Me gustaría que diéramos la bienvenida a nuestros nuevos editores colaboradores, Tam y Mair Llewellyn-Edwards, del Reino Unido. Este maravilloso matrimonio compartirá, como equipo, sus experiencias con EFT, en cuestiones físicas y emocionales.
En el mensaje siguiente, Tam nos detalla cómo se empleó EFT para eliminar un eccema. Los que hayáis tenido este problema tal vez querréis imprimíroslo y mostrarlo a vuestros médicos.
Por Tam & Mair Llewellyn-Edwards
Mi paciente había sufrido un eccema desde su tierna infancia. Este artículo relata cómo EFT curó su picor lo que, a su vez, permitió eliminar el eccema por completo.
El cliente, al que llamaremos Rachel, era una mujer de mediana edad que había tenido un eccema casi toda su vida. Había pasado por varios tratamientos, sin éxito. Rachel se había sometido a un tratamiento homeopático y, cuando me ocupé de su caso, se le prescribió Natrum muriaticum a una potencia de 30C. No se había aplicado EFT en este punto.
El caso fue bien y, tras una semana Rachel manifestó que el picor había cesado y que se sentía “estupendamente”. Sin embargo, no fue una curación duradera y una semana después afirmó que todos sus síntomas habían vuelto y que se sentía muy deprimida. Probablemente la depresión estaba causada por el retorno de los síntomas, de los que creía haberse librado para siempre. Se le administró una nueva dosis de Naturum muriaticum, que en esta ocasión no le resultó de ayuda.
Su depresión se agudizó y tras un día de lágrimas y de rascarse violentamente, Rachel me llamó para concertar una visita de urgencia ese mismo día.
Estaba clara la vía homeopática que había que seguir, pero no nos ocuparemos de ello ahora, ya que a corto plazo no habría aliviado su picor (el principal objetivo de Rachel). Me vino a la cabeza la opción de utilizar EFT, naturalmente, pero no estaba seguro de que fuera eficaz para el eccema. Sin embargo, con el consejo de Gary Craig en mente “Pruébalo con todo”, me lancé a utilizar EFT.
Más que el eccema en sí, el “problema” más obvio que tenía que abordar era el picor, así que con esta idea en mente comenté los aspectos del problema con mi cliente. Pronto vi claramente que Rachel entendía el problema como “ganas de rascarse” más que como un picor en sí. Son sólo las dos caras de una misma moneda (o el mismo ciclo, en este caso). Así que, como la frase preparatoria debe formularse en las palabras del cliente (no en las que el terapeuta cree que deberían ser), afirmamos lo siguiente:
“Aunque tengo estas terribles ganas de rascarme, me acepto completa y profundamente…”
Partimos de un nivel inicial de 8 y, siguiendo la preparación, hicimos sólo una ronda de tapping con los puntos de la cara. Con esto, logramos bajar inmediatamente a 4 (¡lo que sorprendió mucho a mi cliente!). Entonces hicimos una nueva ronda de tapping, esta vez empleando los puntos de la cara y la mano, y el síntoma bajó a 0.
Para comprobar los resultados, le pedí a Rachel que intentara rascarse un poco, pero lo rehusó amablemente. Dijo que hacerlo la lastimaba y que ya no lo necesitaba, porque el picor había desaparecido. Entonces, se echó a reír, lloró un poquito, y se fue de la clínica riéndose.
Así que, ¿puede EFT “curar” el eccema? No lo sabemos, pero puede eliminar el picor, por lo que pone fin al ciclo picor/rascado/picor. Al desaparecer el picor, el eccema no parece tener importancia. Además, al desaparecer el rascado, la piel no se infecta, por lo que las llagas y la irritación se curan de forma natural.
La llamé un mes después, para hacer un seguimiento, y me confirmó que la curación se mantenía y ya no presentaba ningún eccema ni picor. Un nuevo contacto dos meses después confirmó que Rachel se mantenía sana y que sus problemas no habían vuelto.
Hasta hace poco, Rachel había sido mi único caso de eccema. Sin embargo, la semana pasada tuve un cliente con el mismo problema. Hicimos EFT y el picor, de nuevo, ha desaparecido y no ha vuelto.
Saludos,
Tam & Mair Llewellyn-Edwards
Traducido por Eva Llobet Martí