Descubrir la raíz de un asunto puede ser un verdadero arte… sin embargo, con frecuencia tales asuntos se revelan únicamente si aplicamos EFT persistentemente. Lean a continuación cómo Iris Lahad, de Israel, emplea la perseverancia para encontrar, al fin, qué se ocultaba tras la afirmación de su padre de ‘Es imposible’.
De Iris Lahad
¡Hola Gary!
Ésta es la primera vez que te escribo, aún cuando llevo algunos años utilizando EFT como herramienta para mí misma y en mi trabajo. Sentí que te podría interesar mi experiencia de combinar la meditación con EFT.
Recientemente tuve una experiencia muy conmovedora y profunda. Estaba por comenzar un gran proyecto. Estuve meditando y uniéndome con mi ser divino, para comprender qué podría estar deteniéndome y cuál era la mejor forma de manejar esto. Recibí una clara respuesta con respecto a los asuntos específicos y se me dijo que aplicara el tapping de EFT con ellos. Hice una lista por escrito y comencé a trabajar con ellos. Resolví rápidamente unos cuantos asuntos pequeños. Mirando en retrospectiva me doy cuenta de que sirvieron como preparación para el asunto grande que venía.
El asunto grande – narrando el comienzo: Yo iba en primer año y estaba con mis padres en casa de mis abuelos. Era un departamento pequeñito y todos estábamos en la misma habitación. Yo leía un libro. Quizá fue una de las primeras veces que leí un libro completo por mi cuenta. Terminé de leerlo y, mientras lo bajaba, dije «Ya acabé de leer el libro».
Mi padre volteó hacia mí y dijo, «Es imposible”. No puedes haberlo terminado tan rápido; de seguro sólo viste las ilustraciones». Yo le contesté: «No, YO LEÍ las palabras y terminé el libro». El dudaba seriamente de lo que le había dicho y, para asegurarse de que era verdad, me examinó con detalle. Yo me sabía todos los detalles y le contesté bien.
Esta historia no apareció sin más en mi consciencia; yo la conocía de toda la vida. También había trabajado en ella anteriormente. De todos modos, como había aparecido durante la meditación, decidí explorarla más a fondo. Apliqué la técnica de ‘contar la historia’. Desde el comienzo experimenté mucha intensidad, por lo que hice una ronda para aliviar la tensión. Proseguí y llegué a la parte en la que mi padre decía: «es imposible». La intensidad creció en forma dramática. Comprobé lo que estaba sintiendo y me di cuenta de que era como si me hubiesen golpeado en la cabeza. El golpe era tan fuerte que la deshacía. Comencé la preparación:
Aun cuando esa afirmación fue como un golpe en la cabeza y sentí que se me deshacía, elijo ahora permitir que la creatividad de mi ser superior encuentre otra situación en la que yo haya sido amada y aceptada incondicionalmente.
Hice una ronda acerca del golpe, una ronda sobre el sentimiento de deshacerse, otra relacionada con mi elección positiva y una ronda final alternando entre la preparación y la opción positiva. Sentí los cambios dentro de mí. Sin embargo al regresar a la afirmación de mi padre, la intensidad aumentó de nuevo. Me uní con mi ser divino para obtener una mejor comprensión del asunto. Vi cómo mi padre dudaba de mí cuando hablé de lo que había hecho, de mi logro. Vi que yo había aceptado sus dudas como verdaderas, y cómo había permitido que quedaran grabadas sobre mis paredes. También vi cómo esas creencias habían permanecido en el campo de mis pensamientos durante toda mi vida, afectándome, pues creaban, una y otra vez, situaciones que demostraban que tales creencias eran ciertas para mí. Así que reelaboré la preparación:
Aún cuando mi padre dudó de mí cuando le dije lo que había hecho – mi logro; y luego él me puso a prueba sobre el tema, y yo le creí y acepté su acto como verdadero, y permití que esas creencias manipularan mi vida, yo elijo ahora permitir que la creatividad de mi ser superior encuentre otros hechos en los que mi padre haya sido capaz de aceptarme completamente.
La segunda y tercera vez agregué: Perdono a mi padre por haber actuado con una conciencia limitada, me perdono a mí misma por haberle creído, tomando su afirmación como la verdad de mi existencia – permitiendo que me afectara durante toda mi vida – perdono a esa creencia por manipularme a lo largo de toda mi vida. ¡Qué enunciado tan extenso!
Hice una ronda completa para cada uno de los aspectos de la preparación, una ronda para mi elección positiva y una ronda final alternando entre la preparación y mi elección positiva. Sentí que ocurrían grandes cambios en mí en todos los niveles. Pero, cuando probé con la afirmación de mi padre: “Es imposible», mi intensidad volvió a aumentar.
Me fundí con mi ser superior para obtener una mejor perspectiva. Al realizarlo entré en un estado emocional tal, que estuve haciéndome tapping durante 3 rondas consecutivas sin pronunciar una sola palabra. Supe que me había encontrado con algo súper fuerte. Cuando cesaron mis lágrimas volví a reunirme con mi ser divino para aprender más al respecto.
Ahora me encontraba entre la niebla, en los más profundos dominios interiores de mi subconsciente. Estos asuntos nunca se habían acercado tanto a la luz de mi conciencia – ¡nunca! Al tiempo del evento inicial, mi niña de primer año no tenía la consciencia, las herramientas ni las habilidades para comprender lo que en realidad estaba ocurriendo, y definitivamente tampoco tenía la habilidad para manejarlo. Sentí que estaba explorando emociones que necesitaba nombrar y definir para entenderlas y, de esa manera, poder manejarlas. ¡Fue entonces cuando se me aclararon las cosas!
Me dí cuenta de que el verdadero agresor no había sido el padre a quien yo conocía, sino su niño interior. Se trataba de un niño temeroso con muy poca autoestima. De hecho su autoestima estaba tan baja que había tratado de desestimarme para poder sentirse mejor él mismo. Supe que él era un lector un poco lento, por lo que, el hecho de que yo leyera rápido resultaba amenazador para su niño interno. La preparación:
Aún cuando sentí que mi realidad se hacía pedazos, cuando mi fuerte padre se transformaba en un niño pequeño y temeroso, y me atacaba, y yo le creía que así es como se supone que son las cosas … que los hombres fuertes que me atacan tienen derecho de hacerlo, porque en realidad son niñitos temerosos que están tratando de aumentar su autoestima al desestimar a los otros, en especial a mí … Yo elijo darle permiso a mi ser superior de crear una realidad distinta para mí, en la que yo haya tenido un padre fuerte que me haya amado y aceptado incondicionalmente.
Agregué el perdón hacia mi padre por haber actuado con su limitada conciencia de sí mismo. También el perdón hacia mí mismo por haber actuado a partir de mi conciencia limitada, de modo que adopté esa creencia y le permití dirigir mi vida. Le agradecí a la creencia haberme protegido cuando lo necesité, y la perdoné por haberme perseguido durante toda mi vida.
Realicé una ronda completa con cada aspecto de la preparación, una ronda para mi elección positiva y una ronda final alternando entre la preparación y mi elección positiva.
Fueron rondas muy largas y yo estaba agotada. Me acosté en el sofá e imploré por la sanación divina. Sentí que todo mi cuerpo se recalibraba y se entregaba a mis guías. Después de diez minutos volví a sentirme bien, y procedí a probar LA AFIRMACIÓN, como si ésta se hubiese convertido en una entidad independiente. ¡Bien! mi intensidad aumentó de nuevo. ¡Oh, no! ¿Es que esto no termina? ¿Alguna vez voy a llegar a la médula del asunto? Me fundí con mi ser divino sabiendo que quedaba más por excavar, desenterrar, clasificar y, por supuesto, definir mis hallazgos. Viviendo en un país de muchos estratos – Israel, supongo que yo tengo muchos estratos también.
Me fundí con mi ser divino y de nuevo me puse muy emotivo. Mientras me hacía tapping en silencio, fui reuniendo y organizando mis emociones. Fue impactante. Mirar a mi padre haciéndose añicos y volviéndose un niño endeble me hizo entrar en shock. Se presentaron distintos temores. Si mi padre fuerte y protector no es más que un niño miedoso, ¿quién está allá afuera listo para atacarme?, y ¿quién me va a cuidar?
Surgieron aspectos de ira. ¡Eso no era parte del trato!. Yo era pequeña todavía y necesitaba un papá fuerte, me prometieron un papá fuerte y me están traicionando. También había aspectos de resentimiento en todos estos asuntos.
De nuevo hice una preparación extensa y elaborada (y la hice sobre la marcha, pues estaba muy confundida todavía). Añadí mi perdón, como había hecho antes. Le concedí una ronda completa a cada uno de los aspectos positivos y a la elección positiva, que era la misma de la ronda anterior. Al finalizar estaba tan cansada que me recosté para recibir sanación. Sentí que mis circuitos cerebrales se renovaban completamente y que mi cuerpo se volvía a calibrar, más allá de lo que lo había hecho anteriormente.
Unos momentos después volví a probar con la afirmación. Y la intensidad se incrementó de nuevo – ¡era una auténtica prueba para mi paciencia!, ¡y a mí que me gusta hacer rápido las cosas! Pero también soy meticulosa, por lo que estaba decidida a completarlo. Me uní con mi divinidad para profundizar mi comprensión. En cierto sentido encontraba esto gracioso – por más extraño que parezca, teniendo en cuenta los temas tan trascendentes que estaba tratando. Aunque surgían emociones fuertes, yo iba fluyendo con ellas. Una vez que pasaban, yo trataba de dejarlas atrás y proseguía.
¿En dónde iba a excavar ahora? Al ver a mi padre como un niño temeroso, con una autoestima tan limitada, reconocí que él me estaba pidiendo que lo protegiera. (Quiero agregar que todas estas percepciones eran las que yo tenía en ese momento. Sabía que mi niño de antaño no tenía, en el origen, conciencia alguna de estas cosas. También sabía que ahora estaba yo trabajando con la comunicación inconsciente ó telepática que se daba entre mi padre/su niño interno y yo, y entre distintas partes de mí misma de ese tiempo.)
Así que volvamos al proceso. El niño interior de mi padre me rogaba que lo protegiera y yo no tenía otra opción más que obedecerlo. ¿Cómo se suponía que lo hiciera? Asegurándome de no ser nunca mejor que él en logros cognitivos y permitiéndole siempre superarme en esas áreas. Así que había creado una barrera invisible que se convirtió en un límite de por vida para mí. Mediante esa barrera me aseguré de no tener nunca demasiado éxito, jamás me permití mostrar todo mi potencial, y mucho más.
Me dí cuenta también de que había hecho un voto de proteger a mi padre al no superarlo. No sólo le había hecho esta promesa a mi padre, sino que la había ampliado a quienquiera que me confrontara resonando con sus mismas vibraciones. ¡Oh … qué torrente de emociones! Comencé a realizar una extensa y elaborada preparación, y esto me tomó mucho tiempo por todo lo que implicaba. Incluí el perdón hacia mi padre y hacia mí misma. Le agradecí a mi voto por haberme protegido y le permití deshacerse. Así me liberé de su dominio. Hice la misma elección positiva que en las rondas anteriores. Llevé a cabo muchas rondas concediendo especial atención a cada aspecto, a la opción positiva y también a las alternancias. Al final me sentía con una gran amplitud, por lo que hice una larga caminata en medio de la naturaleza para volver a conectarme con la tierra.
Al otro día estaba llena de energía y júbilo. Esa noche volví a revisar el evento… ¡nada! … ¡ninguna intensidad en absoluto! Éste es un nuevo día y siento que he renacido.
Que tengas un bonito día, lleno de luz y amor,
Iris Lahad
Traducido por Francisco Murillo Domínguez