Michael White alivia lo que su cliente denomina «¡la peor adicción del mundo!»
Por Michael White
Gary:
«John» vino a verme para que le ayudara con lo que consideraba «¡la peor adicción del mundo!» Tenía esposa, hijos, un trabajo fantástico y era un hombre de éxito, excepto por este hábito tan vergonzoso. Cuando le pregunté a qué era adicto, pronunció la palabra «pornografía» con voz entrecortada.
Asistía a espectáculos de strip tease, tenía una colección de revistas y dvds y un elaborado sistema para mantener ocultas sus actividades en Internet. Estaba preocupado, pues sus gustos se estaban volviendo más violentos y duros y le aterraba la posibilidad de ser descubierto. En el trabajo, se pasaba la mayor parte del tiempo pensando en formas de “entrar a hurtadillas» y estaba afectando a su rendimiento. También se mostraba malhumorado y distraído en casa.
No tuve que valorar su intensidad del 0 al 10, porque ésta era evidente. Empecé a hacer tapping con él.
«¡Aunque me aterra admitir que tengo este problema, me amo y me acepto completa y profundamente!»
«¡Aunque es imposible aceptar lo que he hecho…!»
«¡No puedo dar la cara con mi mujer!»
«¡No puedo dar la cara con mis hijos!»
«¡Soy un enfermo! ¡Aunque soy un pervertido, me amo y me acepto completa y profundamente!»
«¡Aunque hace tanto tiempo que hago esto y me parece imposible cambiar…!»
«¡Aunque no quiero dejarlo!»
¡Ajá! Ése era un buen punto. Cuando paramos para descansar, le pregunté si realmente quería dejarlo, a lo que respondió «De hecho, no. ¡Es el único momento en el que me siento calmado y relajado!»
Así que hicimos tapping de nuevo.
«Aunque es el único momento en el que me siento calmado y relajado.»
«¡Aunque me siento poderoso cuando miro pornografía!»
«¡Puedo encontrar otras formas de sentirme vivo!»
«¡Tengo ansiedad y lo acepto!»
«¡Acepto que me estoy tranquilizando!»
Comentamos que el porno era una forma de calmar ansiedades subyacentes. Se le iluminó la mirada y dijo «Cuando miro pornografía, me siento muy poderoso y que tengo el control. ¡No me había dado cuenta de que no siento ese poder en otras áreas de mi vida!»
Hicimos algo más de tapping sobre dicha cuestión y le di tareas para casa. Tenía que hacer una lista de sus primeras experiencias con la pornografía, el sexo y las citas. También le sugerí que le permitiera a su subconsciente tener al menos 3 opciones en esta situación. Podía permitirle a su subconsciente querer mirar porno completamente, podía querer mirar algo de porno o podía querer hacer algo distinto. Le pareció que tenía mucho sentido y dijo «¡Lo entiendo! ¡Ahora puedo elegir!»
Le pedí que me mantuviera informado de cualquier cambio. Me llamó una semana más tarde y dijo «Sigo teniendo ganas, pero han disminuido y he mirado un par de veces. Pero en ese momento, hice tapping y me aburrí rápidamente, por lo que salí de esas páginas Web. ¡Ahora me estoy centrando en deshacerme de toda la pornografía que tengo escondida! ¡Esto está funcionando, en verdad, y me esposa se ha dado cuenta de que estoy de mejor humor!»
Esta adicción, como tantas otras, conlleva mucha vergüenza, censura y secretismo. ¡EFT es una forma excelente de devolver la vida a las personas con rapidez!
Michael White
Traducido por Eva Llobet Martí
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