Dolor y una erupción desaparecen en 90 segundos para un niño de 10 años – AHEFT

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Publicado: febrero 21, 2021

Christine Moran de Inglaterra ayuda con maestría a un pequeño niño afligido. Al final dice, “Encantada de haber podido ayudar, me levanté y me di la vuelta. Para sorpresa mía tenía delante una audiencia abobada de adultos y niños. Estaban boquiabiertos y clavados en su sitio habiendo visto en silencio esa extraña técnica y habiendo sido testigos de una transformación tan instantánea. Todos preguntaron “¿Como lo has hecho?”

Por Christine Moran, EFT-ADV

Recientemente mi familia y yo fuimos a una gran celebración en casa de unos amigos. Era una diversión familiar fantástica y el tiempo era glorioso (nosotros los ingleses siempre estamos muy agradecidos por el buen tiempo): Más de 30 niños estaban jugando felizmente en el jardín toda la tarde. Mientras yo estaba charlando, mi hija de 12 años (quien por cierto es una gran fan de EFT) sugirió que entrara en la casa ya que uno de los niños tenía dificultades.

Extrañada, entré y vi a un grupo alrededor de un niño de unos 12 años y vi que dos adultos le sostenían ya que parecía estar demasiado débil para mantenerse él solo. Estaba retorciéndose de dolor sujetándose el costado del abdomen. Tenía dificultad al respirar y estaba mostrando señales de estar afligido. Había estado así durante unos 10 minutos.

Sus esfuerzos por ayudarle parecían inútiles. Su madre dijo que era una alergia a cacahuetes, y aunque pensaba que no había comido ninguno, de hecho le estaba saliendo una erupción en la espalda. Yo me había mantenido a distancia pero sentía el impulso de ofrecer ayuda. En primer lugar, traje una silla. Se sentó en ella, con la cara grisácea, con dificultades para respirar y quejándose.

Suavemente le pregunté a su madre si no le importaba que intentara una técnica de relajación que podría calmarle. Asintió mientras salía corriendo por la puerta diciendo que iba a traer el coche más cerca a la casa para poderse marchar con él. Lo cogí de la mano izquierda (la otra la usaba para sujetarse el cuerpo) e hice tapping suavemente en el punto karate mientras le hablaba. “Dime cómo te sientes” “El dolor está aquí (señalando su costado) y en la espalda” “¿Cómo es el dolor? “Un dolor punzante” “¿Cómo te llamas?” “Matthew”

Continué haciendo tapping sobre el punto kárate, empezando con la frase preparatoria, Aunque tengo este dolor punzante en el costado y la espalda, sigo siendo un chico genial. Le pregunté “¿Es eso cierto Matthew?, ¿Eres un chico genial?” “Quisiera pensar que sí”, susurró. Me agaché para estar a su altura y detecté una ligera sonrisa. Hice tapping desde su coronilla hasta debajo del brazo. Después le dije que intentara respirar para dentro y luego hacia fuera.

Antes de poder comprobar cómo se sentía, levantó la cabeza y me miró directamente a los ojos por primera vez y dijo, “No entiendo lo que acabas de hacer, ¡pero el dolor casi se ha ido del todo!” “Maravilloso, Matthew, ahora lo estás haciendo muy bien, si no te importa haremos un poquito más juntos para ver si podemos deshacernos del resto del dolor.” Le pregunté “¿Aun parece un dolor punzante?” y respondió que era más como un dolor sordo.

De nuevo hice tapping en el punto karate con la frase, Aunque me queda algo de dolor en el costado y la espalda, sigo siendo un niño genial. Después de una ronda más de ‘restante dolor’ estaba frente a un niño con una sonrisa brillante que no tenía dolor… respiración normal… y SIN ERUPCION. Todo el proceso tardó unos 90 segundos desde el principio hasta el final.

Matthew estaba incrédulo, “Eso es increíble… me siento muy bien ahora, Gracias Señora.” Con eso, salió corriendo por la puerta transformado y bajó por el camino de entrada llamando a su mamá, luego me señaló y sonriendo le dijo “Esa Señora me ha curado, ve y dile que te cuente qué ha hecho.” Luego me gritó, “Gracias, Señora.”

“Encantada de haber podido ayudar, me levanté y di la vuelta. Para sorpresa mía tenía delante una audiencia abobada de adultos y niños. Estaban boquiabiertos y clavados en su sitio habiendo visto en silencio esa extraña técnica y habiendo sido testigos de una transformación tan instantánea. Todos preguntaron “¿Como lo has hecho?”

Siguieron unos 15 minutos de preguntas sobre EFT y sus aplicaciones. ¡Y ahí mismo presencié la Ley de Da Libremente, Recibe Libremente ya que ¡tres de los padres concertaron citas para mi próximo taller de introducción a EFT!

Hoy he comprobado cómo está Matthew y se encuentra bien.

Christine Moran, EFT-ADV

Traducido por Vera Malbaski Escribir a Vera

   

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