EFT borra viejo dolor en el pie – AHEFT

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Publicado: febrero 19, 2021

EFT borra viejo dolor en el pie

Estimada Comunidad de EFT,

La practicante certificada entrenadora de EFT , Sherrie Rice Smith, cuya pasión es el EFT para la Comunidad Cristiana, detalla su trabajo con una cliente que había sufrido de dolor severo en el pie durante el pasado año. Tras develar cuestiones fundamentales, el resultado fue el alivio del dolor y una cliente que abandonó la sesión riendo. 

Por Sherrie Rice Smith, EFT TRN-1-2

Traducido por Marcela Jáuregui, con permiso de EFTUniverse

Hay infinitos problemas por los que los clientes pueden recurrir a un practicante de EFT.

Judy me envió un mensaje por otro tema, pero en el transcurso de la conversación mencionó que su pie la estaba matando y caminar se había convertido en un problema. Había gastado casi $189 en zapatos nuevos y apoyos, pero no habían hecho mucha diferencia. Se preguntó si Tapping podría ayudarla. Realmente estuve de acuerdo.

Como de costumbre, Judy había comenzado a hacer Tapping en su punto favorito mientras hablábamos de su problema en el pie. Judy es una cliente cristiana, así que abrimos la sesión con una oración:

«Espíritu Santo, siéntate aquí con Judy y conmigo mientras hacemos Tapping en este problema que ha surgido en su pie. Pedimos que Tu poder sanador descienda sobre nosotras. Susurra en nuestros  oídos lo que Tú sabes que necesitamos oír para trascender este dolor. Eres el Gran Sanador y Te reconocemos como nuestro Salvador, así que por favor ayúdanos mientras hacemos Tapping. Oramos en el nombre de Jesús.»

Judy me dijo que había estado lidiando con este dolor por casi un año. Al comienzo tenía un callo en el lado derecho de su pie derecho, y ahora notaba que los tenía en las puntas de ambos pies. Realmente estaban convirtiendo caminar en un problema.

Ella continuó contándome que se había quedado a cargo del perro de un vecino, actuando como “buena samaritana”, pero el perro se escapó del patio, y ella lo persiguió durante tres cuadras corriendo sobre sus pies doloridos. “Mis pies me estaban matando cuando finalmente agarré a ese perro”, dijo.

Le pedí que me contara sobre el dolor del pie. “Se siente como presión en mi pie, como si tuviera una piedra en mi zapato. Emite puntadas y un dolor punzante a través de los callos. Los callos son exceso de piel estorbando. Son duros e incómodos”, describió Judy.

Cuando le pregunté, “¿Esto te recuerda a algo?” Judy respondió, “Si, ¡mi edad! Me está resultando realmente difícil dejar ir a Cindy [su hija menor]. De muchas maneras, estoy viviendo mi vida a través de la suya. La suya es mucho más excitante que la mía.

La mía está terminando y la de ella está recién empezando. Yo no puedo cuidar a Mamá si no puedo caminar. Yo nunca hice gran cosa cuando tenía la edad de Cindy porque Papá no me hubiera dejado. Yo tenía que volver directo a casa desde la escuela a ayudar a Mamá, o tenía que ir directo a trabajar cuando tenía un empleo.”

Le pregunté cómo la hacía sentir todo aquello. Judy respondió, “Tengo todos estos remordimientos sobre la manera en que viví mi vida cuando tenía la edad de Cindy. Podría haber hecho mucho, pero no lo hice.” Indicó que sentía “tristeza” y “arrepentimiento” respecto de esos temas. La tristeza alcanzaba un 10 en la escala de dolor emocional y el arrepentimiento tenía un nivel de 7 u 8.

A medida que hacíamos Tapping sobre la tristeza y el arrepentimiento, Judy señaló, “Tengo 58 años, y no tengo pies.” Continuó con, “Necesito dejar tranquila a Cindy, pero no puedo.” Judy me fue diciendo algo más sobre lo que iba pasando mientras hacía Tapping.

«Cindy tiene un amigo agradable. Creo que él gusta más de ella que ella de él, pero se llevan bien y él es un muchacho responsable. No dejo de controlar todo lo que hace Cindy. Le hago un millón de preguntas acerca de dónde fueron y qué hicieron. Estoy un poco chiflada sobre todo esto. Incluso voy a AT&T para comprobar cuántos mensajes de texto le envía Cindy. La estoy enloqueciendo. Cuanto más me aferro, sé que podría alejarla. Esta es mi última oportunidad para hacerlo bien con mis hijos. Cindy huirá si no me detengo,» Judy me dijo.

¡Eso fue un bocado! Al preguntarle qué emoción había provocado todo aquello, respondió, “Miedo.”

“¿Miedo de qué exactamente?” le pregunté. “Miedo de que mis hijos me dejen. Cindy está intentando irse de la casa. Tengo tres hijos y ninguno me llama. Si me cayera de la faz de la tierra, ¿se darían cuenta siquiera? Yo era la quinta en mi familia, y recuerdo que siempre me preguntaba cómo iba a salir de allí. Yo era la hija más joven, por lo que ¿quién se haría cargo de mamá y papá cuando envejecieran? todo esto altera los nervios » me dijo.

Le pregunté cómo iban sus pies. “Llamativamente”, respondió, “mientras hablo sobre todo esto, tengo puntadas de dolor sobre el costado de mi pie derecho donde está el callo.”

Me sonreí para mí mismo, ya que esta era una conversación telefónica, apostando a que Judy ¡no tenía idea cuánta emoción tenía guardada en sus pies!

Hicimos Tapping durante un rato sobre el miedo a que sus hijos la dejaran, y en que Cindy partía en junio hacia la universidad. Incluí un poco del remordimiento y tristeza anteriores también para medirlas.

Judy indicó que se sentía apacible y mucho mejor, con las puntadas dolorosas en sus pies disminuyendo. Sus niveles de molestia cayeron todos a 0, pero yo quería testear todo un poco más aún.  

Le pedí a Judy que mirara sus pies y les preguntara si deseaban decirle algo más. Ella se rio y me dijo, “Me olvidé de esto hasta ahora. Sabes, tengo un hueso de más en ambos pies. El doctor me dijo que la cirugía los compondría, pero que si no me estaban molestando los dejara tranquilos. Dijo que el hueso extra no me molestaría mientras fuera una niña, pero que esperara hasta que envejeciera, entonces lo harán.”

“Bueno, el doctor parece haberte programado para esto, ¿no es así?” le respondí. Ella replicó, “¡Apuesto que lo hizo, porque he pensado en ello desde entonces!”

Como practicante, a menudo es importante preguntar a un cliente lo que un médico dijo sobre el problema porque el subconsciente toma todas esas declaraciones y las hace propias, causando literalmente, lo que sea nuestra opinión sobre lo que va a suceder porque el subconsciente piensa que es lo que queremos, lo que significa que creemos lo que el médico dice como si fuera «nuestra verdad». A menudo hago tapping sobre todas las emociones que rodean una visita al médico y las palabras específicas de un médico.

Curiosamente, yo quería conocer el nombre del médico. “Dr. Orden”, respondió. 

Hicimos Tapping sobre el Dr. Orden diciéndole a Judy que su pie le daría problemas cuando ella “envejeciera”.

No pasó mucho hasta que Judy estaba riendo a carcajadas sobre todo el asunto de los pies diciéndome, “No tenía idea todo lo que estaba involucrado en esto. Había querido llamarlo, pero imaginé que pensaría que estaba loca por querer hacer Tapping sobre esto”.

Más tarde envié un correo electrónico a Judy para señalar todas las diferentes palabras que usó alrededor de sus pies. «Correr, caminar, no puede caminar, no tiene pies, descalzos, conducir, salir corriendo, tratando de salir, los nervios, hueso” y, probablemente, más palabras que ya no puedo recordar.

Durante gran parte de la sesión, rezamos mientras hacíamos Tapping. Al hacerlo así, ambos sentimos que estamos haciendo Tapping directamente en el divino poder sanador de Dios.

Guío a mi cliente diciendo, “Oh Señor, siento todo este remordimiento”, o “Oh Señor, ese dolor en mi pie es insoportable a veces, tal como el dolor que sufriste en la cruz por mí fue insoportable”.

Nunca hago Tapping del mismo modo en dos casos, por lo que en algunos utilizo mucho la oración; en otros la uso menos. Está determinado completamente por qué tan confortable se siente el cliente usando este método. Cuando hago Tapping con clientes no cristianos, no hago referencias a Dios.

Sólo hacemos Tapping.

En general sé al momento de apuntar la cita, si el cliente me contactó porque hago EFT Cristiano o no. Los clientes tienden a aclarar lo que desean. Es mi trabajo como practicante hacer la sesión de Tapping a su manera. Es su sesión sanadora.

Los clientes tienden a bostezar o reír o suspirar cuando la energía alrededor del tema es liberada. Judy sólo rio y rio.

Le indiqué que prestara atención, ya que podrían aparecer más asuntos involucrados en esos pies, y si así sucediera, ella podía hacer Tapping sobre ellos por sí misma, o llamarme para que la ayude a hacerlo.

Recibí un correo electrónico unos días más tarde, diciéndome que gran parte del dolor del pie se había resuelto y que ella se sentía mucho mejor.

 

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