Existe una correlación fisiológica y psicológica entre las personas muy sensibles y los
problemas de salud inmunes que puedan tener. Las personas que tienen este rasgo de personalidad, se abruman fácilmente por su entorno, por la acumulación de toxinas, bacterias o virus, los irritantes químicos, emocionales, ambientales y el estrés diario, por lo cual, presentan una mayor incidencia a una hipersensibilidad del sistema inmunológico, dejando este grupo más susceptible a desarrollar una enfermedad autoinmune que en el resto de la población.
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Las enfermedades de tipo autoinmunes afectan a 50 millones de personas sólo en los Estados Unidos. Setenta y cinco por ciento de los afectados son mujeres según la Asociación Americana de Enfermedades Autoinmunes (AARDA). Existen alrededor de 80 tipos de enfermedades autoinmunes con síntomas similares, que se manifiestan como fatiga, fiebre y malestar general, insomnio, problemas digestivos, dolores de cabeza, depresión y dolor crónico que hace muy difícil de diagnosticarla. Muchos trastornos autoinmunes aparecen debido a las emociones que agobian al sistema nervioso sensorial. Las emociones sin resolver tienen el poder de desencadenar respuestas químicas en el cuerpo, que impactan en el sistema inmunológico.
LAS PERSONAS MUY SENSIBLES
La alta sensibilidad, es un rasgo genético neutral, es una forma específica para funcionar en el mundo, como lo es el tener ojos cafés o el pelo rubio. Alrededor del 15 al 20% de las personas en el mundo presentan un sistema nervioso más sensible a su entorno, denominados Personas Altamente sensibles por la Dra. Elaine Aron.
La población en general no es consciente de que puede ser parte de este grupo y por lo tanto, no conocen las necesidades especiales que tienen por su naturaleza sensible. Al estar conscientes de que su cerebro toma demasiada información a través de un sistema de percepción más afinado, lo cual los hace reaccionar de manera más profunda a las señales enviadas por los órganos de sus sentidos, pueden tomar las acciones positivas necesarias para evitarlo ya que fácilmente se sobre estimulan y agotan, estando más expuestos a desarrollar una respuesta de alarma en el cuerpo que les ocasione una enfermedad a la larga.
EL VÍNCULO ENTRE ELLOS
Cuando un invasor externo o interno hace hincapié en el cuerpo por primera vez, el sistema inmunitario reconoce no sólo el factor estresante en sí, sino también el tiempo, el evento, las condiciones y el entorno emocional y físico. Durante esta etapa inicial hay una respuesta autoinmune, pero no hay producción de anticuerpos todavía. Si esta condición se presenta continuamente sin tratarse por un período largo de tiempo, los anticuerpos pueden desarrollar una respuesta caótica contra el cuerpo.
Una persona muy sensible, llega a abrumarse más rápido que otros y tienen más dificultades para hacer frente a las situaciones de estrés que activan la alarma en su cuerpo para atacarse a sí mismo. Los dolores de cabeza, problemas de estómago, dolor crónico, alergias y enfermedades autoinmunes aparecen debido a la extrema percepción de su sistema nervioso.
EL USO DE EFT
Como sabemos, EFT se basa en la premisa de que todo nuestro cuerpo es una red de meridianos y energía. Con el uso de EFT, los clientes pueden sentir un efecto calmante casi instantáneo cuando se sienten abrumados o estresados.
Pueden entrenar al cerebro altamente sensible para crear fronteras y prevenir o controlar los síntomas e incluso borrar los pensamientos y emociones malsanas cuando se sienten estresados y protegerse para atacarse a sí mismos.
EFT, también ayuda a una persona muy sensible para tratar todos los pequeños incidentes diarios, parando la activación de alarma que desencadena la respuesta de huida, o congelación que envía una señal falsa al sistema inmunológico para atacar el cuerpo, lo que permite el flujo libre de energía que puede tener efectos positivos en su bienestar emocional y físico, mental.
RESULTADOS Y CONCLUSIONES
En mi trabajo con muchos clientes con enfermedades crónicas autoinmunes, noté que hay un fuerte vínculo entre las personas muy sensibles y los trastornos autoinmunes. Un primer intento de encontrar una correlación entre las Personasaltamente Sensibles y los trastornos autoinmunes lo realicé a través de las redes sociales (Facebook). Extendí una invitación a dos grupos específicos de personas. Los participantes fueron seleccionados de acuerdo si eran personas altamente sensibles (2 grupos) o personas que sufrieran alguna enfermedad autoinmune (4 grupos). Todos fueron invitados a responder el test diseñado para para personas Altamente Sensible diseñado porElaine Aron y responder a algunas preguntas relacionadas con los síntomas autoinmunes o enfermedades autoinmunes.
Ochenta y tres personas participaron, en su mayoría mujeres. Los resultados mostraron que el 97% de todas las personas con una enfermedad autoinmune son personas muy sensibles y el 51% de las personas altamente sensibles, han presentado algunos síntomas o enfermedades relacionadas con un trastorno autoinmune.
Aunque esta encuesta no reúne los elementos de una investigación científica, nos da una idea muy importante de la correlación entre los trastornos autoinmunes y la alta sensibilidad.
Este artículo intenta proporcionar algunas ideas nuevas para conocer y comprender tal interrelación y ser más eficientes en nuestra práctica con EFT cuando trabajamos con la gente que sufre de un trastorno autoinmune o personas muy sensibles.
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Carla Sodi, Querétaro (México)
Practicante avanzada de EFT, coach y escritora.Tiene una maestría en Educación.
Ha desarrollado el Bio-En-SpiriT, también conocido como técnicas BEST, un manual de EFT y otras modalidades complementarias para lidiar con el estrés en las escuelas. Ha escrito el libro «De regreso al Amor” Un viaje de 40 días para aprender a amarse a sí mismo. Creadora del programa escolar: “Enamórate de ti antes que de mí”, un programa de prevención contra el bullying. Realiza sesiones privadas en su consulta y también por teléfono y Skype.
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