EFT para la digestión y problemas en los ojos- El niño interior y “John el bebé” – AHEFT

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Publicado: febrero 22, 2021


Hola a todo el mundo:


La experimentada practicante de EFT Baerbel Froehlin nos guía a través de este trabajo en curso. Para establecer el escenario de la gravedad emocional de este problema, su cliente dijo: “¡Nunca he tenido voz! Mi corazón está corroído por las críticas y la insatisfacción. Nunca he sido capaz de hacer frente al desafío de vivir; Estoy traumatizado por el comportamiento constantemente agresivo de mi padre. El no tenía alegría, robó mi alegría, era cínico y frío de corazón conmigo”.

Por Baerbel Froehlin

¡Hola Gary!

“John” tiene unos 75 años y ha sufrido durante toda su vida de ansiedad, graves problemas digestivos como hinchazón, presión de los gases sobre el diafragma, indigestión, ataques de asma y durante muchos años problemas con los ojos.

La primera cosa de la que me di cuenta era que hablaba en voz muy baja, prácticamente inaudible por teléfono. Sin embargo sentí muchísima ira en torno a problemas de su infancia. Hablamos sobre muchos problemas, pero me voy a concentrar en sus problemas digestivos y con los ojos.

Me dijo: “¡Nunca he tenido voz! Mi corazón está corroído por las críticas y la insatisfacción. Nunca he sido capaz de hacer frente al desafío de vivir; Estoy traumatizado por el comportamiento constantemente agresivo de mi padre. El no tenía alegría, robó mi alegría, era cínico y frío de corazón conmigo”.

John y su familia escaparon de Europa del Este cuando era un bebé. Su amable mamá no era lo suficientemente fuerte ni emocional ni físicamente para enfrentarse a su dominante padre. El Abuelo paterno de John cuidó de él durante su niñez y durante casi toda su infancia. Todas las noches a la hora de la cena su padre comenzaba con sus diatribas sobre la vida y las carencias de su familia, despotricando crítica, destructivamente atacando con una actitud venenosa al pequeño John.

John aprendió rápidamente que no le estaba permitido mostrar sus sentimientos o hablar, en vez de ello se encogía constantemente de dolor en la mesa de la cena, deseando marcharse, estar a salvo de la compañía de su padre.

Mientras John me contaba todo esto sobre su pasado le hice hacer tapping todo el tiempo en el hueso de la clavícula. Generalmente les pido a mis clientes que practiquen esta técnica de contar la historia mientras me cuentan su problema, para no desperdiciar un tiempo precioso y abrir su “base de datos” al mismo tiempo. Funcionó de maravilla con John.

Mientras se sintonizaba con viejas fotos y recuerdos hicimos un ejercicio de bioenergética gritando las vocales a, i, e, o, u respirando lo mas profundamente posible. Este ejercicio libera fuertes emociones como la rabia y la tensión y relaja a las personas instantáneamente. En el caso de John le devolvió la voz, se le liberó por lo que sentí que fue absolutamente necesario para poder empezar. John realmente disfrutó haciendo el ejercicio y lo ha practicado diariamente desde ese día. Tras hacer un poco de tapping en su ira John comentó que había sido capaz de comer sin sus reacciones usuales y su hinchazón era mucho menor que antes de la primera sesión.

Le pedí que pensara sobre la forma en que su bebé John, su niño interior hablaría de estas experiencias si pudiera hablar con él. Los resultados fueron por lo menos sorprendentes. Tuve el honor de ser testigo de la reconexión y la alegría que se produjo.

A partir de este momento John tuvo a su bebé John con él todo el tiempo tanto cuando estábamos al teléfono juntos, como cuando hacía su propio tapping. El bebe John le calmaba cuando se enfadaba durante el día, hacían tapping juntos y le desaparecía la fatiga visual si le había surgido durante el día. El Bebé John le hacía reír, le hacía abrazarlo como lo había hecho cuando se lo imaginaba en su mente. John contó que sentía el pequeño cuerpo de John, el bebé abrazándole, apretándolo firmemente contra su corazón y sintiendo nada salvo una embriagadora alegría.

Estos son algunos ejemplos sobre lo que hicimos tapping, la mayoría de las veces John se imaginaba que estaba haciendo tapping con el bebé:

Aunque John el bebé se sentía tan solo… Aunque Papá era crítico y le hacía daño… siempre le está hiriendo… hundiéndole… desvalorizándole… nunca es lo suficientemente bueno… nunca es digno del amor de Papá… Nada del amor de Papá… No mucho amor de Mamá… Mamá también está asustada… sólo la abuela lo controla… No estoy lo suficientemente seguro… no lo suficientemente amado… “¡Quiero a mi Mamá!

Aunque al bebé John le traumatizaron una y otra vez… nunca pudo estar en paz…

Aunque el pequeño John está asustado… nadie le hace sentirse seguro… no puede llorar… Papá le gritará… le castigará…

Aunque el pequeño John odie estar allí…

Le pedí a John que sentara al pequeño John en la mesa de cenar y que le cogiera. Que le dijera la alegría que era para él reunirse finalmente con su pequeño John, que había llegado allí para abrazarlo, protegerlo y amarlo, pasara lo que pasara. El escucho como el bebé le contaba que se sentía totalmente solo, nadie se relacionaba con él, sin calidez, nunca feliz, sintiéndose asfixiado. Sólo cuando la abuela le cantaba se sentía bien. El no tenía voz porque nunca tenía nada que decir.

El pequeño John le dijo que quería salir de allí porque “no había alegría en esa habitación”. El bebé dijo: “aquí no hay amor ni alimento para mi. No puedo comer, estoy relleno con la ira y el miedo que tengo que escuchar en la voz crítica de papá”.

John notó que no podía ver claramente a su padre, sus ojos comenzaron a distorsionar la cara de su padre. No podía verlo claramente, no quería verlo claramente. El sintió la inmensa tristeza del niño y le recordó a su propio hijo que había fallecido hacía unos años. Confortó al niño hasta que se relajó. John contactó con el bebé John entre las sesiones diariamente y encontró el proceso rápido, fácil y gratificante.

Durante la siguiente sesión el pequeño John habló durante mucho, mucho tiempo, mientras John hacía tapping. El bebé decía “La abuela se enfada cuando no quiero comer. ¡Lo odio y me siento atrapado! ahora verá ¡voy a vomitarlo!” Lo hizo mientras John lo sostenía. La alimentación forzada es algo bastante habitual cuando el bebé se niega a comer. La abuela también era una persona rechazada y estaba llena de odio y le hacía tragar la comida que él no quería. Él era la única persona de su vida al que ella podía controlar, él era su victima.

“La abuela estaba llena de odio y me llenaba a mí con su auto-desprecio, auto-compasión y su propio miedo. La abuela me atiborraba con su odio, su miedo, su tristeza y su desamparo. ¡Me hacía tragar todo lo que no quería!¡voy a vomitar!”

El bebé hablaba sobre su padre, “Papá me llenaba con su auto-odio, porque él mismo no tenía sentido del amor. Su padre no le había dado amor ¡No sabía lo que era el amor! Después el bebé habló a su padre llorando, mientras John hacía tapping en él: “Papá ¡eres un cerdo! Siempre fui un niño muy bueno, nunca dije una palabra. Me tragué todo lo que nos dabas. Todas esas emociones negativas que he acumulado dentro de mí durante tanto tiempo. Te odio. ¡Te odio por lo que nos hiciste a todos nosotros!”

Al llegar a este punto el pequeño John le dijo a la Abuela mientras John hacía tapping sobre sí mismo: “ Abuela, te perdono por obligarme a comer. Sé que a tu modo, me querías”.

En ese momento John contó que sus síntomas digestivos y su salud en general había mejorado mucho. A diario tenía conversaciones llenas de amor con su John bebé y eso les hacía a ambos muy felices. Me dijo: “Los ojos de John bebé están llenos de luz. El hace que su luz brille en mí”.

Tiempo después recibí un correo electrónico de John en el que me contaba un cuento que había tenido: “Estaba sentado en una bahía exquisita…mirando desde la boca de la cueva al increíble, soleado océano azul y verde. Me senté esperando que me encontraran, era un niño… Estaba convencido de que mi padre estaba tumbado a mi lado mientras yo dormía. En realidad sentí frío y después calor. Supuse que mi padre había colocado las sábanas, cosa que actualmente hace mi esposa. A veces había dos padres, ambos idénticos. Mientras me despertaba esperaba ver a mi padre y me sentí molesto porque se había ido. He añadido “Amo a Papá, amo a Mamá y amo a mi Abuela” a mi rutina de EFT”.

John habló sobre las intensas memorias sobre su nacimiento que el experimentaba últimamente. Acabó diciendo lo agradecido que estaba porque su familia hubiera emigrado a los Estados Unidos cuando su ciudad natal en la Europa del Este se había vuelto un centro para los trenes de la muerte que transportaban a las familias deportadas como la suya durante la segunda guerra mundial. Había una nueva comprensión por las dificultades que había sufrido su familia y por la cultura tan diferente que habían traído.

¡Otro ejemplo de que nunca es demasiado tarde para ser feliz!

Además sus problemas digestivos han mejorado enormemente desde las primeras dos o tres sesiones y se mantienen así.

Aún así, sus problemas de vista necesitan más trabajo. Durante el tiempo que trabajamos juntos comentó que cada vez que se enfadaba por alguna cosa (tratando con gente crítica, trabando en su ordenador, haciendo frente a sus problemas financieros) le dolían los ojos. Ambos él y el bebé John tenían que hacer tapping juntos y la incomodidad siempre se calmaba. Eso por sí mismo es una gran mejora.

Claramente hay más trabajo que hacer pronto.

Con amor para todos

Baerbel Froehlin

Traducido por Silvia Ovejero

   

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