Como podrán notar en este artículo bien escrito por Arinda Davis, el rencor de su gato contra un perro nuevo parece que se calmó con EFT. A causa del paso del tiempo, no podemos concluir claramente si EFT hizo el trabajo completo en esto. De todas formas, el enfoque de Arinda y la forma en que se sintonizó con su gato, nos proporciona un modelo útil para hacer EFT a distancia con nuestras mascotas.
Por Arinda Davis
Hola Gary,
Quisiera compartir esta experiencia de tapping con todos ustedes, ya que incluye el tapping a distancia y refuerza lo que siempre he pensado acerca del derecho de los demás a tener sus propios sentimientos y ser quienes elijan ser.
Recientemente, adquirimos una perra y la trajimos a casa para presentársela a la gata que hemos tenido por alrededor de 3 años. Sabía que a la gata no le gustaría, ya que ella es muy territorial y ya habíamos tenido problemas con el siseo y arañazos que les había propiciado a los amigos de mi hija.
Bueno, después de que la perra había olfateado alrededor de la casa, fui a las puertas de cristal corredizas para dejar que la gata entrara. La perra la seguía y miraba a través de la puerta, mientras la gata caminaba a través del pasto. La gata subió corriendo las escaleras, miró hacia adentro, y se quedó inmóvil, mientras se encontró nariz a nariz con la perra, con sólo un delgado vidrio entre ellas. Inmediatamente, cada pelo de su cuerpo se erizó y arqueó su lomo. Mi esposo llamó a la perra para que se alejara de la puerta y yo dejé que la gata entrara. Ella estaba indignada. Gruñó, siseó y atacó a la perra, quien no mostraba interés y sólo le importaba ponerse cómoda en casa. La gata continuó con éste comportamiento y la perra continuó ignorándolo. Finalmente, la gata simplemente desapareció.
Después de un momento, la gata salió a comer, pero cuando descubrió que la perra seguía ahí, siguió con el siseo y el gruñido. Esto siguió así por algunos días, sin haber señales de que iba a terminar, así es que decidí hacer algo de tapping a distancia en la gata.
La mayor parte del tiempo, cuando hago tapping a distancia, me imagino a mí misma haciendo tapping sobre la persona o animal, pero en esta ocasión sentí que debía hacer tapping en mí como si fuera la gata. Me sintonicé con ella e hice tapping en mi punto karate diciendo, “Soy Kitters” por tres veces, y comencé. He aprendido algunas cosas en los artículos del boletín y en los foros de discusión con las cuales he hecho resonancia, y como resultado de ello he cambiado algunas palabras al hacer el tapping, también añadí al principio de la ronda de tapping el punto de la punta de la cabeza. Comienzo con:
“Sólo porque estoy tan furiosa con mi gente por haber traído a una perra (dicho con mucho veneno) a casa, sigo siendo una gran gata y mi gente me quiere”. Las frases recordatorias eran: estoy furiosa, estoy muy enojada, cómo pudieron hacerme esto, este enojo, etc.
Hice otra ronda en el enojo hasta que sentí que comenzó a disiparse. Me detuve antes de que se fuera por completo porque sentí que ella quería conservar un poco de él. Se sentía como si tuviera derecho a ello.
Traté de encontrar lo siguiente que tenía que trabajar, y sentí que ella no entendía por qué teníamos que necesitar otra mascota. Conseguimos a la perra porque el día anterior nuestra casa había sido robada, así es que hice tapping en, “Sólo porque no entiendo por qué podrían pensar que necesitan una perra, sigo siendo la reina de la casa (sus palabras) y mi gente me quiere”.
Las frases recordatorias iban así: no entiendo por qué necesitan a una perra, soy perfecta, ¿no me quieren?, no deberían necesitar a una perra. En este momento comencé a sentir que se estaba suavizando, así es que comencé a hacer tapping en el porqué habíamos conseguido a Molly: pero los perros ladran, tal vez ella va a ahuyentar a personas como las que entraron ayer a la casa (Kitters había estado dentro de la casa cuando el hombre entró, y sabía que él no pertenecía ahí), tal vez exista una buena razón para tener un perro, tal vez ella también me proteja a mí, tal vez esto esté bien, Seguí haciendo tapping hasta que sentí que comenzaba un entendimiento.
En este momento, podía sentir como ella seguía alterada con el pensamiento de vivir con una perra, y que le tomaría algún tiempo ajustarse, pero que lo desearía si le dábamos un espacio para hacerlo a su manera.
Hice tapping en: “Sólo porque he sido hecha a un lado por culpa de esta perra y sigo enojada, la podré aceptar cuando esté lista para ello y sigo siendo una gran gata a la cual quiere mucho su gente”.
Las frases recordatorias eran: sigo enojada, necesito mi espacio, me acercaré cuando quiera, necesito decirle (a la perra) quién es la jefa, necesito rehacer mi espacio con esta criatura en casa, necesito acercarme cuando yo quiera, sigo siendo la reina, mi gente me sigue queriendo, me acercaré cuando yo lo decida.
Ahora sentí que habíamos terminado. Eso era todo lo que ella aceptaría. Yo lo sentí así, y dejaría que las cosas evolucionaran como tuvieran que hacerlo. No hubo mucho cambio inmediato, pero después de dos días, mi esposo me comentó que la gata de repente comenzó a calmarse. Desde entonces se portó un poco mejor cada día con la perra, hasta que finalmente le permitió estar en su espacio sin que siseara. Ahora compartían el mismo traste del agua y ambas andan entre mis piernas por las mañanas, esperando a ser alimentadas. Como ambas son más grandes que las de su especie, y mi cocina y yo más bien somos pequeñas, esto se convierte en una torpe danza, pero me gusta hacerlo y ver que nuestros animales se disfrutan mutuamente.
Arinda Davis
Traducido por Laty Naime