Acá hay un uso muy práctico de EFT, aunque algo humorístico. ¿Han estado alguna vez en medio del tráfico y recibido un “llamado de la Madre Naturaleza”? Al principio es apenas una señal de alerta, pero eventualmente el mensaje se hace bastante insistente. Para empeorar las cosas, ¿qué tal si no hay ningún lugar razonable para detenerse? ¡Oh no! ¿Qué pueden hacer ahora? Christina Elvin, del Reino Unido, se encontró a sí misma en esas circunstancias y usó EFT para “aguantar” por 90 minutos. Aquí está su historia.
Por Christina Elvin
Iba camino de realizar una presentación de EFT en un evento de ‘Vida Sana’ (‘Healthy Living’) en julio del año pasado. El evento era sólo a 180 km – unas 2.5 horas de manejo – en una autopista de doble vía… así que era un viaje muy relajado. Al menos eso pensé yo. Me di cuenta que necesitaba hacer pis después de haber recorrido unos 140 km, y como yo me enorgullezco de “poder aguantar” sentí que fácilmente podía esperar a llegar al hotel – así que no me detuve en ninguna de las siguientes estaciones de servicio. Después de todo, estaba a sólo 40 km del hotel. 20 minutos más y estaría todo solucionado.
¡Poco sabía yo que me aproximaba a una gran zona de trabajo sobre la autopista! Y hombre, ¡era grande! A los 10 km el tráfico se enlenteció y en los siguientes 2 km se detuvo. Nos estábamos moviendo a menos de 15 km por hora, nos deteníamos – arrancábamos – nos deteníamos – arrancábamos. Y yo comencé a desesperarme. Normalmente puedo “aguantar” confortablemente por 20 minutos. Habíamos cubierto 13 km en 45 minutos. No se veía el final. Esos baños portátiles que usan los trabajadores lucían tan tentadores… ¿me atreveré a detener el auto y usarlos? No – el tráfico era de una sola línea y no parecía una buena idea. Así es que hice EFT:
«Aun cuando quiero desesperadamente hacer pis, yo puedo aguantar…»
«Aun cuando no puedo controlar el tráfico, puedo controlar mi vejiga…»
¡Éxito! Mis pensamientos se alejaron de los baños portátiles, mis pensamientos estaban a kilómetros de ahí. Estaba cantando en voz alta con mis cintas de los Beatles, la ventanilla baja, un hermoso y caluroso día, un brillante cielo azul, maravilloso, después de todo no tenía apuro en llegar, tenía más que suficiente tiempo.
Luego, un vehículo adelante mío se rompió, probablemente por calentamiento – enlenteciéndome aún más. Eventualmente, después de otros 30 minutos el tráfico se aceleró y nos movimos. 5 km después fue mi turno de bajarme de la autopista y tuve que encontrar mi camino hasta el hotel, el cual estaba a solo 5 km de la autopista. Llegué – justo a tiempo. En total, aguanté 90 minutos. Un viaje que normalmente me hubiera llevado 2.5 horas, me llevó 4. Gracias a EFT fui capaz de “aguantar”.
Christina Elvin
Traducido por María Inés Sención, EFT-ADV