaba yo, trabajando en estos temas de la infancia, y en reconocimiento de que algún cambio profundo había ocurrido, simplemente apagué las telenovelas un día y nunca más volví. No hubo ‘abstinencia’, ni angustia, ni nada. Cualquier haya sido ese consuelo emocional o necesidad, ahora yo estaba ‘contenida y satisfecha’ de alguna manera, y simplemente se fue.”
Por Pamela Powers
Hola, Gary
Yo he mirado telenovelas casi toda mi vida. No era el tipo de adicción de “que nadie me moleste, está mi telenovela” en donde el mundo se paraba durante el día, pero de alguna u otra manera, yo estaba al tanto de lo que pasaba en mis telenovelas desde que recuerdo. En una época, hasta escribí una columna en La Revista de las Telenovelas y estaba en contacto con muchos de los actores de telenovelas de aquellos años.
A medida en que progresaba con más profundidad en EFT, no hice la conexión en ese momento, me había vuelto más y más descontenta con las tramas y los ‘negocios’ de las telenovelas, que retuercen historias y crean guiones extraños para tergiversar las cosas y sacar su propio provecho.
Recientemente, decidí trabajar un poco conmigo misma sobre ‘profundas heridas con mi padre’. He desarrollado una manera para encontrar el meridiano nuclear, de base, de una persona; aquél que funcionará para una persona sin importar la situación. Para mí, es el meridiano del estómago, el que estimulamos con el tapping debajo de los ojos. Cada meridiano tiene una dualidad de emociones, y las emociones del estómago son descuido, antojos, el no sentirse lo suficientemente bueno, angustia, sentir que uno no se merece algo, y lo que los chinos llaman “depuesto del cargo” o pérdida de identidad, y hasta obsesión o compulsión como extremo. Las emociones positivas son contención y satisfacción, sentirse merecedor, cuidado.
Escribí un guión incorporando EFT e hipnoterapia, enfocándome en ‘profundas heridas con mi padre’ y usé el meridiano del estómago para ayudarme a cavar profundamente en el tiempo y en las emociones del guión más rápidamente. Hice alrededor de 5 sesiones conmigo misma, usando EFT con visualización creativa, mirando temas como descuido y perdiendo identidad de ‘hija’. Sentí cierta sensación de conclusión y paré a las 5 sesiones para dejar que esto se procesara.
Si bien yo sentí que había ocurrido un cambio, no había señales reales externas de esto hasta que un día, cuando estaba yendo aceleradamente hacia la puerta para salir, me paré en seco y dije “¡Ay! Tengo que programar la VCR para las telenovelas.” Me quedé mirando la TV por un momento y dije “No, no tengo que hacerlo.” Dejé la casa y no he vuelto a ver telenovelas desde entonces. Dejé la adicción, así nomás.
Cuando más tarde evalué lo que había pasado, me di cuenta que uno de los grandes beneficios colaterales o secundarios de EFT es que toma recuerdos de incidentes aislados y comienza a juntarlos, realizando patrones más y más grandes, como quien dice, colocando las ‘piezas del rompecabezas’ donde van.
Recuerdo cuando tenía cerca de 5 años, mi madre entró en la habitación en donde mi abuela, sus amigas y yo estábamos sentadas hablando sobre los radioteatros. La recuerdo a ella contando la anécdota de que la horrorizó ver cuánto sabía yo sobre estos radioteatros a mi corta edad.
Después, a medida en que los recuerdos empezaron a juntarse, me di cuenta de que mientras que yo me encontraba en medio de estas heridas, me debo haber acurrucado en mi abuela mientras ella estaba escuchando sus novelas durante el día y que ellas se volvieron una contención emocional de las que dependí durante esos años para poder superarlos.
¡Oh! Sí, yo digo que los miro actuar a los actores, y me gusta poder ver a un actor en un papel actual y saber la historia de su carrera que comenzó en las telenovelas, pero tengo que admitir que eso fue un consuelo emocional, y si bien no me considero con una personalidad obsesiva/ compulsiva, ciertamente hubo algo de esto en algún grado en esta situación.
Entonces, aquí estaba yo, trabajando en estos temas de la infancia, y en reconocimiento de que algún cambio profundo había ocurrido, simplemente apagué las telenovelas un día y nunca más volví. No hubo ‘abstinencia’, ni angustia, ni nada. Cualquiera haya sido ese consuelo emocional o necesidad, ahora yo estaba ‘contenida y satisfecha’ de alguna manera, y simplemente se fue.
Dos años después, y no he vuelto a ver telenovelas y sé que no lo volveré a hacer.
Pamela Leigh Powers, CCHT
EFT Practitioner
Traducido por Patricia Carvia
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