Resumen
Se necesitan protocolos para tratar a los veteranos con breves cursos de terapia, en vista de que muchos de ellos regresan de Irak y de Afganistán con depresión, ansiedad, TEPT y otros problemas psicológicos. El presente estudio de observación examinó los efectos de seis sesiones de EFT en siete veteranos, empleando un diseño de medidas repetidas, intra-sujeto, de series de tiempo. Se evaluaron los participantes utilizando un instrumento ampliamente validado, el SA-45, que dispone de escalas generales que miden la extensión y la gravedad de los síntomas psicológicos. También incluye subescalas para la ansiedad, la depresión, la conducta obsesiva-compulsiva, la ansiedad fóbica, la hostilidad, la sensibilidad interpersonal, la paranoia, la psicosis y la somatización. Se evaluó a los participantes antes y después del tratamiento, y de nuevo pasados 90 días. Las intervenciones fueron llevadas a cabo por dos profesionales distintos, empleando una forma estándar de EFT para abordar los recuerdos traumáticos del combate. La gravedad de los síntomas disminuyó de forma significativa un 40% (p<.001), la ansiedad disminuyó un 46% (p.001), la depresión un 49% (p<.001), y el TEPT un 50% (p<.016). Dichos beneficios se mantuvieron en el seguimiento que se realizó pasados 90 días.
Palabras clave: veteranos, terapia de exposición, depresión, TEPT, ansiedad, Irak, Vietnam, Técnicas de Liberación Emocional (EFT).
Dawson Church, Doctor, Linda Geronilla, Doctora Ingrid Dinter
Introducción
Están regresando un gran número de tropas desplegadas en Irak y Afganistán con problemas psicológicos. Los despliegues continuados multiplican el problema (Shanker, 2008), y los hospitales militares y los centros para veteranos se han visto con dificultades para tratar a dicha población, a causa del volumen de la misma, de la escasez de los tratamientos disponibles y del largo tiempo necesario para que un tratamiento sea efectivo. Tras el despliegue, el 49% de las tropas de la Guardia Nacional manifestaron síntomas psicológicos, al igual que el 38% de las tropas del Ejército y el 31% de los Marines (Defense Health Board Task Force on Mental HEalth, 2007). Actualmente, se receta antidepresivos al 12,5% del personal activo de servicio en Irak y al 17% del personal desplegado en Afganistán, según el Equipo Asesor de Salud Militar (MHAT-V). El informe de dicho equipo también refleja que el 17,9% arroja resultados positivos en lo que se refiere al estrés agudo, la depresión o la ansiedad (Oficina del Cirujano Jefe, 2008). En las dificultades del tratamiento concurren una serie de afecciones como la depresión, la ansiedad, el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) y las adicciones (Boston University, 2008). Breslau descubrió en 1990 que en el 83% de los casos la ansiedad y la depresión coinciden con el TEPT. Los datos más preocupantes son los que arrojan los medios de comunicación, según los cuales unos 120 veteranos se suicidan cada semana (CBS, 2008a, 2008b). Por todo ello, las terapias que puedan tratar de manera eficaz todas estas afecciones de forma simultánea, en un breve lapso de tiempo, resultan de interés para los investigadores (Tanielian, et al. 2008).
La terapia empleada en este estudio, EFT, ha resultado de utilidad en el tratamiento de trastornos de todo tipo basados en la ansiedad. EFT pertenece a una familia de terapias conocida como psicología energética; otras terapias pertenecientes a dicho ámbito incluyen la Terapia del Campo de Pensamiento (TFT), un híbrido holístico derivado a partir de EFT y EMDR (WHEE), y la Técnica Tapas de Acupresión (TAT). Un estudio de Rowe sobre 102 individuos pertenecientes a la población general (2005) puso de manifiesto que un taller de EFT de tres días disminuyó de manera estadísticamente significativa trastornos psicológicos de depresión, ansiedad, etc., además de reducir la gravedad y extensión de los síntomas. Dichos beneficios se mantuvieron durante los seguimientos a los tres y seis meses. Una replicación limitada de Rowe con 25 sujetos (Church, 2008a) arrojó descensos similares en los síntomas de afecciones concurrentes, y un estudio sobre 28 individuos en un taller de EFT para la adicción también mostró disminuciones en la ansiedad, depresión, fobias, paranoia y otras afecciones (Church, 2008b). Las observaciones clínicas de eficacia en el tratamiento de los veteranos de combate han hecho que EFT sea objeto de pruebas por parte del Servicio Nacional de Salud Británico (Brown, 2008; Deady, 2008). Un estudio piloto de los veteranos con TEPT tratados con EFT mostró mejoras estadísticamente significativas en los niveles de depresión, ansiedad, TEPT y sueño, tras una semana intensiva de trabajo con dos o tres sesiones diarias (Church, 2008c).
Se ha empleado con éxito EFT en el tratamiento de problemas como la fibromialgia (Brattberg, 2008), centrándose en los traumas emocionales que podrían estar asociados con los síntomas, así como para abordar una amplia variedad de síntomas físicos (Feinstein, et al. 2005). También se ha utilizado la psicología energética para tratar a las víctimas de guerra y de desastres naturales, y ha resultado eficaz a la hora de aliviar el impacto emocional de recuerdos traumáticos (Feinstein, 2008b). Diepold y Goldstein (2008) mostraron que el recuerdo del trauma provoca alteraciones en las lecturas del electroencefalograma (EEG), y que dichas lecturas se normalizan tras el tratamiento de TFT. Diepold y Goldstein descubrieron que los beneficios se mantenían en el seguimiento a 18 meses y los electroencefalogramas se correspondían con las autoevaluaciones subjetivas del estrés por parte de los clientes. Se producen reducciones en los niveles de cortisol, una hormona primaria del estrés, tras el tratamiento de EFT, acompañadas por mejorías en la variabilidad del pulso (HRV). El HRV y el cortisol son marcadores del estrés primario en una amplia gama de efectos genéticos, hormonales y neurológicos del estrés. Ambos están relacionados con cambios significativos en las afecciones tal como se mide en el cuestionario SA-45 (Church, 2008c).
Existe el riesgo generalizado de que el hecho de hablar acerca del trauma no conduzca a la desensibilización, sino a nueva traumatización (van der Kolk, et al., 1996). EFT minimiza este problema de seguridad, ya que los médicos observan una ausencia de abreacciones y de angustia en los clientes al emplear esta técnica (Mollon, 2007). Según un estudio de psicoterapeutas que emplean tanto la psicología energética como otros métodos como el EMDR o la Terapia Cognitiva Conductual, los médicos prefirieron emplear la psicología energética en los casos en los que se pedía a los clientes que rememoraran recuerdos traumáticos para resolver estos dilemas clínicos clave (Schultz, 2007).
EFT combina elementos de la terapia cognitiva, la intervención somática y la terapia de exposición breve. Una vez identificado el recuerdo traumático, el sujeto valora su intensidad emocional en una escala tipo Likert del 0 al 10, en la que 0 corresponde a la ausencia de malestar y el 10 el nivel máximo del mismo. Se trata de las Unidades Subjetivas de Malestar, popularmente conocidas como “SUD” (Wolpe, 1973).
Entonces se desarrolla una afirmación breve, individualizada, dividida en dos partes, para combinar el incidente doloroso con una declaración de auto-aceptación. Por ejemplo: “Aunque tuve que disparar al muchacho cuando se dirigía corriendo a mi pelotón y tiraba de la anilla de una granada, me acepto completa y profundamente”.
Mientras repite la afirmación tres veces, el cliente golpea con las yemas de los dedos de una mano varios puntos del cuerpo. A menudo, en momentos de estrés, muchas personas golpean o frotan, de forma inconsciente, dichos puntos, como los de la sien, el puente de la nariz o la clavícula. EFT organiza estos puntos naturales de reducción del estrés mediante un protocolo breve y estructurado. Los puntos a golpear se sitúan en la parte exterior carnosa de la mano; la parte interior de las cejas; la parte exterior del cuenco de los ojos; bajo la pupila del ojo; la parte central del labio superior, justo bajo la nariz; el centro de la barbilla, justo debajo del labio inferior; la parte interior del final de la clavícula; bajo los brazos. Entonces se golpean los puntos situados en la parte interior de las cutículas del pulgar y del resto de dedos de la mano. Es la llamada “ronda de tapping”. A continuación, el sujeto reevalúa su nivel de intensidad. Si no ha disminuido, se repite el procedimiento hasta que el número sea bajo.
EFT fue desarrollado por Gary Craig, como una forma simplificada de TFT (Callahan, 2000). Mucho se especula acerca de los mecanismos que explican su eficacia. Aunque los rápidos cambios terapéuticos que se han observado han llevado a los médicos a adscribir sus efectos a cambios en la “energía”, los siguientes autores destacan que determinados procesos biomédicos y psicológicos podrían explicar el alivio inmediato de los recuerdos emocionales intensos. Algunas autoridades atribuyen su eficacia a la ubicación de los puntos del tapping, situados en los extremos de los “meridianos de energía” identificados por la Medicina Tradicional China (Gallo, 1999). Otros sugieren, sin embargo, mecanismos biológicos más convencionales, como un incremento en la regulación de la interacción simpático-parasimpático, y del sistema hipotalámico-pituitario-adrenal HPA (Lane, 2006); un descenso en la hiperexcitación del sistema límbico y otras estructuras cerebrales que intervienen en la respuesta de combate o huída generada por la exposición al trauma (Feinstein, 2008a); cambios en la amígdala y la zona singular anterior del cerebro (Feinstein, et al. 2006); las propiedades semiconductoras del tejido conectivo en el que se sitúan los puntos de tapping (Oschman, 2005); la regulación a la baja y el incremento en los niveles de reabsorción del cortisol y otras hormonas del estrés (Church, 2008d); un incremento en la expresión de los genes inmediatos precoces reguladores del estrés (Church, 2007). Mollon (2008) alega que el término “energía” podría resultar poco apropiado para este grupo de terapias, ya que se basan en mecanismos psicológicos muy bien comprendidos y por las tradiciones terapéuticas de las que se deriva, como la terapia cognitiva conductual y la terapia de exposición.
Se enseña y se administra EFT de la manera estándar; hace más de diez años que el Manual de EFT (Craig, 2008) puede descargarse gratuitamente, y los estudiosos de EFT han empleado una forma estándar consensuada para toda la investigación, incluido el presente estudio (www.SoulMedicineInstitute.org/EFT.pdf). Además, los informes e historiales médicos han conducido a la publicación de EFT para el TEPT (Craig, 2009), que resume las lecciones aprendidas durante el tratamiento de personal militar que padecía de ansiedad y depresión, así como de TEPT.
Método
Los siete sujetos tenían edades comprendidas entre los 25 y los 61 años. Se trataba de tres mujeres y cuatro hombres. Cuatro de ellos eran veteranos de Irak (dos mujeres y dos hombres), dos eran veteranos de Vietnam (hombres), y las mujeres veteranas restantes no habían sido desplegadas al extranjero pero presentaban altos niveles de trastorno por estrés postraumático, ansiedad y depresión, y padecían el Trauma Sexual Militar (TSM). A un veterano de Vietnam le había sido diagnosticado Parkinson y padecía de insomnio cada noche desde la guerra. El resto de participantes también padecían de insomnio. Tres de los sujetos fueron reclutados en la Marshall University, West Virginia, por medio de anuncios en las clases, y fueron tratados en el campus por psicólogos clínicos autorizados. Cuatro de los sujetos fueron reclutados por un coach personal mediante anuncios online, y fueron tratados en su oficina (algunas de las sesiones se realizaron por teléfono). El análisis de los datos se hizo completamente a ciegas y en otro lugar. Los sujetos firmaron formularios de consentimiento informado. El consejo de revisión de sujetos humanos de la Marshall University dio la autorización correspondiente a su parte del estudio.
Se evaluó a los sujetos utilizando el Symptom Assessment-45 (SA-45), un cuestionario de 45 elementos que mide el grado de malestar para cada elemento en una escala Likert de 5 puntos. Se trata de una forma abreviada de la Lista de Verificación de Síntomas-90 (SCL-90), y emplea los mismos dominios del síntoma. El SA-45 resulta de utilidad en esta población ya que, además de disponer de dos medidas generales de la extensión y la gravedad de los síntomas, incluye nueve subescalas que valoran la ansiedad, la depresión, el trastorno obsesivo-compulsivo, la ansiedad fóbica, la hostilidad, la sensibilidad interpersonal, la paranoia, la psicosis y la somatización. Por lo tanto, resulta apropiado para evaluar el complejo de condiciones que suele manifestar tras su despliegue el personal militar. Su brevedad permite que los sujetos lo completen en unos 5 minutos, lo que incrementa su cumplimiento. Numerosos estudios han validado la fiabilidad del SA-45 (Davison, M L, et al. 1997; Maruish, ME 1999). Los sujetos completaron el SA-45 antes del tratamiento, tras las seis sesiones y 90 días después. El psicoterapeuta de la Marshall University también obtuvo un panel hormonal de un individuo antes y después del tratamiento del estrés. El coach personal, asimismo, recogió datos antes, durante y después del tratamiento, empleando la Lista de Verificación de Síntomas Militares del TEPT (PCL-M) en sus cuatro sujetos (Weathers, 1993). Este instrumento, de 17 elementos, es utilizado por los militares como parte de la valoración del TEPT, y una puntuación igual o superior a 50 indica la presencia del TEPT. Los cuatro individuos estaban por encima de dicho nivel, con un promedio de 66 puntos.
Los tratamientos se centraban en recuerdos de combate específicos. Un veterano de Vietnam, por ejemplo, tenía un recuerdo especialmente inquietante. Solía salir a patrullar con su mejor amigo, que caminaba a su izquierda. En esa ocasión, su amigo se encontraba a su derecha y lo mató un francotirador de un disparo en el lado derecho. El veterano se culpó durante décadas por no haberle salvado la vida a su amigo “parando la bala”. Tras EFT, cambió su visión acerca del incidente, y reconoció que su amigo estaba dispuesto a morir por él. Los profesionales manifestaron que en el transcurso de las seis sesiones la intensidad emocional de la mayoría de recuerdos de combate inquietantes bajó a cero, o a cerca de cero. Sin embargo, la duración del tratamiento no les permitió empezar a trabajar con muchos otros incidentes emocionales de años anteriores, como traumas de la infancia, que podrían haber contribuido, asimismo, en los síntomas de los participantes. Se entregó a los participantes una hoja para que hicieran “deberes” de EFT en casa, pero como el cumplimiento de esta tarea fue muy limitado, no se obtuvieron los datos necesarios para valorar su uso de EFT entre sesiones.
Resultados
Se aplicó el Modelo Univariado Linear Generalizado (GLM) del análisis de varianza de medidas repetidas para cada una de las subescalas SA-45, así como para el Índice de Sintomatología General (GSI) y para el Total de Síntomas Positivos (PST), antes y después de las pruebas, y en el seguimiento a los 90 días. Se hallaron efectos de tiempo significativos desde el punto de vista estadístico para las escalas globales, el GSI y el PST, y todas las subescalas, con la excepción de la ansiedad fóbica (véase la Tabla 1). Sin embargo, la subescala de ansiedad fóbica mostró una tendencia (p < 0.1) hacia la importancia. Dada la importancia estadística de los modelos univariados, se realizaron tests-t de emparejamiento posthoc para todas las subescalas estadísticamente significativas y los dos índices globales que comparan el pre-test y el post-test, y este último con el seguimiento a 90 días. Dado el número de comparaciones posthoc, se aplicó la corrección Bonferroni, estableciendo el nivel alfa en p < 0,005. La ansiedad, la depresión y el GSI disminuyeron estadísticamente de forma significativa del pre-test al post-test, y las mejorías se mantuvieron en el seguimiento a 90 días. La diferencia entre el pre-test y el seguimiento a 90 días resultó estadísticamente significativa en las subescalas de sensibilidad interpersonal e ideación paranoide. El resto de comparativas no eran estadísticamente significativas, basadas en el nivel alfa con la corrección Bonferroni. En la Figura 1, más adelante, pueden observarse los descensos de puntuación de los sujetos en las dos escalas generales del SA-45. En la Figura 2 se muestran los descensos de puntuación en las nueve subescalas.
Tabla 1. Medios, desviación estándar y pruebas de significancia para el SA-45 y el PCL-M
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*F(2,6)
Tests-t de emparejamientos posthoc t(6) pre-test / post-test a > b, p<.005
Tests-t de emparejamiento posthoc pre-test / seguimiento a 90 días a > c, p<.005
Tests-t de emparejamientos posthoc t(3), pre-test / post-test d > e, p<.05
Figura 1. Cambios en la gravedad y la extensión del malestar psicológico
Cambio en la gravedad y la extensión generales de los síntomas
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Figura 2. Cambios en las afecciones psicológicas específicas
Cambio en los síntomas
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Se disponía de todos los datos de cuatro sujetos en el PCL-M. Se aplicó el Modelo Univariado Linear Generalizado (GLM) del análisis de varianza de medidas repetidas con tests-t de emparejamiento posthoc. De forma similar al SA-45, el modelo global resultó significativo y los análisis posthoc mostraron un descenso estadísticamente significativo en el post-test, aunque no se mantuvieron en el seguimiento a 90 días. Se incluyen dichos resultados en la Tabla 1. Sin embargo, habida cuenta del reducido tamaño de la muestra, deben interpretarse los resultados con precaución. Por lo tanto, un método alternativo para examinar dichos hallazgos consistiría en informar acerca del número de sujetos que se hallaban por encima y por debajo de la clasificación criterio militar (≥ 50) necesaria para un diagnóstico TEPT para valorar la importancia clínica. Los cuatro sujetos cumplían con los criterios militares de TEPT en el pre-test (registro 59-72). Sin embargo, los cuatro sujetos estaban por debajo de la clasificación criterio en el post-test (registro 34-47), lo que indica una mejoría clínica significativa. En el seguimiento a 90 días, tres de los cuatros sujetos mantenían sus beneficios y seguían por debajo del valor de criterio (registro 27-38). En la Figura 3 pueden observarse las puntuaciones.
Figura 3. Cambios en las puntuaciones del TEPT
Puntuaciones del Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) en PCL-M
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Uno de los sujetos, hombre, de 27 años, presentó un panel de cortisol antes y después del tratamiento (Sabre Sciences). El ensayo inicial mostraba niveles de cortisol por debajo de la normalidad por la mañana (3,27 ng/ml) y niveles bajos a las 20:00h (0,91 ng/ml), con un incremento del cortisol a las 4:00h (1,35 ng/ml). Las normas de Sabre Science establecen niveles de 3,5 a 6,3 ng/ml a las 8:00h, de 0,6 a 1,6 ng/ml a las 20:00h, y de 0,3 a 1,7 ng/ml a las 4:00h. Este patrón se corresponde con lo manifestado por el sujeto: niveles bajos de energía por la mañana, agotamiento al atardecer y periodos de desvelo durante la noche. Los niveles de DHEA de los sujetos también eran bajos (8:00h = 2,9 ng/ml; 20:00h = 5,6 ng/ml; medianoche = 3,9 ng/ml). Sabre Sciences establece como normales los niveles de DHEA de 2,8 a 12,7 ng/ml a las 8:00h; 2,7 a 9 ng/ml a las 20:00h; y 1,8 a 8,1 ng/ml a medianoche. A menudo, los pacientes proclives a padecer enfermedades y altos niveles de estrés presentan altos niveles de cortisol y de bajo DHEA, ya que la demanda de cortisol vacía previamente los precursores que la glándula adrenal necesita para sintetizar la molécula DHEA. Los niveles de testosterona de los sujetos también eran bajos, con cuatro lecturas diurnas por debajo de 100 pg/ml. Sabre Science establece como normales niveles de 95 a 650 pg/ml en hombres de 19 a 39 años.
Después del tratamiento, el nivel de cortisol del sujeto al despertar fue de 4.31 ng/ml. Su nivel de cortisol a las 20:00h se había elevado sustancialmente (1.47 ng/ml), mientras que su nivel a las 4:00h había bajado (1.29 ng/ml). Estas lecturas indican una normalización del ritmo circadiano, y son consistentes con los auto-reportes de alta energía por la mañana, disminución por la tarde, y sueño ininterrumpido. El DHEA del sujeto se había elevado más del doble (8:00h = 12.6 ng/ml, 20:00h = 4.4 ng/ml, media noche = 9.0 ng/ml), y todas las lecturas de testosterona eran superiores a 100 pg/ml, demostrando así una normalización hormonal general en seguida de la liberación del estrés psicológico.
Argumentos
Mientras que otra investigación ha señalado la utilidad de EFT para tratar los síntomas psicológicos, no se ha establecido todavía un protocolo confiable para el tratamiento mediante EFT en veteranos post-combatientes. Como se mencionó antes, otro estudio piloto usó un formato de EFT intensivo durante una semana para tratar veteranos (Church 2008c). Los participantes recibieron 2 ó 3 sesiones por día, con un promedio de 10 a 15 sesiones en el transcurso de la semana. Las mediciones de ansiedad, depresión y TEPT de los participantes se redujeron significativamente, y los beneficios se mantuvieron al realizarse el seguimiento a los seis meses.
El formato de seis sesiones para el presente estudio se desarrolló en una serie de tele-conferencias con clínicos que usan EFT para tratar veteranos (Proyecto de Estrés para Veteranos de Irak, 2008). Fue el consenso de estos practicantes, basado en su experiencia clínica, que 3 a 5 sesiones no eran suficientes, pero que todos o la mayoría de los problemas relacionados con el combate con frecuencia podían resolverse en seis sesiones. Ellos creían que cursos más largos raramente resultaban necesarios a menos que la intensión fuera empezar a atender recuerdos no relacionados con el combate. Notaron, sin embargo, que los recuerdos no relacionados con el combate con frecuencia surgían durante el tratamiento, y producían detonadores somáticos similares. Por ejemplo, el sujeto femenino veterano que sufrió Trauma Sexual Militar, también había sufrido abuso sexual, y ambos fueron tratados concurrentemente.
Además de estos dos formatos de tratamiento para proporcionar tratamiento mediante EFT (uno intensivo de una semana, y uno de seis sesiones), los practicantes también han sugerido tratamientos grupales. Estos incluirían grupos de 50 a 200 personas a la vez, auto-aplicándose EFT bajo la guía de uno o más terapeutas. Esta técnica es llamada “Compartiendo Beneficios” por Gary Craig, el desarrollador de EFT.
Compartiendo beneficios típicamente se lleva a cabo con un sujeto recibiendo tratamiento al frente del salón, mientras el resto del grupo “hace tapping al mismo tiempo” enfocándose en sus problemas individuales. Los DVD de Compartiendo Beneficios están disponibles, y están siendo usados en un estudio actual del uso de EFT para TEPT en veteranos, a manera de deberes adicionales (Church 2008f). Un estudio en el que 194 trabajadores de la salud (doctores, enfermeras, psicólogos, quiroprácticos y practicantes de medicina alternativa) compartieron beneficios para sus propios problemas demostró mejoría en varias áreas del SA-45 (Church 2008g), y puede ser replicable en otros empleos de alto estrés, tales como el del personal militar. Un estudio resultante en el que se comparen estos tres métodos puede resultar en un fuerte método estándar para usar EFT en el tratamiento del trauma de combate.
Es importante notar que en estos siete casos no se efectuó un diagnóstico formal de la depresión, TEPT, ansiedad o ninguna otra condición. El diagnóstico requiere más que un puntaje alto en una prueba estandarizada, e involucra una entrevista estructurada con un clínico, evaluaciones tales como las CAPS, BDI o PSS-I. También debe notarse que no ocurrió ningún tratamiento formal; estudios posteriores podrían incluir diagnósticos y tratamientos formales, así como evaluación diagnóstica.
Las sesiones de EFT se parecen más a entrenamientos que a psicoterapia, en el sentido de que los problemas son identificados por el cliente, las metas son establecidas por el cliente, y los resultados son valorados por el cliente usando una Escala de Evaluación del Malestar. EFT no puede usarse para asuntos generales, tales como “abuso sexual”, sino sólo con recuerdos específicos. Estos recuerdos ni siquiera tienen que ser revelados por el cliente al practicante. En los casos en que recordar resulta traumático para el cliente, los practicantes de EFT están entrenados en el uso de técnicas tales como la llamada “trauma sin lágrimas” en las que se hace tapping para el evento sin que éste sea recordado.
Los practicantes en este estudio notaron la misma ausencia de malestar reportado por Mollon (2007), con la intensidad de sentimientos bajando aún cuando los recuerdos se mantuvieron vívidos. Los sujetos también tendieron a empezar a aplicar EFT en otras áreas de sus vidas, no relacionadas con el combate una vez que experimentaron su potencial para reducir el estrés durante las sesiones.
A pesar de la muestra tan pequeña del presente estudio, el tamaño del efecto producido por EFT fue tan grande que se alcanzó un cambio significativo en varias mediciones psicológicas, con resultados altamente significativos en lo referente a la depresión y a la severidad de los síntomas. Esto sugiere que el formato de seis sesiones puede ser un medio efectivo para tratar el trauma de combate. Un estudio más amplio con este formato podría determinar si estos resultados pueden ser replicados.
Adicionalmente, se podría monitorear el cumplimiento con las tareas a realizar en casa y hacer una valoración cruzada con otros instrumentos, tales como el BDI y BAI. Este fue un estudio en el cual se empleó la intervención mínima posible. En un entorno clínico, se esperaría que los problemas relacionados con traumas y abusos anteriores fueran tratados en varias sesiones posteriores.
Los aspectos físicos correlativos resultantes de la liberación del trauma también podrían estudiarse. En un estudio de 212 veteranos de Vietnam con altos niveles de ira, Boyle et. al. (2007) se encontraron elevados niveles de proteína, factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular. Tales factores pueden no disminuir debido al tiempo transcurrido. Felliti et. al. (1998) encontró que el trauma emocional infantil estaba correlacionado con altos niveles de enfermedades del corazón, cáncer, diabetes e hipertensión aún 50 años después. El alivio de la molestia emocional podría tener el efecto opuesto, y podría reducir los síntomas físicos. Los cambios en los niveles de cortisol reportados aquí son consistentes con tales cambios, y un estudio de cortisol en una amplia muestra de veteranos podría indicar si tales resultados resultan típicos. De ser así, esto apoyaría el uso de los niveles de cortisol como evidencia para apoyar la eficacia de las intervenciones terapéuticas en el tratamiento del estrés.
Algunos de los elementos de EFT, tales como la exposición y la reestructuración cognitiva, han mostrado ser efectivos en el tratamiento del estrés de combate, como se muestra en un meta-análisis realizado por Bradley (2005).
Se desconoce cuál porción de EFT tal como la afirmación, el tapping u otros elementos psicosomáticos, contribuyen a su efectividad. Se requieren más estudios para determinar los mecanismos por los cuales EFT y otros métodos de psicología energética producen sus efectos. Los resultados del presente estudio no son generalizables dado el tamaño tan pequeño de la muestra y la falta del grupo de control. Es posible que los resultados se debieran a efectos placebo, a la regresión a la fuente, a la expectativa terapéutica, al efecto de lo novedoso de EFT, o a presiones implícitas en los sujetos para reportar mejorías. Se requieren estudios más amplios que sean adecuadamente controlados y en los que se tome en cuenta el azar, para determinar si los efectos encontrados en estos siete veteranos se sostienen. También se requiere un período de seguimiento más largo.
Sin embargo, los resultados presentes son consistentes con otras investigaciones publicadas. Otros estudios de EFT han mostrado que los resultados perduran a lo largo del tiempo (Wells, et. al. 2003), y que los sujetos pueden continuar mostrando mejorías por encima de los niveles mínimos de las escalas seis meses después del tratamiento (Rowe, 2005). Un análisis reciente de todos los estudios de psicología energética (Feinstein, 2008a) mostraron ganancias en participantes obtenidas en estudios que reportaron un seguimiento a largo plazo.
Hay beneficios tanto sociales como individuales de encontrar tratamientos efectivos de corto plazo para los veteranos que regresan. Tanielian et. al. (2008) encontró que tratar a veteranos de la guerra de Irak para el TEPT se pagaría por sí solo antes de dos años, en la forma de una reducción en los costos por mortandad y los costos médicos, sin mencionar las incontables pérdidas relacionadas con los suicidios.
Conclusiones
Este estudio piloto de los veteranos de Irak y Vietnam encontró que seis sesiones de tratamiento de EFT resultaron en disminuciones estadísticamente significativas en los niveles de ansiedad, depresión, Trastorno de estrés postraumático y malestar psicológico generalizado en los participantes. El seguimiento a los noventa días mostró que los participantes mantuvieron sus beneficios en tales niveles, y también mostraron mejoría en la ideación paranoide y en la sensibilidad interpersonal. Un protocolo de seis días para proporcionar EFT a los veteranos que regresan puede ser un método efectivo para reducir este grupo completo de traumas psicológicos concurrentes. EFT garantiza un estudio posterior en un ensayo clínico de doble vínculo y al azar, para determinar si los resultados de este protocolo se mantienen consistentemente bajo condiciones experimentales rigurosas.
Reconocimientos
Los autores reconocen con gratitud el apoyo financiero de cientos de donantes individuales quienes apoyan el trabajo del Instituto de Medicina del Alma y el Proyecto de Estrés de Veteranos.
Gracias también a Audrey Brooks, PhD, de la Universidad de Arizona por el análisis de los datos y a Deb Tribbey y Sara Hostetler por la recopilación y captura de la información.
Referencias
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Dawson Church, PhD, fundador del Instituto de Medicina del Alma para investigar y enseñar técnicas psicológicas y médicas emergentes que pueden propiciar curaciones rápidas y radicales. Su libro, El Genio en tus genes, (www.GenieBestseller.com), pioneros en el campo de la Epigenética, explicando los notables mecanismos de auto-curación que ahora están surgiendo de esta ciencia. Es el autor de diversos estudios científicos de Psicología Energética, y mediante el Entrenamiento de Poder de EFT (www.EFTPowerTraining.com), enseña a grupos cómo aplicar estos avances en la salud y el desempeño del deporte.
Contacto: [email protected]
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Linda Geronilla, PhD tiene un grado de doctora en consejería psicológica (Universidad del Estado de Kent), un grado de maestría en nutrición, una licenciatura en educación, y es ministra de interfe. Es Consejera certificada de la Barra Nacional y una Proveedora de Servicios de Salud en Psicología. Mantiene membrecías en la Asociación Americana de Consejería, la Asociación Psicológica WV, y la Asociación para la Psicología Energética Abarcadora.
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Ingrid Dinter, EFT ADV, Instructora de EFT, se especializa en ayudar a veteranos y a sus familias a sanar del trauma de la guerra mediante Técnicas de Liberación Emocional (EFT). Ha estudiado y filmado tratamientos de EFT con Gary Craig, el fundador de EFT. Como promotora pública, desarrolladora y maestra del programa de EFT-para-veteranos, ha escrito acerca de su trabajo con los veteranos y las familias de los militares en numerosas publicaciones.
Contacto: http://www.eftcoach.us/ www.eft4vets.com
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Primera mitad traducida por Eva Llobet Martí
Segunda mitad traducida por Ana Paula Aguirre Hall – Escribir a Ana Paula
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