Demostrando EFT para un equipo de soporte de salud mental – AHEFT

AHEFT

Publicado: febrero 24, 2021


Hola a todos,


Gillian Wightman de Escocia, provee muchas formas útiles para presentar eficazmente EFT a un grupo nuevo. Muchos encontrarán esto muy útil.

Fui invitada a un encuentro de un grupo del equipo de soporte de salud mental, para introducir y demostrar EFT. La líder del equipo está dispuesta a buscar recursos para la formación del personal en EFT para el apoyo a usuarios de servicios de salud mental y para ellos mismos. Fue de ayuda al hablar con el personal que yo tuviera experiencia real en mi propia familia con la enfermedad mental por lo que sabían que yo estaba en el mismo nivel para empezar. Ella necesitaba que su personal estuviera detrás de la idea y con el mismo entusiasmo que ella tenía, por lo que habría una mayor probabilidad de obtener los recursos. ¡Así que sin presión allí!

Después de la introducción y demostración inicial de EFT para la constricción en su respiración, lo que los relajó a todos, le pedí al grupo de 16 personas, cómo podían ver a EFT ayudándolos en su trabajo y un tema en común era el temor a hablar en público. Expliqué el concepto de Compartir Beneficios y pedí un voluntario para trabajar conmigo mientras los demás hacían tapping.

El voluntario describió la sensación de pánico en su cuerpo ante la idea de dar una presentación. Hicimos tapping en el sentimiento, en dónde estaba y cómo se sentía y en el temor a la humillación y ella fácilmente accedió al recuerdo de la humillación en la escuela cuando se la invitó a hacerlo. Hizo fácilmente una película con esto, llamada «La humillación en la escuela» y, aunque dijo que la película estaba bien después del tapping, descubrió que no podía repetir lo que el maestro había dicho y ella estaba muy molesta en este momento. Ella dijo que nunca se lo había contado a nadie, pues nunca pudo. Hicimos tapping en silencio para calmarla y luego comenzó con tapping en:

Aunque no puedo decirle a nadie lo que ella dijo…

En unos pocos minutos ella sintió que PODRÍA hablar sobre eso y nos contó la historia mientras hacía tapping continuamente. Su historia era sobre cómo ella había tomado parte en una prueba y había estado desesperada por saber cómo lo había hecho, de modo que le preguntó a la maestra, la cuál la arrastró frente a toda la clase y dijo, “esta niña desvergonzada se ha atrevido a preguntar por sus resultados; les diré que lo hizo muy mal”. Hicimos tapping en esta parte específica del recuerdo.

Este no era un simple recuerdo de la infancia; ella estaba muy, muy alterada. Se dio cuenta que había estado “callada» permanentemente. Le pregunté qué habría querido decirle a la profesora, y uno del grupo gritó: «¡Cállate tú, vaca estúpida!» (un insulto muy inglés).

Todo el grupo había estado haciendo tapping a lo largo y yo estaba consciente de los suspiros y los cambios en todo el grupo (¿quién no ha tenido una experiencia similar a esta?) Y pronto todas hacían tapping con entusiasmo en su primer dedo, gritando »Cállate tú, vaca estúpida», junto con todo lo que a ella le hubiera gustado haber dicho y todo el mundo se estaba riendo y disfrutando.

Al finalizar, la voluntaria se veía muy relajada y cuando le pedí pensar en una presentación, en lugar de asustarse y pensar «no puedo hacer eso, su mente se dirigió inmediatamente a pensar acerca de cómo prepararse para ella. Ella experimentó una diferencia real, porque ahora podía mirar las cosas prácticas que tenía que hacer para lograr este objetivo. Los otros informaron mucha menos tensión en torno a su propio tema. Lo bueno de esta voluntaria, era que alguien me dijo después que ella fue la que pensó que la idea era una pérdida de tiempo. ¡Ella ha cambiado de opinión!

Entonces hice tapping por un problema físico con alguien con un dolor de espalda desde que tenía 12 y me dijo que nada funcionaría pues ella ya lo había intentado todo. Yo coincidí en que era posible que no, porque, claro está, era evidentemente, un «verdadero dolor», pero, que yo estaba dispuesto a probar si ella también, si acaso podíamos hacer algo. Después de todo, algo sería mejor que nada. (Yo creía que si todos estos muchachos no lo habían solucionado, ¡había una posibilidad bastante alta que EFT pudiera!) Empezamos con:

¡Aunque lo he intentado todo, por lo que este tonto tapping nunca va a funcionar!

Si un Doctor en Medicina y todos los fisioterapeutas no pueden solucionarlo, ¡entonces el tapping en mi cara no lo arreglaría!

La hice imaginar el dolor y dimos tapping con la imagen hasta que se redujeron de dos rocas grandes a una pequeña pelota de golf. Le pregunté si quería dejarlo allí o tal vez tratar de mirar el recuerdo al que se aferraba, y optó por ir por ella. Le dije que yo podría mostrarle unas técnicas suaves para el trauma que ellos tendrían que utilizar para los clientes con trastornos mentales que generalmente en algún momento han sido muy traumatizados, y todos estuvieron deseosos de verlo. Como suele ocurrir, fue conveniente, dado su angustia cuando se le pidió que recordara lo que le pasó a sus 12 en la escala de 0 a 10, que imaginara poner el recuerdo en un frasco de vidrio, el cuál cubrió con un paño.

Finalmente, ella pudo ver en el frasco y hacer una película llamada ‘Caos’. Yo sabía que ella no quería hablar delante del grupo así que le pedí que me diera palabras en código y utilizó ‘AUTO’ y luego ‘LIBRO’ a los fines del tapping. ¡Todo el recuerdo se redujo a 0 y lo mismo pasó con su dolor de espalda!

Al final todos estuvieron de acuerdo con que EFT era algo que podría ayudar de manera particular y profesional. Todos estaban relajados y todo el mundo se sentía mejor de lo que estaba al principio del día. Todos habían hecho el tapping con entusiasmo, junto con esta demostración. ¡Estaban como patos en el agua! También se sorprendieron al darse cuenta que sus propios recuerdos emergieron y se sentían tan reales y tan dolorosos aún, y así podían entender cuán difícil sería para los enfermos mentales y traumatizados compartir sus historias a través de sus terapias tradicionales habladas, que a menudo pone a la gente peor.

Mis mejores deseos,

Gillian

Traducido por Ana Maria León – Escribir a Ana Maria

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