Alicia Xicoténcatl Ramírez
Directora de Secundaria Mariano Escobedo en el Estado de Querétaro, México.
Dra. En Ciencias de la Educación
En México, cuando el llamado Nuevo Modelo Educativo, abrió un espacio para la Educación Socioemocional con la asignatura denominada Tutoría y Educación Socioemocional se reconoció por fin el componente que hacía falta para completar una educación integral. Obviamente no todos los docentes en activo de ese entonces, teníamos una formación que nos permitiera comprender y atender la propuesta, pero eso no significa que no se hubiese atendido a los estudiantes en este rubro desde siempre. Con o sin instrucción o formación al respecto, con o sin herramientas para la adecuada atención, el trabajo se ha realizado, con los recursos que cada docente tiene casi por intuición. Hoy, la Nueva Escuela Mexicana, que es el modelo a implementar afortunadamente también considera el desarrollo socioemocional en el plan de estudios.
Todo educador que se enamora de su trabajo, porque descubre su misión en ello, se convierte en un buscador, de nuevas ideas, técnicas, metodología y herramientas para hacer cada vez mejor su labor. Con muchos años de experiencia en el campo de la educación, sé que un estudiante cuyas emociones bloquean su concentración, no alcanza el primer requisito para estudiar, tiene dificultades para convivir, incluso para llevarse bien consigo mismo y tiene menos posibilidades de disfrutar su escuela y su aprendizaje. Así que desde siempre he buscado cómo procurarles lo que hoy identifico plenamente como desarrollo humano en el área socioemocional.
Desde el boom del desarrollo de la inteligencia emocional con Goleman (1996), hasta el desarrollo de la inteligencia espiritual que aparece en nuestro vocabulario en el área educativa hasta este siglo XXI con Zohar y Marshall (2001), pasando previamente por las inteligencias múltiples de Gardner (1993), hay un largo camino a seguir si queremos atender la educación integral con certeza y posibilidades de éxito a nuestros alumnos.
E.F.T (Emotional Freedom Technique o Técnica de Libertad Emocional o Tapping) apareció en mi vida y se convirtió en una herramienta de atención personal primero y luego en una técnica de trabajo para atender a mis alumnos o a cualquier integrante de la comunidad educativa, de forma individual y también colectiva justo en el área de desarrollo de habilidades socioemocionales.
En 2010, recién había enviudado, tomé mi primer curso con nuestro gran maestro y mentor David Mackay. Ahí conocí la técnica y con solo llevar a la mente lo que sentía, verbalizarlo, aceptar la emoción para liberarla, dar unos golpecitos en determinados puntos del rostro y del cuerpo, me sentí otra. Fui una persona antes de EFT y otra muy distinta después de EFT, por supuesto una versión mejorada.
Existe una gran resistencia por parte de muchos docentes para trabajar el desarrollo socioemocional de sus alumnos, porque apenas tocan el tema, los alumnos desencadenan sus necesidades de atención, muy probablemente al identificar sus emociones también pueden desbordar en llanto. Esta situación puede llevar al maestro a empatizar con sus propios sentimientos y se percibe vulnerable y desvalido por lo que quizá se resista a llevar a cabo actividades de atención socioemocional.
EFT es una técnica suave, nada invasiva, que permite liberar poco a poco y que se puede trabajar de forma individual, uno a uno, pero a veces con mejores resultados de forma grupal. Contar con una herramienta tan valiosa como es EFT hizo la gran diferencia en los resultados de mi proceso de desarrollo humano en mis habilidades socioemocionales, luego con mis alumnos y ahora que soy directora con mis maestros e incluso con padres de familia.
La atención socioemocional y el desarrollo de las habilidades socioemocionales requiere de herramientas, EFT es la técnica que se convierte en la mejor herramienta no solo de contención y apoyo, sino de genuina liberación emocional; además es una herramienta del siglo XXI, pues se explica con información de la física cuántica, de lo que hoy llamamos bioenergética, utiliza conocimientos milenarios de la medicina tradicional china, pues utiliza los puntos de canales de energía de la acupuntura, solo que sin agujas y conocimientos de la neurociencia al elaborar frases en base a fundamentos de la programación neurolingüística. Suena mucho más complicado de lo que es. Por naturaleza es una técnica fácil de aprender y enseñar, hasta los niños de preescolar la aprenden en unos minutos y luego solicitan cantar con EFT para tranquilizar a su nuevo compañero que llora (por intuición descubren para qué sirve). En Secundaria, que es el nivel en el que he laborado la mayor parte de mi vida, es una técnica que sin cuestionar aceptan los adolescentes, porque en lugar de sentirse invadidos en su privacidad “teniendo que contar lo que les pasa” solo les solicitas tocar el punto sensible para identificar su emoción, luego efetear o tapear en los puntos necesarios y repetir frases de preparación y luego manteniendo la atención en la emoción que se ha identificado a liberar, en unos cuantos minutos su rostro cambia, porque ya han liberado lo que les tenía bloqueados y se sienten mucho mejor.
Parece magia, pero no lo es, es una técnica con fundamento científico que funciona y nos abre una oportunidad para continuar sin bloqueos energéticos en la vida y por supuesto para estudiar.
Como todos, inicié el trabajo de EFT conmigo misma, desde el primer nivel que promueve la Asociación Hispana de EFT hasta el nivel 3, ya con más certeza de lo que hacía y con la experiencia que fui acumulando en el trabajo uno a uno, formé grupos de estudiantes para utilizar EFT como estrategia de atención al bajo rendimiento académico. Inicié con 19 alumnos y mi primer curso lo terminé con 21, pues 2 alumnos invitaron a uno más a integrarse a un grupo donde se sentían cada vez mejor, contrario a los grupos de atención donde inician 19 o 20 y terminan 3, 4 o 7 máximo. Una vez que descubrí el poder con esos grupos pequeños, me animé después de alguna dinámica de gestión de emociones con mis grupos de la asignatura de Formación Cívica y Ética o de Tutoría y Educación Socioemocional a hacer rondas de EFT con emociones básicas con grupos de casi 50 alumnos y en talleres para maestros he trabajado con hasta 300 asistentes. Siempre con excelentes resultados, de menos liberamos el stress que es un gran logro en la mayoría de los casos.
En Baja California Sur, Martha Ayala Pereyra, entusiasta abogado y compañera de la AHEFT (Asociación Hispana de EFT) quien fuera Juez y procuradora en ese Estado, hoy gran coach de vida, logró como Capacitadora de los CAM (Centro de Atención de Maestros) la aceptación de EFT como Estrategia para erradicar el bullying por parte de la SEP (Secretaría de Educación Pública), así que por supuesto con ese respaldo, he aplicado la técnica con mis alumnos para resolver, prevenir y atender el acoso escolar, al igual que los casos que se presentan de estudiantes con depresión y/o pensamiento suicida.
El trabajo con EFT tiene su espacio ideal en el consultorio para resolver con la técnica poco a poco y con varias sesiones el bloqueo o los bloqueos energéticos que provocan malestar o enfermedades en nuestra persona. Pero sé, por el trabajo que he realizado hasta la fecha, que EFT es la varita mágica que necesitaba para acercarme al equilibrio emocional que requiere un docente para enfrentar el gran reto de la atención socioemocional de quien educa. Así que recomiendo y animo a todo educador a conocer la técnica y aprovechar esta herramienta para apoyar su tarea educativa.