Fobia de comer de un niño asistida por una fascinante sesión intuitiva a distancia – AHEFT

AHEFT

Publicado: febrero 24, 2021
Hola a todos,

La Dra. Wendy McCarty nos lleva paso a paso por una sesión de primera clase que mezcla intuición y EFT a distancia. Ella trabaja con la madre de un niño de 6 años quien sufre de una severa fobia de comer. Quizás quieras estudiar este caso unas 2 o 3 veces.

Por Wendy Anne McCarty, PhD, RN
Lo siguiente es un extracto de la ponencia principal dado por la Dra. McCarty ante el Congreso de 2005 de la Asociación de Salud y Psicología Prenatal y Perinatal, y recientemente fue publicada en el boletín de ACEP Campo de Energía.
Dentro de la psicología prenatal y perinatal, sabemos que lo que sucede en el nacimiento es fundamental para establecer huellas de patrones en la vida. También reconocemos que los bebés están conciente, despiertos, y absorben información y derivan sus experiencias de múltiples perspectivas- la suya, la de su madre, y la de otros en el cuarto. Uno de los encuentros más intrigantes es que los bebés tienen omni conciencia de los pensamientos, sentimientos e intenciones, semejantes a lo que hemos descubierto en los estudios de experiencias de casi-muertos. Sabemos que los bebés pueden absorber mensajes verbales a un nivel literal que ponen en moción patrones de creencias. Las experiencias e imágenes son holográficos, incluso no-local, energéticamente, y a niveles físicos. Una descripción apropiada que uso acerca de bebés es seres impresionables -seres humanos sensibles.
Quiero compartir con ustedes un relato clínico donde el tener un entendimiento de impronta natal, psicología prenatal y perinatal toma un papel crítico en mi habilidad para desarrollar una sesión familiar de intervención cuando es combinada con EFT.
Presenté una conferencia fuera del país a padres de bebés y niños informándoles de lo que hemos aprendido de PPN y como las experiencias en el vientre y durante el nacimiento ponen en moción patrones de vida y como los padres pueden identificar patrones de estrés que después resultan en sus bebés, niños, y en ellos mismos. Al concluir, varios padres vinieron a decirme que habían podido hacer las conexiones con problemas del presente en sus niños y con sus nacimientos. Todos querían ayuda en como trabajar con esos patrones. Una madre insistió que trabajase con su hijo de seis años. Estuve de acuerdo y le pedí que nos reuniéramos el día siguiente sin su hijo. (Ha sido mi experiencia que verme con los padres solamente y trabajar a distancia con el niño es generalmente la forma más efectiva en la primera etapa de intervención.)
Normalmente cuando trabajo con familias, hago una historieta profunda prenatal y del nacimiento, pero debido a la circunstancia, sencillamente empezamos la sesión con la descripción del problema presentado por la madre. Ella relató que su hijo de seis años se veía muy pequeño para su edad, y en la actualidad el niño tenía un peso mucho más bajo que un niño de cuatro años. Ella relató que habían intentado todo y los doctores estaban a punto de hacer más estudios invasivos e intervenciones.
Mientras ella describía el temor diario del niño, la ansiedad, y temor de comer, era claro que esta preocupación fóbica de poner cualquier cosa en su boca era un patrón de vida omnipresente y debilitante. El niño no quería ir a la escuela o ir a casa de sus amigos por temor a que lo hicieran comer. El nunca pedía comida y sólo comía cuatro comidas, y esas eran una batalla. No observaba ciclo normal de hambre-comer-saciar. Yo pensé que esta sesión de noventa minutos de intervención sería mi única oportunidad de ayudar a esta familia. De prisa me puse a trabajar.
Le pregunté a la mamá si estaba de acuerdo que yo hiciera contacto energético con su hijo. Cerré mis ojos y con mi intención hice contacto con su hijo. En silencio comuniqué fuerte con su hijo y con mi impresión. Le pedí a la madre que ella también se pusiera en silencio y sintonizara con su hijo y que comunicara conmigo lo que ella sentía u observaba durante la sesión. Le pregunté al niño si nos permitía que le ayudáramos con su dificultad hacia la comida. (En esta descripción, estoy omitiendo algunos aspectos de la comunicación no-local por razones de brevedad.) Con su permiso, comenzamos a trabajar con su presencia energética que era la parte integral – los tres trabajando en unión.
Tenía una idea del problema actual del niño. Me dio la impresión de una complejidad de varios aspectos dentro de su patrón. Unos de los conceptos que utilizo es el concepto del campo familiar. Muy a menudo se me hace más efectivo primero trabajar con los patrones relacionados dentro de los miembros apropiados en la familia, antes de trabajar con el patrón específico del bebé o del niño. La madre me contó que en su propia familia la comida y el peso habían sido un problema. Su padre, entonces y todavía, era “cruel” y “degradante” a su madre y a las niñas en la familia cuando se trataba de peso y como se veían. Si ellas aumentaban de peso o comían lo que él desaprobaba, él les decía que nadie las iba a querer, etc. Obviamente, eso era un tema familiar fuerte tratándose de comida. Energéticamente e intuitivamente consulté con su hijo y le pregunté si esto era la raíz del problema, no.
La mamá entonces dijo que ella siempre estaba en dieta, comiendo más de lo que debía, etc. Claramente la ambivalencia y atención sobre la comida era un problema de vida para ella, sin embargo, de nuevo le pregunte a él, si esto era la raíz del problema. Así que en resumidas cuentas – estamos trabajando con el patrón presente del hijo y un patrón de tres generaciones que continuaba aún. Sin embargo, la raíz del problema no había surgido para mi evaluación. (Uso mis destrezas intuitivas y energéticas para hacer preguntas y sentir las respuestas. Muchos de ustedes usan la prueba de músculo para medir en sus sesiones.)
Por fin usé mis conocimientos de psicología prenatal y perinatal como base, tomando en cuenta que lo que sucede durante el embarazo y el nacimiento pueden poner en moción patrones de vida. Entré en silencio y energéticamente le pregunté al hijo, ¿Dónde está la raíz de este problema? Inmediatamente fui inspirada a preguntar acerca de su nacimiento y si había habido conversación acerca de comer o comida durante el evento. La madre se sorprendió y dijo, “Si, antes de dar luz. Había subido tanto de peso y tenía que mantenerme en cama. Era un elefante. Estaba en el quirófano, y jalé al doctor de su brazo, y le dije (bastante dramática), “¡Jamás me vuelvas a dejar comer! ¡Nunca quiero volver a comer! ¡Estoy tan grande! ¡No vuelva a dejarme poner algo en mi boca de nuevo!” Pocos minutos después de esta suplica enfática dio luz a su niño. Cuando este momento del nacimiento fue recordado, pareció que todo cayó en su lugar, ésta era la raíz del problema presente.
Ahora si podíamos utilizar psicología energética, EFT, para cambiar los patrones. En los siguientes 30 minutos, le expliqué EFT y le sugerí que para eficiencia yo hiciera el trabajo a distancia en mí misma, mientras ella mantenía su atención en el patrón. Le pedí que después de cada secuencia de tapping observara cualquier cambio en el patrón. Se sorprendió ella misma de ver qué fácil ella podía sentir cambios después de cada secuencia de tapping. La noción del campo de familia organizó mi trabajo. Mientras mantuve una intención muy ancha sobre el saneamiento del niño y su fobia de comer, hice tapping sobre los patrones limitantes y disfuncionales de cada miembro. Mi intención no era tanto la intervención por cada persona, sino reconocer el tema dentro del campo de la familia como afectaba al problema del niño.
Comenzamos con los patrones del padre. Le pedí a la mamá que recordara un recuerdo donde su padre había sido abusivo y degradante hacia ella y su madre que estuviera relacionado con peso y comida. La mamá presintió el patrón. (Las siguientes palabras son más o menos exactas a las que hicimos tapping para cada patrón). “Aunque mi padre fue y es abusivo y degradante con mi madre, mi hermana y yo tratándose de comida y subir de peso, él se acepta profundamente a él mismo.” La mamá sintió que el patrón se ablando y tenía menos intensidad. Seguimos con el patrón de ella. Mientras ella lo sintió, yo hice tapping en mí, “Aunque siempre estoy en dieta, sintiéndome demasiada gorda, y obsesionando sobre esto, yo me acepto profundamente.” Una vez mas, ella sintió que el patrón se disminuyo casi a neutral. ¡Bastante bueno!
De nuevo regresamos energéticamente a su hijo comunicándole que él no tenía que hacer nada; sencillamente íbamos a reconocer sus patrones y hacer tapping por él. Le pedí a la mamá que lo visualizara expresando su ansiedad, su pavor, y temor en su vida diaria. Una vez tuve resonancia con el patrón, le comuniqué mi descripción de lo que yo estaba sintiendo, y ella afirmó que ella estaba sintiendo lo mismo también. Una vez sentí que el campo estaba limpio de este tema, yo hice tapping en mi cuerpo para el niño, “Aunque tengo tanto miedo de comer y miedo de que alguien tratara de hacerme comer, yo soy un buen niño.” Con esto, las dos sentimos que la intensidad había disminuido bastante, pero aún había más que hacer.
Después me dirigí a los mensajes del nacimiento. En frente de la mamá, hablé en voz alta lo que estaba comunicando con él no-localmente. “Sabes, a veces cuando los bebés nacen ellos oyen cosas y las aceptan como si fuesen de ellos mismos. Creo que eso sucedió en tu nacimiento. Tu mamá hizo unos comentarios muy fuertes sobre su peso y no querer volver a comer de nuevo. Yo creo que tú pensaste que ese mensaje era para ti, pero no lo era, ella lo dijo sólo para ella misma.
Tú eres un niño que está creciendo y es bueno que tú comas y subas de peso y crezcas. Eso es lo que tú has de hacer para poder crecer. Cuando tú estabas naciendo, creo que tu sistema se confundió. Así que nosotros vamos a ayudar a ese bebé para que ya no detenga mas este mensaje, ya que no fue intencionado para él.” Con eso, le pedí a la mamá que regresara de nuevo a ese imagen de cuando ella declaró esto enfáticamente en el quirófano mientras yo hice tapping en mí misma por su hijo el bebé, “Aunque escuché esas oraciones de nunca comer de nuevo y ser demasiado gorda, y me confundí, y las acepté como mías, yo me amo profundamente y me acepto a mí mismo, y ahora las puedo soltar y encontrar mi propia relación con la comida, gozarla y comerla.”
Después, la mamá y yo sentimos un cambio dramático cuando el patrón entero se desvaneció. Regresamos al patrón del niño. Le pedí a la mamá que de nuevo contemplara ese patrón donde su hijo estaba con ese pavor, ansiedad y temor de comer. Ninguna de las dos podíamos sentir ninguna descarga. Ella estaba asombrada de que podía sentir ese cambio – qué momento de fuerza personal.
Le sugerí a la mamá que no intentara presionarlo a comer y que sólo fuera más receptiva en observar qué era lo que él iba a hacer después de la sesión. El siguiente día, mientras daba otra presentación, un pariente de ella me entregó un mensaje. La mamá dijo que la familia sintió “que un milagro había sucedido.” Me dijo en la nota que dentro de una hora de haber regresado a casa, por primera vez en su vida, su hijo se le acercó espontáneamente y le dijo, “Mamá, tengo hambre. Me podrías dar de comer.” Jamás había él pedido comida, deseado comida, o expresado que sentía hambre. Claramente el patrón había cambiado.
Esta historia de sanar me inspira inmensamente. Dos de los más nuevos campos que me entusiasman muchísimo dentro de psicología y salud son psicología prenatal y perinatal y psicología energética. Combinando los dos, abren puertas de nuevos horizontes de sanar eficientemente y efectivamente. No importa si el cliente es un bebé o adulto, nuestras experiencias primerizas pueden tener la llave para reconocer y sanar nuestros patrones limitantes y debilitantes.
Wendy Anne McCarty, PhD, RN
Traducido por MMc

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