Aquí les presento varios casos recientes de EFT. Intercalé mis comentarios donde lo consideré necesario.
Por Catherine O’Driscoll
Hola Gary
Esta semana conocí a un taxista. Su respiración era terrible.
COMENTARIO de GC: Tengo mucha experiencia en casos en los que los problemas respiratorios están conectados con problemas emocionales —incluso cuando parecen tener causas físicas. A veces, cuando a un cliente le cuesta verbalizar sus problemas emocionales, busco opresiones respiratorias y comienzo por ahí. Esto es, a menudo, una buena introducción a problemas de raíz. Este método se describe en detalle en nuestros casetes avanzados (Pasos hacia el Convertirse en Terapeuta Extraordinario).
CATHERINE SIGUE: No sé por qué, pero le hablé de EFT, y estuvo muy interesado en recibir el tratamiento. Ha sufrido de lo que describe como un nervio pinzado durante seis años. La medicina tradicional no pudo identificar el problema y no pudo solucionarlo. En tres minutos, lo dejamos sin dolor.
Fred también sufre de asbestosis – tiene 69 años, pero solía trabajar como mecánico cuando los recubrimientos de los frenos de mano estaban hechos de asbestos. En una sesión de tapping, su respiración fue de un 10 a un “¡no puedo creerlo!”. Estaba respirando como un pez en el agua – inhalaciones grandes y profundas que le llegaban a las botas. Cuando llegó, entró nervioso por la puerta y no podía respirar más allá que su corazón.
Fred va a volver la semana que viene, esta vez con su nieta que tiene problemas de aprendizaje. Es interesante como ciertas personas se resisten a EFT y no quieren aliviar sus problemas. Fred no le dio más vueltas – sabía que quería hacerlo y no preguntó nada, simplemente lo hizo.
Con amor,
Catherine
________________________________________
DE MERNIE GRAHAM
¡Hola, Gary!
La semana pasada traté a una madre que estaba deprimida hasta el punto del suicidio por problemas de salud mental de su hija. La chica, 17 años y ½ (lo cual es malo, en lo que concierne la cobertura médica de los seguros en algunos Estados) había utilizado todos las ayudas económicas y estaba a punto de ser despachada de la unidad psiquiátrica del hospital infantil local, sin tener a dónde ir. Sus síntomas incluían anorexia y bulimia y auto-flagelación. Había estado hospitalizada la mayor parte del último año, sin progreso alguno, solo empeoramiento. Ya no le hablaba a su madre y mucho menos quería irse a casa con ella. Otras opciones eran un tanto sombrías, ya que las camas de psiquiatría en este Estado son muy pocas.
La madre hizo sus deberes espléndidamente, haciendo tapping muchas, muchas veces, en sutitución por su hija cada día. Le dije que era probable que el tapping tuviese un efecto por transferencia en quien lo suministrara, pero que no tenemos manera de medir empíricamente el efecto que puede tener en su hija. Pero que lo hiciese de todas formas. Y lo hizo.
Esta semana, me informó de que su depresión ha desaparecido y que no lo puede creer (ha estado deprimida la mayor parte de su vida, pero especialmente desde que al padre de la chica le diagnosticaron cáncer terminal durante su embarazo. Murió cuando la niña tenía 2 años). A la chica le concedieron un par de días más para quedarse en el hospital, luego la transfirieron a la mejor institución, y a la que tenía menos posibilidades de que le dieran plaza. Puede quedarse 30 días ahí, y ésta es la institución que tiene más probabilidades de que permita este tipo de intervención alternativa. Para asombro de todos, hizo la transición con facilidad. ¿Quién sabe, eh?
GC RESPONDE: Cierto. ¿Quién sabe? Si el tapping por sustitución, efectivamente, ayudó a la hija (y, a propósito, todas las otras intervenciones parecen haber fallado), eso es bueno. Quitarle la depresión de toda la vida a la madre, sin embargo, no es un mal “beneficio añadido”. Yo alentaría a más personas a tomar este camino. No escucho más que buenos informes al respecto.
Mernie Graham
________________________________________
DE JOAN HITLIN: Otra adición creativa a nuestros archivos de «Pruébelo para todo».
Querido Gary,
La semana pasada tuve una experiencia interesante. Una nueva clienta, durante las vacaciones de primavera de la Universidad de Massachussets vino a mi consulta para una (y sólo una) sesión.
Me explicó entre llantos que la razón por la cual venía a verme era porque alguien la había hipnotizado intencionalmente, sin que ella lo supiese y sin su autorización. Creía que él le estaba provocando todo tipo de síntomas, incluyendo desorganización e imposibilidad de retener la información al leer.
Yo pensé, Dios mío, ¿qué puedo hacer con esto? Sonaba a una paranoia con todas las letras o a intrusión de espíritus. Ella había considerado el exorcismo.
Bueno. Yo solo tenía esta única sesión en la cual no paraba de escuchar ***Pruébalo para todo***.
Entonces dije: «¡Tienes razón! El tipo, claramente, alteró tu sistema energético. Y tengo algo precisamente para reequilibrarlo.»
Después de un par de vueltas de EFT ella se reía aliviada. Le dí algo para leer y dijo que ahora podía leer bien. Le enseñé el procedimiento, y le dije que si alguien alteraba nuevamente su sistema energético debía usar ese procedimiento, o llamar para una sesión telefónica.
Desde luego, no sé qué sucedió una vez que llegó a su casa. Pero su cambio de actitud fue impresionante. Más impresionante fue mi propia reacción ante lo que anteriormente me habría asustado mucho. Me sentí muy valiente y creativo – todo este tapping ha supuesto una verdadera diferencia para mi y, ojalá para ella también.
Gracia por todo,
Joan Hitlin
Traducido por Arya Schellemberg