EFT Acelera la Rehabilitación y Terapia Física: Irene Mitchell Nos Pone al Día – AHEFT

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Publicado: febrero 10, 2021

Hola,

He aquí una historia difícil de igualar. Irene Mitchell estuvo en un accidente y su pierna quedó tan severamente dañada que los médicos pensaron que nunca volvería a caminar. Subsecuentemente, CJ Puotinen la familiarizó con EFT y, ambas, descubrieron una serie de eventos que incluían todo desde la habilidad de Irene para ir a bailar hasta el mejoramiento de las lecturas de su diabetes.

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Por CJ Poutinen, EFT-ADV

Han transcurrido dos años desde que un camión se accidentó contra el carro de Irene Mitchell, rompiéndole la cadera y el fémur izquierdo. Perdió más de la mitad de sus células rojas y escasamente sobrevivió. Después que los cirujanos reconstruyeron su pierna con tornillos y varillas, fue enviada al Centro de Enfermería y Rehabilitación Ramapo Manor en Suffern, New York para iniciar su terapia física. Los doctores diagnosticaron que probablemente no podría caminar nuevamente – pero, gracias a EFT, pudo irse a casa varios meses antes de lo pactado.

Ustedes publicaron mi primer reporte sobre Irene y su éxito con EFT hace año y medio. Me he mantenido en contacto con Irene y quisiera ponerlos al día de sus aventuras, porque es una historia inspiradora y al mismo tiempo porque ella nos demuestra muy bien lo que uno puede lograr con EFT, perseverancia y un poco de imaginación.

En su primera sesión, cuando estaba tratando de mover su pierna izquierda, Irene hizo tapping en su punto de karate mientras decía, “Aunque mi pierna está trabada y no puede moverse… Aunque me siento con un miedo espantoso de que mi pierna trabada me va a dejar trabada aquí por el resto de mi vida porque mi pierna no quiere moverse… Aunque mi pierna trabada me está manteniendo trabada en esta silla de ruedas, y aquí estaré hasta que tenga cien años, me amo y me perdono, y perdono a cualquiera que tuvo que ver con mi estancia aquí y elijo soltar toda esta restricción y disfrutar de una pierna izquierda sana y fuerte.

Ella hizo tapping tres veces en los puntos de EFT utilizando la palabra “trabada” y luego la remplazó con la palabra “soltar”. Eso trajo algún alivio pero su movilidad estaba aún muy restringida. Cuando le pregunté que restringía su movimiento me dijo que era el dolor, así que hicimos tapping para el dolor utilizando frases similares. Luego cuando trató de levantar su pierna, logró hacerlo más allá de su posición original (unas pulgadas del suelo) y siguió subiendo, subiendo, más arriba de su cintura, sobre sus hombros, y por encima de su cabeza. En ese momento Irene se dio cuenta que los doctores estaban equivocados y que su cuerpo podía curarse desde adentro hacia fuera.

Al principio Irene utilizó EFT para controlar el dolor. Cada vez que hacía tapping, el dolor cedía por unos veinte minutos, retornando gradualmente y luego de una a dos horas era lo suficientemente fuerte como para iniciar el tapping nuevamente. Ella no utilizó medicamentos para el dolor.

Al día siguiente de haberse iniciado en EFT, le entregaron a Irene un andador y le enseñaron a usarlo, pero poner peso sobre la pierna herida, era tan devastador que realmente no podía ni moverse. Ella contó, “Hice tapping en lo mucho que odio el dolor, el dolor es terrible, el dolor limita mi habilidad de caminar, quiero que se vaya el dolor. Entonces hice una afirmación positiva de cómo me siento libre de dolor y volveré a caminar con el bastón. En la tercera y cuarta ronda alterné todo al revés y al derecho. Lo último que dije fue que aunque tuve este dolor, lo cual lo puse en el pasado, yo me amo total y profundamente, y aun si regresa, me acepto, me perdono, y perdono a cualquiera que tenga algo que ver con este dolor, estoy dejándolo ir, se fue. Entonces me paré y caminé – no como me habían enseñado a utilizar el andador, sino mas bien dándole vueltas como a un bastón normal, y dando pasos grandes, enormes.”

Fue de gran ayuda que Irene estuviese totalmente enfocada. Nada la distraía de su concentración de lo que quería y de cualquier cosa que la previniese de obtenerlo. Se convirtió en una imaginación vívida, y solía tener conversaciones significativas con ella misma. Dejó ir cualquier expectativa, quitó su ego del camino, y simplemente dejó que fluyera la energía. Irene es una devota Testigo de Jehova, y cuando le expliqué como funciona EFT, ella tenía sus dudas, pero decidió esperar para ver si se le requería hacer cualquier cosa que estuviese en conflicto con su religión. No fue así, e Irene se presta como voluntaria para asistir a cualquier practicante de EFT o sus clientes con preguntas sobre su compatibilidad con la filosofía de los Testigos de Jehova. Ayudó mucho también que ella no guarda rencor. Irene perdonó completamente al chofer del camión y bendijo sinceramente a cualquiera que tuviese ver con su accidente y su recuperación. Por último, una vez que comprendió como usar EFT, lo usó todo el tiempo, tan a menudo como cien veces al día.

“Al principio,” nos dice, “consideraba EFT como algo privado. Lo hacía en mi cuarto y no se lo mencionaba ni a los doctores ni a los ayudantes. Pero después de esa terrible primera sesión con el andador, donde mi cuerpo vibraba de dolor y mi ropa empapada de sudor, no me importó quien me viese haciendo tapping. Definitivamente valía la pena probar. Y cuando se alejó completamente el dolor y pude dar esos pasos gigantescos, nunca mas lo pensé. Hacia tapping todo el tiempo.”

Contrario a la mayoría de pacientes con este tipo de lesión, Irene estuvo solamente dos semanas con el andador antes de que le diesen un bastón para asistirse. Le habían puesto sandalias ortopédicas, ya que su pierna izquierda se encontraba ahora sustancialmente mas corta que la derecha. Irene está bien proporcionada, así que la combinación de sus nuevos zapatos, su peso, y el bastón ponían bastante esfuerzo en su brazo.

Una semana después de que le dieron el bastón, visité a Irene y me sorprendió verla triste y depresiva. Extendió sus brazos, uno derecho y otro doblado, y me dijo: “¿Puedes creer que me diagnosticaron con codo de tenista? Es de poner todo mi peso en el bastón. He estado haciendo tapping repetidamente y nada ha cambiado. El codo me duele tanto que no puedo ni enderezar mi brazo, no lo puedo voltear, no puedo usar el bastón, y no puedo hacer nada.”

Irene revisó las frases iniciales que estaba usando, y eran tan imaginativas y comprehensivas como de costumbre, pero no estaban funcionando.

Le dije, “Probemos algo. A veces si otra persona hace tapping en el punto de karate y la coronilla, eso ayuda a completar el circuito energético y hace que las cosas fluyan nuevamente.” He hecho esto muchas veces con mi marido, Joel, quien padece del corazón. Irene estuvo de acuerdo con probar, así que me paré a su lado y con una mano le hice tapping en el punto de Karate mientras le hacía tapping con la otra en la coronilla. En lo que yo hacía el tapping, Irene decía su frase inicial, hablándole a su bastón y a su codo. Yo continuaba haciéndole tapping en los puntos de karate y centro de la cabeza, mientras ella con su mano derecha hizo tres rondas rápidas en los puntos de EFT en su cara y en su torso.

Todo tomó menos de un minuto. Entonces, se estiró hacia el frente con ambos brazos, codos derechos, y volteó sus manos en todas direcciones. “¡Mira que cosa!” exclamó con una sonrisa en su cara. “No deja de sorprenderme”. Una vez que Irene se deshizo de su dolor en el codo, empezó a caminar por todos lados. Yo sabía que esto pasaría así. Pronto querrá bailar.

Mi esposo y yo practicamos baile de salón una vez a la semana en Ramapo Manor, e Irene nunca faltaba. Yo sabía que uno de sus sueños era el bailar con Joel, y de vez en cuando el le preguntaba si estaba lista. Siempre se sonreía, se hacía tapping y le decía, “Todavía no”. Pero una noche su tapping pareció ser mas energético y enfocado, y cuando empezó a tocar la rumba, Joel le tendió la mano y ella se paró. La noticia se propagó rápidamente, y de inmediato una docena de los ayudantes se congregaron a mirar. Muchos lloraban. ¡Era tan emocionante! ¡Esta mujer que se suponía no volvería a caminar estaba haciendo piruetas en la pista de baile!

El próximo reto de Irene era el de caminar sin el bastón, con sus manos libres. Ella podía dar tres o cuatro pasos siempre que tuviese algo de que agarrarse como una silla o una mesa, pero era una lucha. También le molestaba el desnivel de su pisada – cojeaba y se sentía rara. Cuando pasé a visitarla, Irene estaba sentada en una mesa redonda y se veía descorazonada. Si hubiésemos estado sentadas frente a frente, le hubiese hecho tapping en su mano y cabeza nuevamente, pero nos encontrábamos en puntos opuestos. Así que le pedí me describiera todo lo que sentía mientras caminaba sin bastón, y eso nos brindó una nueva perspectiva.

Mientras ambas hacíamos tapping en nuestros puntos de karate, decíamos, “Aunque no puedo hacer esto, aunque no puedo caminar sin apoyarme en algo, aunque tengo miedo a caerme, mi percepción de profundidad está fuera de foco, todo me parece raro y poco familiar, aunque mi pierna izquierda está más corta que la derecha y estoy usando estos zapatos ortopédicos que se sienten rarísimos, aunque me he acostumbrado a caminar con un bastón y tengo que balancear el peso de mi cuerpo de manera diferente, aunque todo esto me marea y el cuarto me da vueltas, y aunque tengo miedo, mucho miedo de nunca poder andar sin bastón, yo me acepto total y completamente, perdono al bastón por no estar aquí para darme soporte, perdono mi pierna por estar en tan mal estado, perdono a mi terapeuta físico por empujarme a hacer esto, me perdono por no sentirme preparada, y elijo dejar todo esto a un lado, y elijo estar agradablemente sorprendida de lo fácil que es eliminar el miedo y dejarle todo este problema a mi brillante mente. Mi mente brillante esta constantemente obteniendo información a través de mis músculos y mis nervios, a través de mis pies cuando tocan el suelo, a través de mis ojos y mis oídos, a través de todo lo que afecta mi balance y mi coordinación, y está procesando toda esa información mejor que cualquier supercomputadora en este planeta. Está haciendo ajustes infinitesimales y la información está fluyendo desde el piso hacia mi cerebro a través de mis nervios que funcionan perfectamente bien, manteniendo mi energía fluyendo y bien balanceada, informando a mis músculos exactamente de lo que tienen que hacer para que yo pueda moverme ágilmente y sin esfuerzo sin bastón.”

Irene hizo tres rondas rápidas utilizando una frase recordatoria diferente en cada punto, iniciando con frases conteniendo el problema (no puedo caminar, no bastón, no ayuda, tengo miedo, mareada, cuarto me da vueltas, sin soporte, preocupada, caerme, hacerme daño) y terminando con frases denotando solución (caminar es fácil, me siento fabulosa, sin dolor, coordinada, energética, ágil, flotando, suave, sin esfuerzo, maravilloso).

Entonces se paró y – usted adivinó – caminó suavemente a través de la habitación. Su terapeuta físico que pasaba en ese momento por el cuarto de actividades se paró con la boca abierta, no creyendo lo que veían sus ojos. Ella le sonrió, lo saludó y continuó su paso suave.

La recuperación de Irene se esperaba fuese lenta no sólo por su edad (54) y por la seriedad de sus heridas sino porque además había sido diagnosticada con diabetes, lo cual tiende a retrasar la curación de huesos rotos. Los asistentes medían sus niveles de azúcar cinco veces al día para ajustar su insulina ya que se encontraba en una dieta muy estricta.

Hasta que un día alguien celebró su cumpleaños. Irene todavía no me ha dicho exactamente lo que comió, pero tuvo algo que ver con bizcocho, helados, chocolate y más chocolate.

“Estaba muy preocupada” dice ella, “No podía creer lo que acababa de hacer. Yo sabía que en la mañana cuando viniesen a sacarme sangre para el examen y mirasen el monitor, harían muecas, fruncirían ceños, y me regañarían. Sabía lo que pasaría pues ya había sucedido cuando me comí un pedacito de bizcocho o una galleta o algo. Esto era mucho más serio. No quería ni pensarlo. Entonces me acordé que me habías dicho que EFT puede balancear el azúcar, así que hice tapping y tapping en como no podía creer que había comido todas esas cosas, mi azúcar posiblemente estará saltando de la tabla de registro, de seguro me regañarán, pero me amo y me perdono, perdono la fiesta de cumpleaños y todo lo que comí, perdono a mi páncreas por estar en este estado, bendigo y amo mi cuerpo y EFT, y elijo sorprenderme de lo fácil que es permitirle a mi cuerpo repararse a sí mismo y de llevar mi nivel de azúcar a su balance normal, tap tap.

“Por supuesto,” continúa, “cuando sacaron mi sangre, miraron y fruncieron, chequearon nuevamente los resultados, y fruncieron nuevamente. Oh oh, estoy en problemas de seguro. En el momento en que me disponía a confesar, me dijeron ‘Esto esta raro. Su nivel de azúcar está 40 puntos por debajo de lo que usualmente está.’”

A Irene no le molestaba recibir las inyecciones de insulina –sólo cerraba los ojos – pero antes de la fecha de darle de alta, una enfermera le dijo, “Ok, es el momento de aprender a hacer esto usted misma.”

Irene casi se desmaya. Se sintió débil y temblorosa. Le temía a muerte a las agujas, y les dijo, “No puedo, es imposible.”

“Bueno, ninguna de nosotros irá a su casa para inyectarla,” respondió la enfermera.

Irene pasó unos momentos de mucha ansiedad antes de acordarse de hacer tapping. “Tomó menos de un minuto,” dijo, “Hice tapping diciéndome como las agujas me habían mantenido saludable y con vida. Las agujas eran mis amigas. Y cuando la enfermera me dio mi próxima lección, seguí sus instrucciones y me inyecté. No podía creer lo fácil que era. ‘OK, ¿vio qué fácil es?’”

Una mañana a la hora del desayuno, Irene sintió un terrible dolor detrás de su ojo. Le describió los síntomas a la amiga que estaba sentada junto a ella, y su amiga le preguntó, “¿Le hiciste tapping?”

No se le había ocurrido, pero no perdió tiempo en empezar. “Me había acostumbrado a obtener resultados rápidos, casi instantáneos,” dice Irene, “que quitarme este dolor de cabeza parecía tomar para siempre. Debo haber hecho tapping por 5 o 10 minutos. Finalmente el dolor desapareció. Pero 10 minutos después de eso, algo raro sucedió. Sentí esta corriente de agua. Tomé una servilleta y la puse en mi oído. Y quedó totalmente mojada. De repente me di cuenta lo que debe haber sucedido. La noche anterior me lavé el pelo en un lavabo con una de esas mangueras de mano, y debe haberme entrado agua en mi oído, dónde se quedó atrapada hasta que el tapping la liberó.”

Cuando salió de Ramapo Manor, meses antes de lo esperado, Irene se quedó con una de sus hijas en Nueva York. Ayudándola y atendiéndole los niños tomaba la mayor parte de su tiempo, pero Irene encontró un salón de clases de baile y empezó sus lecciones. Ella descubrió que en el mundo real, necesitaba su bastón y ocasionalmente su silla de ruedas, y no tenía tanto tiempo para hacer su tapping ininterrumpido como antes. Pero no tenía problemas con viajar y pronto volvió a su ocupada vida, pasando la mitad del tiempo en su casa en California y la otra mitad con su hija en Nueva York con visitas a otros miembros de la familia en Texas y otros lugares entre una y otra.

En septiembre pasado, enseñe un Nivel 2 de EFT en Nueva York e Irene no pudo asistir, así que mandó un correo electrónico. Escribió, “Sé que muchos están interesados de cómo me encuentro, particularmente a aquellos que he tenido el placer de conocer en otros talleres. Si deseas puedes leerles este informe y asegúrate de enviarles mis mejores deseos. He aquí lo que me acontece.”

“En Marzo, mi hija me invitó a ir en un crucero con ella. Me dijo que tenía que perder por lo menos diez libras porque uno las gana en un fin de semana largo en el crucero. Nunca había practicado con EFT para perder peso y sentía alguna resistencia a hacerlo por alguna razón. Creo que tal vez porque no es tan dramático como el efecto en mi pierna. Pero decidí probarlo. Me mantuve firme y hacía tapping cada vez que tenía deseos de comer algo que no debía. A veces tenía que hacer tapping para el deseo de hacer tapping. ‘Aunque no quiero hacer tapping para este problema de sobrepeso, porque realmente quiero comer lo que yo quiero…’ Después de hacer tapping todo el tiempo durante dos meses y llevar una dieta balanceada,¡rebajé 25 libras!! ¡NUNCA había tenido una perdida de peso tan dramática, nunca!! Adicionalmente a la perdida de peso, hubo beneficios inesperados. Naturalmente, podía moverme mejor. Sentía menos dolor en mi pierna (lo cual tiene sentido al no tener que estar cargando ese peso excesivo) y navegar en la ducha era mucho mas fácil. Lo mejor, sin embargo, fue el hecho de que mis niveles de azúcar bajaron tanto que ¡tuve que bajar de 25 unidades de insulina a tan sólo 5! ¡Mi médico esta encantado!! ¡Y yo también!”

“Me fui en el crucero y aumenté 9 libras, pero eso era de esperarse, pero ya estoy nuevamente en mi camino. Mi pierna está mejor. Todavía hago tapping para ella cuando me duele mucho. Tengo problemas para sentarme particularmente en sitios que no sean mi silla de ruedas o mi cama. Si me siento en la silla de un restaurante, me cuesta trabajo levantarme. Siento dolor y mi pierna se pone tiesa. No hay problema, tap tap tap y me levanto de inmediato. Mi cuñado no lo puede creer. Y yo tampoco, ¡a veces no lo puedo creer! A propósito, me está yendo tan bien con mi pierna, que mientras estuve en el crucero, ¡me fui a navegar en paracaídas!!! ¡Qué emoción!! ¡Y creían que nunca más podría caminar! Bueno, no dijeron nada de bailar o de navegar en paracaídas.”

“Este año mientras estaba en California, estuve en un recital de jazz bailando un tipo de danza MUY RAPIDA… con bastón y todo. Adicionalmente continúo tomando clases de baile dos veces a la semana. Y si me permiten, diría que lo estoy haciendo muy bien. ¡Cuidado Joel, voy a hacerte darme volteretas en el piso de baile!”

“Otra cosa interesante sucedió en la primavera. Mi vecino hizo pintar su casa y me enfermé violentamente. Me dio pánico y lloré a gritos por horas. Mi hermana tuvo que quedarse conmigo a dormir y me amenazó con llevarme al hospital. No podía salir del baño por más de 10 minutos a la vez. No quería ir al hospital local. Finalmente, a una de nosotros se nos ocurrió de la idea de hacer tapping. Antes de finalizar la primera ronda, mi hermana me dijo que podía verme mas calmada. ¡El dolor era tan intenso que no lo podía creer! Gritando a todo pulmón dije ‘Aunque tengo este severo dolor en mis intestinos…’ Luego de cuarenta minutos de tapping constante (lo que parecía una eternidad, porque ustedes saben lo engreída que estoy con los resultados mágicos de mi pierna) pude contener el dolor a nivel de un aullido reducido. Me fui a la cama y logré dormir. Cuando desperté el dolor no era tan fuerte así que le di tapping una y otra vez y me quedé dormida y pude dormir bien. Al día siguiente sentía dolor cuando bebía y comía así que le di tapping a comer y beber. Gracias al tapping obtuve una completa recuperación y no tuve que ir al hospital.”

“Ahora, mi última historia de EFT. Como podrán recordar, mi gato Fuffa (el goce de mi vida) tiene una condición llamada cistitis intersticial. Esto se debe a un defecto de nacimiento en su vejiga, lo cual resulta en episodios de correr a su litera y doblarse de dolor. Tengo que llevarlo al veterinario para darle unos tratamientos caros de esteroides y antibióticos. El año pasado, en septiembre, asistí a tu seminario de EFT para mascotas y aprendí como hacerle tapping a él. Solía tener unos cinco o seis episodios de estos cada año, particularmente cuando tenía algunos síntomas alérgicos o por el estrés del viaje en avión dos veces al año. Dos meses después del taller tuvo otro episodio. Le hice tapping repetidas veces. Sus síntomas parecían estar menos intensos que de costumbre y se recuperó más rápido que de costumbre. Ahora le hago mucho tapping aun cuando se encuentra bien. Particularmente cuando tiene síntomas alérgicos o se siente estresado. También le hago tapping antes de viajar. Me siento contenta de reportar que Fuffa no ha tenido ningún episodio desde hace ya un año. Esto es raro para él pero ambos estamos muy contentos.”

Han pasado seis meses desde que Irene envió ese reporte, así que ayer la llamé para que me pusiera al día. No solamente Fuffa está de maravillas, sino que Irene atribuye el cambio en su actitud al tapping de EFT. Desde que era un gatito pequeño, a Fuffa le disgustaba que lo acicalaran y siempre peleaba para que no le pasaran el cepillo. Ahora cuando Irene sostiene el cepillo en su mesa, él salta y maúlla de alegría y no quiere que lo paren de cepillar. “Tiene que ser EFT” dice Irene, “porque eso es lo único diferente en su vida. Nunca le hice tapping para la situación de su cepillado. Simplemente sucedió.”

Irene también está de maravilla. De hecho, el domingo, 21 de mayo, Irene será una de un grupo de nueve bailarines de Cat Orlando’s “Producciones Ponerse a Bailar”, presentándose en Disneyland en Anaheim, California. “Estaremos bailando cha cha cha,” dice ella, “y yo seré la del medio.”

¿Qué consejo final tiene Irene para aquellos interesados en EFT?

“Lo único que puedo decirles,” dice ella, “es que no importa si creen en EFT o no, funcionará de todas maneras. Me siento culpable de admitir que yo misma a veces no lo creo! Cada vez que empiezo a hacer tapping y los resultados son tan fenómenos, todavía me sorprendo y digo “¡Esto es increíble!” Pero los hechos son los hechos y nadie puede negar la realidad. Así que a todos los creyentes y los no creyentes, les digo: Sigan haciendo tapping y tapping y tapping. No se rindan. Sus esfuerzos serán recompensados.”

A nombre de Irene Mitchell,

Sinceramente,

CJ Puotinen, EFT-ADV

Traducido por

Leopoldo Proaño, EFT-ADV

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