¿Odia tu hijo las matemáticas o cualquier otra asignatura? Es muy posible que se deba a algún motivo que tenga muy poco o nada que ver con la asignatura en sí. Estudia el artículo de Michelle McKinney y encontrarás un enfoque sensato sobre esta posibilidad oculta. Ella dice: “Estoy agradecida por el don que EFT me ha proporcionado a mí y a mis hijos. Imagínate la cantidad de trauma infantil que se puede curar en un instante. Menuda oportunidad tenemos”.
De Michelle McKinney
Querido Gary:
Aquí te mando una referencia sobre una sesión de EFT que tuve con mi hija de 9 años que llegó a casa un día anunciando que odiaba las matemáticas.
Mi hija se sentó en la mesa de la cocina a hacer sus deberes y le iba bien mientras practicaba ortografía y lectura, hasta que llegó a la página de deberes de matemáticas. Sacó la hoja de ejercicios que les muestra a los niños cómo hacer sumas de tres columnas y añadir el remanente a la siguiente. No era un concepto totalmente nuevo para ella, puesto que ya había hecho antes sumas de dos columnas.
En cuanto me mostró la hoja se puso inmediatamente muy angustiada y disgustada. Era evidente que algo le había pasado para que reaccionase de aquella forma. Le pregunté por qué estaba disgustada y me dijo: “¡No se me dan bien las matemáticas y las odio!”. No me lo creí; el instinto me decía que había algo más. Me contó que el profesor le había pedido a todos los niños que se “pusiesen de pie” al lado de sus pupitres en cuanto hubiesen acabado los ejercicios. Mi hija me dijo: “¡Todos los niños estaban de pie y yo ni siquiera estaba a punto de terminarlos! ¡No me salen las matemáticas y las odio!”.
Supe lo que tenía que hacer por ella, así que en seguida tomé su mano y comencé a hacer tapping en el punto de kárate. Esto no es nada nuevo para ella puesto que a menudo hacemos EFT juntas. Así pues, continué haciendo tapping tres veces en cada frase preparatoria.
Aunque hoy yo era la única niña de la clase que no se puso de pie porque no fui lo suficientemente rápida como para acabar los ejercicios de matemáticas, soy una niña genial de todas formas.
Aunque me sentí idiota (en palabras suyas) porque todos los otros niños estaban de pie y podían ver que yo no había acabado, soy una niña genial de todas formas.
Aunque eso me puso triste (en palabras suyas), soy una niña genial de todas formas.
Entonces hicimos una secuencia completa de tapping intercambiando las frases: Yo era la única que no estaba de pie. No fui lo suficientemente rápida y me sentí idiota. Me sentí realmente triste.
Tomé una respiración profunda y luego le pregunté si había algo más, mientras seguía haciendo tapping en el punto de kárate. En seguida me soltó: “Estaba preocupada”; le pregunté el motivo y me dijo: “Me preocupaba que el profesor se enfadase muchísimo conmigo porque yo no sabía hacer las matemáticas como los otros niños”.
Me dio la impresión de que este era el asunto de raíz en su caso; para ella el problema era sentirse rechazada de alguna forma por su profesor. Tengo la certeza de que su nivel de intensidad se elevó en este momento porque se puso a llorar, así que comencé a hacer tapping, diciendo 3 veces de nuevo las frases preparatorias.
Aunque me preocupaba que (el nombre del profesor) se enfadara conmigo porque no era capaz de hacer sumas de tres columnas, soy una niña genial de todas formas.
Una secuencia completa con la frase recordatoria: Preocupada de que (nombre del profesor) se enfadase conmigo.
Entonces hicimos una secuencia completa cambiando la frase recordatoria:
Yo era la única que no se puso de pie
Me sentí idiota
¿Qué pensaría (nombre del profesor)?
Me sentía tan avergonzada
Me preocupaba que (nombre del profesor) se enfadase
Me sentía triste por no saber sumar tres columnas
Tenía miedo (en sus palabras)
¿Qué pensarían los otros niños?
No quiero que (nombre del profesor) se enfade conmigo
Sólo quería hacerlo lo mejor posible.
Se tranquilizó un poco y me pareció una buena ocasión para intercambiar las frases negativas por algunas positivas; así que, mientras hacía tapping en el punto de kárate, dije:
Aunque me preocupaba que (nombre del profesor) se enfadase conmigo; en realidad sólo quería hacerlo lo mejor posible y soy una niña alucinante de todas formas.
Aunque me costaba sumar tres columnas, me recordaré que cuesta tiempo aprender algo nuevo y que puedo practicar siempre que quiera.
Aunque me pareció difícil sumar tres columnas, a la vez siempre puedo pedir ayuda porque cuando pido ayuda demuestro lo lista que soy en realidad.
Dos secuencias con enunciados positivos:
Quiero hacerlo lo mejor posible en matemáticas
Aprender algo nuevo requiere práctica
Siempre puedo pedir ayuda
Con un poco de práctica puedo hacer cualquier cosa
Mi mamá dice que puedo hacerlo
Soy lista
Puedo hacerlo
Soy buena estudiante
Me gusta hacer matemáticas
¡Me gusta hacer matemáticas y soy alucinante!
Entonces le enseñé paso a paso cómo hacer sumas de tres columnas y añadir el remanente a la siguiente; ella estaba en mucha mejor condición para aprender. Teníamos más páginas de ejercicios en casa, así que le di una y le pedí que la completase, lo cual hizo en un tiempo récord. Cuando terminó le dije: “Ahora te puedes poner de pie” y chocamos las manos en el aire. ¡Tenía una sonrisa radiante! Luego me abrazó y me dijo: “Mamá, eres mi ídolo”. ¡Caramba, cómo me encantó eso!
Estoy agradecida por el don que EFT me ha proporcionado a mí y a mis hijos. Imagínate la cantidad de trauma infantil que se puede curar en un instante. Menuda oportunidad tenemos. Por cierto, no he oído ningún comentario negativo sobre las matemáticas u otra asignatura desde esa sesión.
Gary, no puedo agradecerte bastante el que compartas esta increíble técnica de sanación. ¡El mundo necesita EFT!
Michelle McKinney
Traducido por Ana Saval-Badía – Escribir a Ana
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