Como se solucionó un episodio de HTA (Hipertensión Arterial) puntual, aunque con tendencia a cronificarse, cuya causa aparente era una fobia infantil a los consultorios, médicos y personal sanitario y cuya causa más profunda resulto ser la influencia de una madre enfermiza.
Escribe a Mercedes: senebw@gmail.com
A finales del año 2011 tuve un problema de Hipertensión Arterial producido por un largo periodo de Ansiedad. Lo descubrí cuando acudí al sevicio de Urgencias de mi localidad por una tos crónificada y consecuencia de esa etapa de mi vida. El caso es que cuando me tomaron la tensión, antes de entrar a la consulta, la medición dio 160/120 y me quedé completamente atónita pues nunca había tenido problemas a este respecto.
Me obsesioné. Me tomaba la tensión todos los días constantemente y daba siempre cifras altas.
Medité y recurrí a todo lo que podía calmarme y, sin embargo, lo único que conseguía era ponerme más nerviosa, tener más ansiedad y, por supuesto, no conseguía de ninguna manera bajar mi Tensión Arterial. Recurrí entonces a EFT.
Me senté en el salón de mi casa dispuesta a enfrentarme con lo que fuera que me estaba pasando.
Mi primer pensamiento me llevó a la idea de mi rechazo a la Medicina Occidental, mi desconfianza en ella. Y empece:
«Aunque no soporto los métodos, ni las mediciones, ni a los médicos, ni a los demás que pertenecen al sistema de esta Medicina “Científica”, impuesta, que sólo trata síntomas, que todo lo soluciona con pastillas que yo no quisiera tomar…me acepto completa y profundamente».
Hice las correspondientes rondas, cuatro, y me venían pensamientos de rechazo constante y por todas partes. No conseguía bajar el nivel de rabia que me producía pensar en ello. Me dí cuenta de que había aglutinado demasiado en el primer enunciado y también lo había racionalizado, punto que en EFT no es efectivo. Decidí ir por partes y seguir lo que me viniera a la cabeza.
Aunque no soporto los hospitales, ni las clínicas, ni los consultorios, ni ningún sitio relacionado con la Medicina Occidental, me acepto completa y profundamente…
Aunque no soporto a los médicos, ni a las enfermeras, ni a los sanitarios de MO, me acepto completa y profundamente…
– Aunque no soporto que me pinchen para sacame sangre, ni que me hagan sus pruebas estúpidas, que considero que sólo sirven para justificar una medicina que no cura, me acepto completa y profundamente…
– Aunque creo que los médicos son todos unos inútiles, me acepto completa y profundamente.
– Aunque creo que mi madre murió por su culpa, me acepto completa y profundamente.
Según avanzaba en el tapping, mi ira se iba acrecentando y noté cómo me palpitaba el corazón, fuerte y rápido.
– Aunque creo que me sube la tensión cada vez que pienso en los médicos, y en lo de mi madre y en tener que ir a sus hospitales, a sus consultas, me acepto completa y profundamente.
– Aunque me niego por completo a acabar como mi madre, me acepto completa y profundamente.
Sentí que había llegado a un callejón sin salida. La intensidad de mis emociones de rabia y frustración no bajaban. se me venían a la cabeza todos los momentos vividos con mi madre, una y otra vez en Urgencias, en Hospitales, en consultas, en… y sin una solución nunca, con un agravamiento siempre. Y retomé desde estos pensamientos:
– Aunque he vivido desde siempre cómo los médicos no solucionaban la enfermedad de mi madre, me acepto completa y profundamente.
– Aunque creo que mi madre me implicó demasiado en su enfermedad…
– Aunque creo que mi madre decidió estar enferma para llamar la atención…
– Aunque creo que mi madre era cobarde y dependiente…
– Aunque creo que mi madre me hizo ser cobarde y dependiente…
Y seguí por ahí, escudriñando en todas esas emociones que antes no había sentido con respecto a mi madre que, por cierto, además de otras cosas era hipertensa.
– Aunque creo que quiero ser hipertensa por sentirme culpable de no haber hecho lo posible por mi madre, como castigo…
Y llegado este punto u otro parecido, decidí ir a lo positivo y Elegir.
Elijo ser valiente.
Elijo estar sana.
Elijo ser independiente.
Elijo ser yo misma.
Elijo tener la mente abierta hacia la Medicina Occidental.
Eñijo perdonar a mi madre.
Elijo estarle agradecida.
Elijo agradecer a la Medicina Occidental lo que hace por mí y por los demás…
No sé, realmente empecé a sertime bien cuando miré el lado bueno de las cosas, cuando elegí ese lado y cuando lo agradecí.
El caso es que mi tensión se normalizó ese mismo día.
Sin embargo, cada vez que iba al médico y me la miraban, daba alta. Me hicieron la prueba de llevar todo el dia y toda la noche un medidor de Tensión Arterial puesto y, aunque yo seguía condicionada con el tema, mi Tensión Arterial dio valores normales y todavía lo siguen siendo.
Espero que esta experiencia efetera le pueda servir a alguien, así me gustaría.
Mercedes González Rodríguez
Medicina Tradicional China (Acupuntura y Tuina)
Biomagnetismo holístico
senebw@gmail.com
MADRID