Varias mujeres aparecieron ante el tribunal, cada una acusando a las otras de causar el problema que tenían en el edificio de apartamentos donde vivían.
Las mujeres discutían en alta voz incluso en la corte.
El juez, golpeando su mazo para callarlas dijo, “vamos a hacer esto de una manera ordenada. No puedo escuchar a todas a la vez. Oiré primero a la mayor.”
El caso fue despedido por falta de testimonio.
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