Patricia Rómer y Eva Denes presentan estos casos en forma muy didáctica, y observan que a veces una persona puede tener conflictos para sanarse.
Hola David
Queríamos compartir con toda la gran familia de EFT de habla hispana la comparación de dos casos que hemos tenido recientemente en nuestra consulta de Madrid (España).
En ambos casos son dos mujeres que acudieron a nosotras para tratar de mejorar su asma. Los casos muestran que la solución de, aparentemente, el mismo problema puede llevar 10 minutos o mucho más tiempo, y los resultados no siempre son los mismos.
Caso 1
Llamemos al cliente Teresa.
Ella llevaba meses con ataques de asma, tenía que usar un inhalador. Al cabo de un tiempo se dio cuenta de que siempre tenía estos ataques los días en que iba a practicar yoga, por la noche. Era algo raro ¿qué relación puede tener el yoga con una dificultad respiratoria?
Yo supuse que el asma era un síntoma de una alergia, así que empezamos a buscar qué es lo que le podía estar causando alergia en aquel sitio. Tras varias rondas ella mencionó que los dueños del centro tenían perros. Le pregunté qué relación tenía con los perros, si tenía perros en su vida, etc.
Sorprendentemente ella carecía de mascotas y no había nada importante relacionado con los perros, ni siquiera cuando era niña. Entonces se acordó de que una vez el perro de su hermana, cuando ella les visitaba, saltó sobre ella para saludarle, de forma cariñosa pero ella se asustó.
Con un test muscular le testé y resultó que tanto el pelo como la saliva de los perros le debilitó los músculos.
Así que empezamos a trabajar en esta memoria:
«A pesar de que el perro de mi hermana me dio un susto de muerte cuando me saltó encima, me acepto y me quiero, y acepto al perro también.»
Luego hicimos una ronda sobre la seguridad:
«Aunque mi sistema inmunológico se siente inseguro en contacto con perros, me acepto completa y profundamente, y estoy abierta a sentirme segura en contacto con perros.»
«Aunque mi cuerpo reacciona con asma al contacto con el pelo y la saliva de los perros, me acepto y me quiero, y elijo sentirme segura en contacto con estas sustancias.»
Trabajamos entre 10 y 15 minutos, y la siguiente vez que fue al centro de yoga, no tuvo ningún ataque de asma. Eso pasó hace 6 meses y los resultados perduran.
Caso 2
En el segundo caso, nuestra clienta (llamemos a esta mujer María Rosa) acudió en primer lugar porque quería adelgazar y llevaba años intentándolo, sin conseguirlo.
Este no es el caso que nos concierne y lo dejaremos para otro artículo. Durante la primera sesión también surgió su problema de asma grave que la hacía depender de inhaladores y le impedía hacer deporte de forma intensiva, algo que le agradaba y además que consideraba que debía hacer para poder adelgazar. Con lo cual convinimos empezar por el asma que era más grave que los cuatro o cinco kilos que deseaba adelgazar.
Una de las maneras más clásicas de abordar los problemas físicos siempre es comenzar por los síntomas, para después ir profundizando en las raíces del problema y también para relajar en parte a la mente consciente y permitir que surjan asuntos más ocultos.
Así que comenzamos tratando los típicos síntomas de asma: incapacidad para respirar en profundidad, sensación de ahogo, opresión en el pecho y ligeras taquicardias.
Lo siguiente fue abordar las emociones asociadas a esos síntomas: miedo a dejar de respirar, miedo a la muerte, angustia, rabia por tener que estar medicada, desesperación por depender de una medicina, impotencia por no poder hacer una vida normal, minusvalía porque consideraba que “estaba mal hecha” (o tenía un defecto de fábrica).
Tras esta sesión, al día siguiente la clienta aseguró haberse sentido físicamente peor, no poder dormir y sentir más fatiga que antes. Fue necesario tranquilizarla y asegurarle que si no había hecho nada contraindicado por su médico y había mantenido sus medicinas, sencillamente era una reacción del cuerpo porque “había cosas que se estaban removiendo dentro”.
Brevemente y por teléfono hicimos tapping para relajarse, permitir que entrase más aire en los pulmones y dejar marchar el miedo y la angustia. Esa noche durmió mejor.
A la semana siguiente, en su segunda consulta, comentó que se sentía algo mejor y que había usado menos veces el inhalador.
Era el momento de hablar con su cuerpo para desvelar qué emoción estaba escondida detrás del asma. Nos remontamos al inicio de la enfermedad que casualmente coincidía con el fallecimiento de su abuelo por tabaquismo.
Sin embargo María Rosa aseguraba una y otra vez que ambas cosas no tenían nada que ver, pese a las evidencias y la sugerencia de que había que abordar la muerte de su abuelo. Su frase fue reveladora: es algo demasiado duro y no estoy preparada para ello.
Los terapeutas debemos aceptar el ritmo de nuestros clientes y ante tan rotunda negativa, lo mejor fue seguir abordando aspectos colaterales relacionados con la enfermedad, la impotencia y la rabia por no poder hacer lo que deseaba.
Tras varias sesiones, María Rosa había dejado de usar los inhaladores y había vuelto a correr por el parque sin fatigarse. Sólo le volvía en contadas ocasiones (una vez cada dos meses tal vez, coincidiendo siempre con problemas o discusiones familiares). Para nosotras el éxito de EFT en este caso, sin llegar a ser del cien por cien (y las causas son evidentes) era claro, pero al contactar con nuestra clienta meses después para conocer cómo se encontraba, su respuesta fue: “Para mí esto no es estar curada, yo quiero que me ocurra como a otros de vuestros clientes que aseguran en sus testimonios haber acabado totalmente con su asma”.
Discusión sobre el caso
Ambas hemos comentado en varias ocasiones cómo se desarrollaron ambos casos. En un primer momento coincidimos en que con María Rosa nos enfrentamos al típico “Efecto Apex”.
El “Efecto Apex” es un tipo muy concreto de reverso psicológico. Otros autores aseguran que se trata de un problema de “disonancia cognitiva”, término acuñado por el psicólogo Leon Festinger.
Básicamente un “efecto Apex” es la respuesta emocional (generalmente negativa) de una persona al experimentar una conducta que se opone a sus creencias. Para sobreponerse, el subconsciente de esa persona genera otra creencia que se adecue a la realidad. Dicho con otras palabras, le busca una explicación distinta o se la inventa.
Sin embargo, posteriormente convinimos en que el asma de María Rosa era el vínculo que la unía o identificaba a su familia, puesto que más miembros padecían la enfermedad, es decir un claro ejemplo de la Teoría de la Identidad Social: las personas adoptan juicios erróneos o falsos sólo para permanecer dentro del grupo.
Pese a su evidente mejoría: pasar de usar inhaladores a no usarlos, pasar de estar encerrada por las tardes en casa con insuficiencia respiratoria a correr por el parque durante una hora, María Rosa seguía negándolo, porque estar mejor era estar curada completamente.
Obviamente había más cosas que trabajar con EFT pero a veces el cliente no desea seguir por ese camino y como terapeutas debemos entender y respetar que no están preparados aún para ello.
Patricia Rómer & Eva Denes
Madrid (España)
Patricia Rómer es periodista, experta en EFT, ThetaHealing y coaching. Eva Denes es experta y formadora de EFT, Thetahealing, LOA, Nutrición y coaching ambas comparten consulta y página web en Madrid con muchos y variados recursos para los que deseen estudiar a fondo EFT.