Gillian Wightman de Escocia trata una migraña y una mandíbula tensa, simultáneamente. El tiempo total que le tomó, fue sólo de 5 minutos.
Por Gillian Wightman, EFT-ADV
Mi marido, quien practica terapia craneosacral, recibió una llamada de su clienta porque ella estaba sufriendo “migrañas por estrés”, según sus propias palabras. Como él tenía su agenda completa, y dado que ella me dijo que su migraña estaba relacionada con el estrés y además porque obviamente ella estaba sufriendo, le ofrecí la oportunidad de hacer EFT por teléfono, y le expliqué brevemente la premisa de EFT. Ella tenía muchas dudas de que funcionara, y yo le dije que no estaba 100% segura de sí lo haría, pero como tenía algo de tiempo y estaba dispuesta a probar, valía la pena hacer el intento. Ella no tenía nada que perder, por lo que estuvo de acuerdo en probar.
La causa de su angustia era el hecho de que su madre estaba muy enferma a muchos kilómetros de distancia y ella se sentía molesta porque parecía que no podía lograr que los médicos que atendían a su madre investigaran los síntomas. Ellos manejaban la hipótesis de posible demencia y ella sentía que era otra cosa.
Ella admitió que se sentía muy incómoda hablando de sus sentimientos y probablemente esta era la causa de la tensión en la mandíbula que a su juicio era la causa de las migrañas. Le pedí que se centrara en el dolor de la mandíbula y que eligiera una palabra para describir lo que sentía. Ella me dijo que era “ira”. Hicimos tapping: “Aunque siento esta ira en mi mandíbula, estoy bien”. Luego cambió a: “Aunque siento este miedo en mi mandíbula, estoy bien”. Y luego pasó a: “Aunque siento esta culpa en mi mandíbula, estoy bien”.
Ella estaba atónita porque después de sólo tres rondas y en tan sólo 5 minutos su mandíbula se había relajado y su migraña se había ido. Ella sentía que era demasiado para poder asimilarlo y se sentía muy confundida por la forma en que había ocurrido, así que le di la dirección del sitio emofree.com y le dije que si quería buscara más información, y ella rápidamente terminó la llamada.
Hoy ella llamó por teléfono para hacer una cita con mi marido por su rodilla y me dijo: “Por cierto, gracias, mi migraña desapareció y no ha regresado. Y hubiera sido de esperarse, porque mi madre tiene cáncer y mi vida es ahora todavía más estresante. Me gustaría pensar que fue una coincidencia, pero en mi corazón yo sé que no es así”.
Gillian Wightman
Traducido por Psic. Luis Berli EFT-ADV Ir al Sitio WEB de Luis