Por Bev Nerenberg, EFT INT-1
Traducido por Omar Montes, con permiso de EFTUniverse
Fui a enseñarle EFT a una amiga (llamémosle Sally) debido a un asunto perturbador que ella estaba experimentando. El esposo de Sally, Jim (no es su nombre real), un hombre bastante conservador, se sentó con nosotros, presenciando la sesión para apoyar a Sally.
Y allí estaba yo, alguien a quien el no conocía previamente, entrando en su casa para enseñar esta técnica tan extraña a su esposa.
El no creía en esto, ni tenía muchas expectativas en absoluto, pero él estaba siendo un buen apoyo para su esposa.
Después de enseñarle a Sally, ella dejó la habitación por un momento. Jim mencionó que, en su caso, él no podría tocar ningún sitio cerca de sus sienes mientras hacía el punto “lado del ojo”. Él dijo que no podría soportar a nadie tocándolo ahí –ni siquiera el mismo. Yo le pregunté si él tenía algún recuerdo de cuándo comenzó todo y él sabía exactamente el momento y el evento cuando esto comenzó.
Aunque él no creía que EFT era para él, yo decidí preguntarle si le gustaría hablar de su asunto acerca de las sienes. Él dijo, «Sí».
Cuando Jim estaba en segundo grado, un compañero de clases resbaló sobre el hielo en la calle, golpeó su cabeza en el piso, y murió al siguiente día. Jim no presenció el accidente en persona, pero quedó traumado por su imaginación, la historia circuló por la escuela, y la idea de que si algo como eso le pasó a su amigo, le podría pasar a él.
Hablamos acerca de las circunstancias, el incidente, sus pensamientos, y su intenso miedo. Su intensidad en la Escala de Molestia era 10 de 10.
Practicamos Tapping:
Aunque yo estaba muy asustado después de escuchar que mi amigo murió, que si eso le sucedió a él, me podría pasar a mí, yo me acepto total y completamente a mí y a mis sentimientos.
Aunque yo estaba tan asustado de caer y golpearme la cabeza, es seguro para mí dejarlo ir ahora.
Algunas de las secuencias de Tapping que dirigimos fueron agradeciendo a su cerebro por mantenerlo a salvo y “Está bien dejarlas ir ahora”.
Después de 4 o 5 rondas de Tapping, Jim notó que se sentía mucho más cómodo en el Tapping del punto de lado del ojo. Su nivel en la Escala de Molestia había bajado a 1.
Sally regresó a la habitación, y Jim le pidió que tocara sus sienes. Ambos estuvieron completamente sorprendidos de que el no sintió ansiedad ni se alteró.
Estaba bien para ella hacerlo. Pregunté si lo podía intentar. Jim dijo que sí y de nuevo, no hubo reacción negativa.
Antes de dejar su casa, unas horas más tarde, nuevamente pregunté a Jim si podía tocar sus sienes. ¡Ninguna reacción en absoluto!! ¡Todos estábamos un poco emocionados!
Di seguimiento a Jim algunas veces después de esa tarde, la última vez cerca de un año después. Él escribió que había recibido un masaje en la cabeza antes de su corte de cabello y ¡él ni siquiera había pensado en ello!
El asunto acerca de sus sienes se resolvió completamente.
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