Un evento traumático unido a la culpa son un coctel explosivo emocional que puede enquistarse y dar la cara de múltiples formas. En esta ocasión el asesinato de su hermano y sentirse culpable por no haber podido ayudarle se transformó en una tos crónica que le impedía expresarse con normalidad. EFT liberó las emociones y la tos desapareció.
Por Ana María Chávez Garibay, psicóloga
Llega a consulta un hombre que dice tener tos crónica desde hace 5 años y los médicos le dicen que no tiene nada. La tos es leve pero le impide hablar de forma continua. Las palabras y las frases son interrumpidas.
Le expliqué los puntos EFT y cómo funcionaba la técnica, al inicio me dijo que se sentía rarísimo haciendo eso por lo que hicimos una ronda de tapping con las palabras “raro, rarísimo…” hasta que dijo que ya no lo sentía.
Pregunté cuándo había aparecido la tos y respondió que cuando asesinaron a su hermano Rubén. Cuenta que su hermano tenía problemas y él trató de ayudarlo pero recibió amenazas, de ahí en adelante le tuvo miedo así que cuando le dieron la noticia de su muerte, lejos de afectarle, fue un descanso.
La muerte de Rubén fue muy trágica, fue asesinado por tres personas y él vio una parte de la escena del crimen.
Fuimos liberando la emoción negativa del evento mientras lo narraba usando las siguientes frases:
“Aunque me sentí frustrado por ver tan mal a Rubén y no dejó que le ayudara”
“Aunque me sentí triste cuando vi poca gente y pocas flores en la tumba de Rubén y no me acepto”, “poco afecto demostrado, semi-solo, pocos parientes acompañándolo en su despedida.” “Aunque me sentí angustiado cuando me contaron la historia de cómo mataron a mi hermano y no me acepto”
“Miedo, angustia, ahí empezó mi martirio, ahí empezó mi tos, sufrimiento, angustia de imaginar todo lo que sufrió antes de morir, 5 años de angustia, 5 años de miedo, 5 años de sufrimiento, 5 años de martirio, 5 años de tos de angustia, tos de miedo, tos de martirio”
Continuamos liberando los aspectos negativos.
Aproximadamente a los 5 minutos de empezar el tapping comenzó a disminuir la tos y él me miraba y me señalaba su garganta, asentí sin decir nada y continuamos. A los 10 minutos de tapping la tos desapareció casi por completo y él volvió a señalar la garganta con los ojos muy abiertos diciendo: “¡¡la tos!!”, volví a asentir y continuamos.
Trabajamos el evento por una hora veinte minutos y él se fue sin tos y todavía con los ojos muy abiertos. Se despidió muy agradecido.
Por Ana María Chávez Garibay (Morelia, Michoacán, México)
Ana María es licenciada en Psicología, especializada en Gestalt, formadora de EFT certificada por la AHEFT, Reimpronta Matricial, Diplomado en adicciones TBUC
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