Ayudar a una madre y a su futuro bebé con EFT – AHEFT

AHEFT

Publicado: febrero 23, 2021

Baerbel Froehlin hace un trabajo de primera en el siguiente artículo, al permitir a su intuición descubrir un importante asunto de raíz. Como veréis, permite que su lenguaje de EFT fluya hasta que aflora la cuestión importante. Esta es la marca de un practicante de EFT realmente avanzado. Para los que estéis interesados, el método de “Quitarte de en medio” se explica ampliamente en el conjunto de DVDs titulado EFT – Más allá de los aspectos básicos (antiguamente denominado Pasos para convertirse en un terapeuta extraordinario) y también se utiliza en la mayor parte de los DVDs formativos posteriores.

Baerbel Froehlin, CHt./Terapeuta de hipnosis, EFT-ADV

En este caso, mi clienta era una mujer joven que se embarazó “por accidente”, como suele decirse en Alemania. Había vivido con el padre de su futuro hijo durante un tiempo, aunque no tenía intención de casarse con él. Esto es algo muy habitual en Alemania, mucho más que casarse antes de ir a vivir juntos.

Gina (no se trata de su nombre real) se sintió mal físicamente desde el principio del embarazo. Al tercer mes de gestación, se pasaba el día vomitando, durmiendo, vomitando de nuevo y volviendo a la cama, completamente exhausta. No podía mantener en su cuerpo alimento alguno, por lo que dejó de comer y perdió peso rápidamente. Cuando intentaba comer algo, enseguida lo devolvía, lo que la hacía sentir realmente incómoda. Se sentía extremadamente débil. Su médico estaba muy preocupado y estaba considerando ingresarla en el hospital, para que la alimentaran por vía intravenosa. Le habían recetado una medicación para atajar los vómitos, pero no estaba funcionando. Cuando se puso en contacto conmigo para una sesión por teléfono, esta situación había durado varias semanas.

Cuando le pregunté cómo se sentía por el hecho de llevar en su interior a este diminuto bebé, respondió: «El bebé debe sentirse en una terrible montaña rusa, moviéndose en todas direcciones, de forma tan violenta, mientras yo me siento mal y vomito.» Gina también comentó que «el bebé supone una responsabilidad demasiado grande y en realidad no lo quiero. Cambiará mi vida para siempre y no estoy preparada.» Me contó que siempre había querido ser independiente; para ella el embarazo suponía “estar atada”, completamente dependiente, no ser capaz de hacer lo que quisiera en todo momento.

Aunque no quiero ser dependiente…

Aunque todo esto me asusta terriblemente…

Aunque durante toda mi vida he evitado sentirme atada de forma alguna…

Me acepto realmente a mí misma y al pequeño bebé que hay dentro de mí…

Aunque estoy tan asustada… No quiero ser responsable de otra persona… Ya tengo bastante con preocuparme por mí misma… y esta otra persona sería un diminuto bebé… que dependería por completo de mí… esto me asusta tantísimo… que me hace vomitar todo el tiempo…

Cada vez que pienso en ello ya estamos otra vez… vomitando una y otra vez… intentando sacarlo todo… intentando que todo esto desaparezca…

Intentando de verdad superarlo… soltarlo… desconectar… pero no funciona…

Le pedí que imaginara al diminuto bebé en su interior, que imaginara la lucha en su interior cuando intentaba vomitar. Le hice notar que el pequeñín parecía ser un gran luchador, ¡seguía resistiendo, a pesar de no tener alimento! Esto nos hizo reír.

Aunque no puedo librarme de mi responsabilidad… por mucho que vomite… este pequeño ser resiste en mi interior… un zarandeo tras otro… aferrándose a la vida… aferrándose a mí… a su madre… aferrándose para estar conmigo… aferrándose a la vida… tan pequeño, pero tan decidido… sin alimento que le permita crecer… prácticamente muriendo de hambre…

Ahora elijo reconocer… que mi bebé es un luchador… este bebé exige mi respeto… y mi admiración… por encima de todo… siento que tengo que apoyarle… darle una oportunidad… alimentarlo… lo mejor que pueda… y eso es lo que voy a hacer…

Entonces, Gina me dijo: «De pequeña, mi madre siempre me quitaba la llave, para que no pudiera entrar y salir a mi antojo. Cuando llegaba tarde a casa, me pegaba con una cuchara de madera. ¡Me sentía a su merced, completamente indefensa! No podía tomar ninguna decisión; mis padres decidían por mí. No me conocían como persona en absoluto. Llegué a decirle a mi madre: por mí puedes pegarme hasta que me muera. ¿Por qué no me matas? No quiero vivir con todas estas restricciones. ¡Entonces, me prometí a mí misma que nunca dependería de nadie!»

Ahí estaba la clave.

Gina manifestó que le dolía mucho el esófago al hablar. Le pedí que imaginara el interior del esófago, y así es como lo describió: «Es muy estrecho y dañado en la mayor parte. Me cuesta mucho respirar. Y, cada vez que tengo que vomitar, empeora. Mi esófago está como yo: no tiene influencia alguna en lo que le pasa; ¡tiene que limitarse a sufrir y aceptar lo que sucede!»

He aquí parte del tapping que hicimos:

Aunque mi esófago se siente invadido… igual que yo… y no tiene voz ni voto en lo que sucede… como yo…

Elijo aceptar el hecho de que al estar embarazada mi cuerpo cambia… mis hormonas se disparan… La Madre Naturaleza me hace esto sin pedir permiso… como hizo mi madre en el pasado… y vuelvo a sentirme invadida… ¡Ahora lo comprendo!

Aunque no tengo ningún control… y mis hormonas hacen lo que quieren… Ahora elijo abrirle mi corazón a mi bebé… mi bebé está esperando mi ayuda… igual que yo esperaba ser ayudada cuando mamá me pegaba… pero nadie vino a rescatarme.

Mi bebé me necesita… desesperadamente… para que lo alimente… para que le proteja… para que le haga sentirse a salvo… pase lo que pase… y pueda empezar a crecer… y a vivir… de la mejor forma posible… y es algo que sólo yo puedo darle… puedo dárselo todo.

Aunque mi bebé ha tenido que sufrir mucho hasta ahora… esta salvaje montaña rusa… ahora estoy preparada… para tomar el control… dejar de vomitar… de cualquier forma ya estoy más que harta… y quiero recuperar mi vida…

Por eso ahora elijo hacer todo lo que pueda… para calmarme… para calmar a mi bebé… y así estabilizarlo…

Elijo permitir que ahora penetre en mí este sentimiento… que ha estado aguardando durante un tiempo… muy dentro de mí… este dulce sentimiento de amor hacia mi bebé… este hermoso, valiente, diminuto bebé… que está esperando a que le haga sentirse a salvo… y feliz.

Aunque necesito controlar mis vómitos… es demasiado para el bebé… demasiadas sacudidas salvajes… sin alimento alguno…

Ahora elijo recuperar el control… por los dos… ¡y esto hace que me sienta tan bien!

Ahora elijo… que mi bebé no tenga que sufrir más convulsiones… voy a dejar de vomitar… muy pronto, ahora…

y elijo mirar hacia adelante, hacia el momento en que me sienta mejor… sin vómitos… con mi bebé a salvo y creciendo… volviendo a comer… con un buen apetito… ¡a mi bebé le encantará!

En nuestra siguiente sesión, que tuvo lugar unos días después, Gina me contó que había visto a su bebé por ultrasonidos y le había sorprendido lo pequeño que era. Entonces sólo vomitaba un par de veces al día y comía bien, con apetito. Dijo que imaginaba a su bebé tomando la comida que bajaba por su esófago, que ahora estaba mucho mejor. Incluso había empezado a salir para dar paseos y que cada vez se sentía mejor. Dijo que ojala que su bebé ya hubiera nacido, pues estaba deseando tenerlo.

Gina se encuentra ahora a finales de su séptimo mes de embarazo y acaba de casarse con el padre de su futuro hijo. Como es natural, su hijo crece sano y tanto la madre como el bebé están de maravilla – ¡gracias a EFT!

¿No os encanta??? A mí sí.

Baerbel Froehlin, CHt./Terapeuta de hipnosis, EFT-ADV

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Seguimiento

Hola Gary:

Hoy, cuando he visto que mi artículo volvía a aparecer en tu boletín, he sentido que tenía que poneros al día sobre el desarrollo del bebé hasta el momento.

El feto (una niña) había mostrado una férrea voluntad de sobrevivir. A pesar de que su madre lo había mantenido al borde de la inanición, al no comer o ser incapaz de mantener el alimento en el cuerpo durante muchos meses del embarazo, ¡el bebé pesó nueve libras al nacer!

Esta dura superviviente también tenía dos vueltas del cordón umbilical alrededor del cuello al nacer y estuvo a punto de morir estrangulada. Desde que nació, esta niñita empezó a beber y desde entonces no ha parado. Su madre le da el pecho todo el día, lo hace casi todo el tiempo. ¡Podríamos decir que la madre no hace otra cosa que alimentar a su bebé CONSTANTEMENTE! Y ella que quería ser independiente…

Cuando esta niñita no come lo suficiente o con la suficiente rapidez, grita tan fuerte que los que la rodean corren para ponerle algo de comida en la boca. Roja como un tomate, gritando a pleno pulmón, siempre se asegura de no volver a quedarse sin alimento.

Estoy deseando ver cómo crece. Esta superbebé de seis meses fue “salvada por EFT» y ya ha manifestado una gran habilidad para sobrevivir frente a los obstáculos, para crecer y aferrarse a lo que pueda, sea lo que sea.

Con mucho amor y humor…

Baerbel

Traducido por Eva Llobet Martí

   

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