Pam Hinds (de Inglaterra) nos ofrece una visión paso a paso sobre su uso de EFT para procurar alivio a un señor con neuropatía diabética. Fíjate que se hizo todo en una sesión. En mi experiencia, más sesiones posiblemente proporcionarían aún más alivio.

Por Pam Hinds

Recientemente tuve la oportunidad de trabajar con Colin, quien sufría de diabetes y neuropatía, lo cual le causaba un dolor constante en los dedos de los pies. Yo ya sabía de su historia clínica por haber hablado con Colin previamente, así que nos concentramos en la manifestación del dolor en el aquí y ahora. Le planteé que, puesto que él tomaba medicamentos, los efectos de estos en su cuerpo deberían ser tomados en consideración.

Colin evaluó la intensidad del dolor actual en los diez dedos de los pies como 4 en 10, y comenzamos con una primera secuencia de EFT con Aunque tengo este dolor en los dedos de mis pies… Tras esta secuencia, Colin se sintió tranquilo, y el dolor estaba en 3.5 de 10. Una segunda secuencia con el dolor restante en mis dedos de los pies redujo el nivel de intensidad a 3 de 10. Una tercera secuencia lo redujo justo por debajo de 3, y los dedos de los pies sintiéndose menos estresados, según la expresión de Colin.

En este momento pasé a usar Elecciones – empezando con Aunque no puedo dejar marchar este dolor… y pasando a ahora elijo dejar marchar. Esto tuvo el efecto inmediato de movilizar el dolor al empeine de su pie derecho, y esto parecía bastante intenso, así que Colin quiso hacer otra secuencia rápidamente para superar este nuevo dolor.

Evidentemente él está acostumbrado a analizar las sensaciones en sus pies bastante de cerca, y las describió en detalle, lo cual era muy útil para cazar el dolor. Hicimos varias secuencias más, persiguiendo el dolor, mientras se cambiaba a una ‘efervescencia’ en el dedo gordo del pie derecho… después los cuatro dedos del pie izquierdo… después ambos pies sintiéndose igual, con los dos dedos gordos de los pies en calma y los otros dedos de los pies con un nivel de intensidad de 2, sintiéndose entumecidos y con molestia.

Tras la séptima secuencia, Colin aún tenía algo de dolor en los dedos de los pies, pero ahora sentía un rubor y una calidez, lo cual era poco común en él, puesto que sus pies se sentían fríos normalmente. Tenía las manos sudorosas en estos momentos, y los ojos lacrimosos, pero tras una secuencia adicional se sintió más calmado.

En este momento consideré terminar la sesión, pero decidí finalizar con una frase más orientada hacia las emociones, dirigida hacia sus emociones sobre tener el dolor. Usamos, Aunque no puedo creer que estaré libre de dolor… lo cual redujo su nivel de intensidad alrededor de 1.25 de 10, y una secuencia final enunciando, Dejo marchar este dolor … me merezco estar libre de dolor.

Ambos sentimos que el resultado de la sesión había sido muy positivo, y el día siguiente Colin informó de cambios significativos en su experiencia. Durante la noche había estado despierto debido a los dolores en los dedos de sus pies, pero al día siguiente el dolor se había reducido a 1 de 10, y esto se seguía manteniendo varios días después.

Anteriormente Colin había tenido que llevar sandalias abiertas para evitar la presión en los dedos de sus pies, pero ahora había sido capaz de llevar zapatos cerrados la mayor parte del día, lo cual era una ventaja adicional en este tiempo frío de enero.

Pam Hinds

Traducido por Ana Saval-Badía Escibir a Ana