Kiya Immergluck comparte sus pensamientos sobre el entorno militar machista y las resistencias erigidas, y cómo llegar a integrar EFT allí. Ella dice: “A pesar de los esfuerzos para reducir el estigma de recibir tratamiento, los oficiales dicen que temen que los generales y otros altos dirigentes continúen negándose a pedir ayuda, y que mucho menos se les ocurriría hablar de ello, en parte porque temen que perjudicará sus posibilidades de ser promovidos. En la cultura norteamericana todavía hay un estigma generalizado contra la ayuda psiquiátrica, y este es especialmente problemático en la atmósfera machista de las Fuerzas Armadas”.
Por Dr. Kiya Immergluck
Muchos soldados que regresan de Irak y Afganistán evitan la búsqueda de asesoramiento psiquiátrico para tratar traumas de guerra porque hay una “cultura de silencio” sobre el tema de los problemas de salud mental y su tratamiento en el ejército. Muy poco se ha hablado sobre el hecho de que miles de soldados están regresando a casa con ansiedad, depresión y otros problemas emocionales.
En un reciente artículo de la Associated Press, se mencionó que se estima que hasta una quinta parte de las más de un millón setecientas personas que han servido en las guerras tiene síntomas de problemas emocionales relacionados con el combate. Como muestra de lo difícil que puede ser cambiar las actitudes, los estudios han demostrado que aproximadamente la mitad de las personas que necesitan ayuda no la buscan.
A pesar de los esfuerzos para reducir el estigma de recibir tratamiento, los oficiales dicen que temen que los generales y otros altos dirigentes continúen negándose a pedir ayuda, y que mucho menos se les ocurriría hablar de ello, en parte porque temen que perjudicará sus posibilidades de ser promovidos. En la cultura norteamericana todavía hay un estigma generalizado contra la ayuda psiquiátrica, y este es especialmente problemático en la atmósfera machista de las Fuerzas Armadas.
Una posible solución es promover el uso de modalidades alternativas de curación, como EFT. Todavía no se conoce lo suficiente EFT como para que se la acepte masivamente como una forma de tratamiento, pero ciertamente carece de la etiqueta de “psiquiátrico”. Siempre y cuando se promocione EFT como una herramienta simple de “autoayuda”, que reduce el estrés y alivia eficazmente los síntomas de TEPT (Trastorno de Estrés Pos Traumático), los soldados podrían estar dispuestos a darle una oportunidad.
Oficiales de todas las áreas del servicio han tomado medidas durante el último año para hacer que sea más fácil y más discreto obtener ayuda. Una de esas medidas fue integrar equipos de salud mental en las unidades. Ellos ven señales de que el estigma ha ido disminuyendo lentamente, pero temen que pasen generaciones antes de que llegue al ejército la aceptación de la atención psiquiátrica. Creo que no va a tomar nada de tiempo (una vez que EFT penetre y sea aceptada en toda la sociedad norteamericana) que los soldados la acepten y se beneficien de una técnica tan sencilla.
Mi esperanza es que pueda enseñarse EFT a los soldados como parte de su formación básica. Me puedo imaginar al personal militar dándose cuenta de que es fácil, eficaz y barato enseñar a los soldados cómo mantener la calma en las circunstancias más duras en una zona de guerra. Sin ningún equipo o personal especial, un soldado podría aprender EFT y simplemente hacerse tapping en sus propios puntos de acupresión en cualquier momento que se sienta estresado. Creo que una formación en EFT ANTES de que los soldados sean enviados podría eliminar o reducir los casos de estrés postraumático a su regreso. Y lo mejor de todo es que si el ejército llega a aceptar que EFT es simplemente una forma de alivio del estrés autoadministrable, podría calar en las fuerzas armadas como una técnica totalmente aceptable, y ¡con NINGÚN ESTIGMA a cuestas!
Dra. Kiya L. Immergluck, LCPC
Traducido por Psic. Luis Berli EFT-ADV Ir al Sitio WEB de Luis
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