EFT para la depresión en una sola sesión… más un curso y persistencia – AHEFT

AHEFT

Publicado: febrero 15, 2021

Patricia Rómer nos relata cómo ayuda a una joven mujer a superar una depresión debilitante que no la permite funcionar. Trabaja con sus distintas ‘partes’ dando gracias a las que no sirven e invocando a su parte ‘fuerte.’ Su cliente acude a un curso para aprender más y seguir utilizando las técnicas ella misma. Dos años después sigue sin haber tenido episodios de depresión. Escribe a Patricia y visita el sitio web de Patricia

Por Patricia Rómer

Marilo es una mujer de clase social acomodada, tiene 37 años, y llegó a mi consulta de Madrid con una fuerte depresión que la incapacitaba para trabajar, para conducir y llenaba sus días de miedos y angustias injustificadas pero que sobre todo la impedían hacer una vida normal.

No sólo era incapaz de trabajar o conducir sino que ni siquiera podía recoger a su hijo del colegio, ir sola a los sitios, acudir al médico… Estaba medicada con ansiolíticos por el psiquiatra y aunque se encontraba algo mejor, no era la persona activa y vital de siempre.

Antecedentes: Dos años antes estuvo al borde de la muerte tras una intervención quirúrgica. Cuando superó el trauma físico se produjo el estrés post traumático que la mantuvo prácticamente retirada de la vida un año. Era incapaz de hacer nada – se pasaba las horas del día tumbada llorando. Poco a poco salió de ese estado casi vegetativo con ayuda de psiquiatras y psicólogos y se reincorporó a la vida normal.

Cuatro meses antes de venir a mi consulta a su madre se le diagnosticó cáncer y todos los síntomas de Marilo volvieron a aparecer. Ella cayó en una nueva depresión.

Cuando llega a mi consulta está medicada por el psiquiatra y acude a la consulta del psicólogo pero tiene una angustia permanente y un dolor en el pecho continuo.

En la primera parte de la sesión descubrimos cuál era su miedo real: la muerte propia y no la de su madre como ella pensaba en un principio. (Su madre afortunadamente superó el cáncer de mama del que estaba aquejada.)

Primero abordamos los síntomas físicos, el dolor de pecho, la angustia.

• Aunque siento este dolor en el pecho

• Aunque no puedo respirar

• Aunque tengo una angustia en la garganta

Después trabajamos su miedo a la muerte:

• Tengo miedo a morir

• Tengo miedo a que mi hijo quede huérfano

• Pobre hijo mío, quién va a cuidar de él si me ocurre algo

Surgió entonces rabia porque se siente incapaz de hacer cosas sola

• Aunque no me gusta depender de nadie, me acepto completa y profundamente

• Aunque me da rabia tener que pedir favores

• Aunque no me gusta que me tengan que cuidar

• Aunque soy incapaz de conducir porque tengo angustia

• Aunque si tengo un accidente mi hijo se quedaría solo

Después de todo este trabajo con las emociones pasamos a trabajar con su “yo nervioso.”

En la segunda parte de la sesión, eliminamos la personalidad nerviosa y dependiente y la sustituimos por la otra fuerte y valiente que ella había tenido anteriormente

• Aunque ahora tengo miedo de estar sola, yo no soy así

• Aunque ahora me da angustia conducir, yo he sido capaz de eso y de mucho más

• Aunque ahora todo me asusta, elijo que mi personalidad valiente tome las riendas de mi vida otra vez

Dimos las gracias «al yo miedoso» por haberla protegido y reivindicamos que queríamos al yo fuerte para hacer frente a todas las situaciones.

• Doy las gracias a mi yo cobarde porque piensa que me protege

• Elijo que mi yo valiente haga frente a todas las situaciones

Acabó la sesión riéndose de su miedo a la muerte. Más o menos estuvimos 50 minutos.

Al día siguiente me llamó. No había podido dormir en toda la noche. Su marido se enfadó pensando que «la sesión» podía perjudicarla. Yo le aseguré que habíamos movido mucha energía y que esa noche iba a dormir mejor. Además de rogarle encarecidamente que mantuviese toda la medicación e instrucciones que sus médicos le habían indicado, hasta que volviese a su consulta.

Tres días después me confirmaba que se le había quitado el dolor del pecho, la angustia y se sentía estupendamente… tanto que no se lo podía creer «con una tontería como la que me hiciste» me aseguraba entre risas y sin querer desmerecer EFT, sino comparando con los meses de tranquilizantes que llevaba y las sesiones de psicólogo.

Su psiquiatra le retiró la medicación paulatinamente ante la mejoría y no regresó a la consulta del psicólogo. Ha vuelto a conducir y a trabajar. No han hecho falta más sesiones pero ella ha hecho un curso de EFT nivel 1 conmigo y se sigue aplicando la técnica cuando la necesita.

Seguimiento: Han pasado ya dos años y su vida es completamente normal, su padre ha sido diagnosticado de una grave enfermedad, de la que afortunadamente se ha recuperado, y ella no recayó en su depresión, fue capaz de afrontar todo el proceso y de acompañarle durante toda la enfermedad.

Patricia Romer es periodista y una experimentada terapeuta de EFT, ThetaHealing y Coaching. Ayuda a deportistas de élite a conseguir sus metas, a personas a vencer sus miedos para poder coger las riendas de su vida y a clientes que buscan despertar a su “sanador interior” para conseguir la salud perfecta. Puedes contactar con Patricia en www.liberacionemocional.com

Artículos Relacionados

David Feinstein

*Por David Feinstein* * * *Correspondencia:  None [1] [email protected] Publicado: 25 de Abril de 2022 doi: 10.3389/fpsyg.2022.85620 Editado por: Peta Stapleton, Bond University, Australi…

EFT Y LA EDUCACIÓN SOCIOEMOCIONAL EN LA ESCUELA.

*Alicia Xicoténcatl Ramírez* *Directora de Secundaria Mariano Escobedo en el Estado de Querétaro, México.* *Dra. En Ciencias de la Educación* En México, cuando el llamado Nuevo Modelo Educativ…