Os agradeceré que estudiéis este artículo de primera de Lindsay Kenny. Detalla con maestría un dolor muy difícil e intenso que padecía el «Dr. Dave» y nos conduce a través de algunas estructuras del lenguaje de EFT que son de utilidad. También despliega enfoques de calidad para (1) descubrir un asunto de raíz y (2) comprobar sus resultados.
Por Lindsay Kenny
Hola Gary,
Quería compartir contigo y con tus lectores una sesión muy gratificante que tuve la semana pasada con un amigo muy querido. Se trata de un psicólogo brillante, un escritor de éxito y un maravilloso conferencista. El “Dr. Dave” aparenta ser un hombre muy equilibrado. Tiene éxito, es conocido y respetado, con una bella esposa, dos hijas brillantes y es, él mismo, un hombre creativo, atento y sensible.
Sin embargo, en su interior, el “Dr. Dave” tenía el corazón partido desde hacía muchos años, por la muerte de su hermano, “Dean”, quien había quedado enterrado vivo en una avalancha hacía 10 años. Aunque hace casi 20 años que somos amigos, nunca he sabido con exactitud lo que sucedió, porque el Dr. Dave ni siquiera podía mencionar el nombre de su hermano sin experimentar un dolor emocional tremendo. Rompía a llorar con sólo oír mencionar el incidente, el nombre de su hermano, o las palabras avalancha, Tetons o el esquí de fondo. Además, no le gustaba estar cerca de la nieve y era incapaz de hablar acerca de su hermano, aunque fuera de forma abstracta, sin llorar.
Aunque era obvio que se trataba de un recuerdo doloroso para él, el dolor parecía algo extremo, después de tanto tiempo, por lo que hacía años que tenía unas ganas enormes de hacer EFT con él. Para empezar, sabía que eliminaría su dolor, lo que le permitiría hablar acerca de su hermano y recordarlo sin llorar. Además, sabía que una vez que lo hubiera probado, sería un gran partidario de EFT. Era consciente, también, de lo escéptico que era respecto a este tema y me encanta cuando este tipo de persona llega a creer en ello. Esta semana, nuestras familias estaban pasando las vacaciones en el Lago Tahoe, así que tuve la oportunidad de verle varias veces y de mantener un par de sesiones con él.
Al tratarse de un tema tan doloroso para él, quería emplear la Técnica del Trauma sin Lágrimas que Gary desarrolló con tanta maestría y que utiliza habitualmente. Sin embargo, pronto me di cuenta de que no habría forma de abordar la cuestión de manera “subrepticia”, ya que el Dr. Dave se echó a llorar antes incluso de haber empezado la sesión. Independientemente de como abordara el tema, aunque fuera de forma vaga, diciendo “este incidente”, gritaba de forma terrible y el cuerpo le temblaba, sacudido por el dolor. Así que me limité a hacerle tapping, incluyendo la frase de preparación, que él era incapaz de decir por sí mismo.
“Aunque este incidente me resulta tan doloroso, me amo y me acepto completa y profundamente.”
“Aunque el simple hecho de pensar en ello me entristece…”
“Aunque sigo teniendo el corazón roto…”
Me limité a utilizar la frase recordatoria “este incidente”.
Se me rompía el corazón y quería que el tapping funcionara rápidamente, para aliviar su dolor. Tras una ronda el llanto cesó. Sin embargo, tan pronto como empezábamos otra frase de preparación, por inocua que fuera, se echaba a llorar de nuevo. Empecé a pensar que aunque dijéramos, “Aunque me gusta la mantequilla de cacahuete…”, lloraría de todos modos. Así que hicimos tapping una y otra vez y él lloraba, una y otra vez. Con cada ronda, parecía sentir alivio y sentirse mejor, pero seguía sin poder decir el nombre de su hermano o mencionar cualquiera de las palabras que disparaban sus emociones. Tampoco podía imaginar la “película” sin dolor, de 2 minutos de duración, acerca del incidente, sin ponerse extremadamente triste.
Entonces, como de la nada, mencionó que lo que le resultaba todavía más doloroso (no creí que fuera posible) era el suicidio de su madre cuando él tenía 22 años. Sin entrar en detalle, sólo comentaré que debido a aquella muerte traumática, se había prometido a sí mismo que algún día sería un padre más sensible y atento y un marido más cariñoso que su padre. Creo que entonces adoptó el rol del protector de la familia y se convirtió en una persona extremadamente sensible. En cualquier caso, dejamos de lado la cuestión de su hermano durante un rato y tratamos el suicidio de su madre con bastante rapidez.
“Hmmm”, pensé, “¿Qué está sucediendo?” Decía que la muerte de su madre era más dolorosa y, sin embargo, la superó en sólo un par de rondas. En cambio, seguía batallando con la muerte de su hermano. Así que, como suelo hacer cuando me encuentro en un punto muerto, le pregunté si en verdad quería superar el dolor por la muerte de su hermano, a lo que respondió con un débil “por supuesto”. Le apliqué el test muscular para esa afirmación y descubrí que no era cierta. Bingo. Presentaba un reverso psicológico respecto a querer superar el trauma. En su subconsciente, se aferraba al dolor como una forma de penitencia, ya que de algún modo se sentía responsable del accidente de su hermano. Le expliqué que se había convertido en una especie de “beneficio secundario” para él, algo que, como psicólogo, entendía perfectamente, aunque no creía que realmente ese fuera su caso. De cualquier forma, le pedí que hiciera tapping en el punto de karate, afirmando: “Aunque no quiero soltar la pena que siento por Dean, me amo y me acepto de todos modos” (se trata de una ligera variación de la frase de reverso habitual, que siempre me funciona). Tras repetirla 3 veces, durante unos 10 segundos, empezamos de nuevo con la secuencia normal.
En esta ocasión, empleamos la frase de preparación siguiente:
“Aunque continúo aferrándome al dolor y la pena por la muerte de Dean, me acepto completa y profundamente.” (Empezó a llorar de nuevo).
Utilicé frases distintas para cada punto, como frases recordatorias, del tipo “aferrarse al dolor”, “no querer soltar esta pena”, “relacionar la muerte de mi madre con la de Dean”, “no he sufrido el tiempo suficiente”, “sencillamente, me siento tan triste”, “echo de menos a mi hermano”, “puede que fuera culpa mía», etc.
Esta vez se calmó con mucha rapidez y situó su aflicción cerca del 3. Así que pasamos a hacer una afirmación de elección, siguiendo el método de la doctora Pat Carrington.
“Aunque me he aferrado a la pena por la muerte de Dean, me doy cuenta de que no fue culpa mía y elijo soltar esta pena y recordar a mi hermano sin dolor.”
Todo estaba fluyendo libremente, así que es posible que no recuerde con exactitud las frases que empleamos, o que me olvide de alguna. Me limité a seguir mi intuición y a observar a su mujer, para ver si seguía el camino adecuado.
Repetimos tres veces la frase preparatoria, con ligeras variaciones sobre el tema.
Entonces, en la primera ronda de tapping, utilizamos frases recordatorias distintas para cada punto, del tipo….
“me sigo aferrando a esta pena”, o bien
“esta pena restante (o culpa, pesar, dolor, etc.)”, e incluso
“murió haciendo algo que le encantaba”.
En la segunda ronda, alternamos aspectos negativos con positivos, del tipo
“esta pena restante” en un punto, y entonces
“elijo superar esta pena” en el siguiente, y entonces
“soltar la pena”, y en el punto siguiente,
“elijo recordar a Dean con felicidad”, etc.
Terminamos con una tercera ronda completamente positiva, con afirmaciones del tipo “elijo soltar este incidente”, “elijo dejar de sentirme culpable”, “elijo pensar en Dean sólo de forma positiva”, “sentirme bien al recordar a Dean”, “superar por completo este incidente”, etc.
Al finalizar las rondas, ya no hubo más lágrimas y el Dr. Dave me aseguró que se sentía estupendamente. Así que le pedí que me contara lo que le había sucedido a su hermano. Dijo, muy claramente, “mi hermano, Dean, murió en una avalancha hace 10 años.” Le sorprendió constatar que lo había dicho sin emoción alguna. Sin embargo, yo sentía que aún quedaba algo, pero él estaba demasiado cansado para hacer otra ronda, así que lo dejamos por ese día.
Unos días después, nos fuimos juntos de excursión e hicimos una última ronda utilizando únicamente la frase recordatoria “toda esta pena, aflicción y pesar restantes por la muerte de mi hermano.” Al finalizar la ronda, el Dr. Dave pudo contarme la morbosa historia por completo, de cómo su hermano quedó enterrado vivo bajo 40 pies de nieve y tardaron 2 días en encontrarlo. Me contó que Dean estaba marcando un sendero para poder llevar al Dr. Dave a hacer esquí de fondo y que él (el Dr. Dave) siempre se había sentido culpable por la muerte de su hermano, etc. Fue capaz de contarme la historia sin sentir dolor, pesar, pena o culpa alguna. Estábamos emocionados. Sin embargo, yo quería ponerlo a prueba para asegurarme de que TODO estaba bien, así que dije, bastante a mi pesar, “tuvo que ser una forma horrible de morir, ahí tumbado en la nieve, ahogándose”. Sabía que corría un gran riesgo y era algo horrible de escuchar, incluso para mí. Sin embargo, el Dr. Dave se limitó a decir “Ajá, seguro que fue horrible, pero no siento nada al respecto.” “Lindsay”, me dijo “¡es asombroso!! Jamás había sido capaz de decir algo así sobre Dean. Ahora puedo volver a disfrutar de mis recuerdos. ¡Y ahora, creo en EFT!” Más tarde, llegó incluso a hacer una broma acerca de su hermano y comentó que era algo que nunca podría haber hecho antes.
Y yo me sentí feliz. El Dr. Dave es una persona estupenda y me encantó poderle alegrar en cierta forma con EFT.
Lindsay Kenny
Traducido por Eva Llobet Martí